La perspectiva siquiátrica del mal

No sé por qué se me grabó tanto la expresión, tan sencilla y directa como desoladora, con la que me resumió la situación: “Existe gente mala”

Un millar de personas se concentra en la plaza de La Candelaria de Santa Cruz de Tenerife como repulsa por la muerte de la niña Olivia. EFE/Ramón de la Rocha

Un millar de personas se concentra en la plaza de La Candelaria de Santa Cruz de Tenerife como repulsa por la muerte de la niña Olivia. EFE/Ramón de la Rocha

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Hace unos años, el ejercicio del periodismo me llevó a entrevistar a una abogada sobre un filicidio (también violencia vicaria) en el que ella intervenía como acusación. No sé por qué se me grabó tanto la expresión, tan sencilla y directa como desoladora, con la que me resumió la situación: “Existe gente mala”.

Sí, igual que existen la bondad, la solidaridad, el altruismo y tantos sentimientos positivos, existe también la maldad. No hace falta poner ejemplos, porque el propio currículum vital de cada uno de nosotros es suficiente para ratificar una idea tan obvia. Cierto que, a pesar de todo, cuando creemos que ya nada puede sorprendernos, nos encontramos con algún horror nuevo, algún acontecimiento personal, social, mediático o no, capaz de revolvernos las entrañas y recordarnos que, por desgracia, la hijoputez siempre puede subir un grado más.

Violencia machista en su versión todavía más bestia, la violencia vicaria: matar a los hijos para hacer daño a la madre. Se queda uno sin calificativos para monstruosidades de este calibre

El secuestro de dos hermanitas de Tenerife, seguido con lógico interés por la opinión pública, acabó de la peor de las maneras. El horror del filicidio. Dos crías asesinadas por su padre. Crueldad extrema.

Violencia machista en su versión todavía más bestia, la violencia vicaria: matar a los hijos para hacer daño a la madre. Se queda uno sin calificativos para monstruosidades de este calibre. Agotamos condenas, repudios e indignación.

Pero, además de machismo y asesinatos vicarios, está el suicidio del padre. La vox populi suele lamentarse de que, puestos a establecer un orden, no vaya antes el suicidio que el crimen… Como eso no es posible, seguimos asistiendo al irritante goteo de crímenes de mujeres y niños a manos de sus parejas y padres.

Estoy seguro de que algo más se debería avanzar en el abordaje y prevención de este problema desde una óptica psiquiátrica

Desconozco qué deterioro emocional o mental puede llevar a un padre a plantearse la propia muerte tras matar a los hijos en un conflicto sentimental de pareja o en una separación, por muy traumática que sea y por mucha angustia con la que se viva. Es una perspectiva desde la que no se suele abordar el problema. La inquietante mirada siquiátrica, que conocemos casi mejor por vía literaria y cinematográfica.

Es educación en igualdad, sí. Es combatir el machismo, sí. Es control y persecución de los maltratadores, sí. Es protección de las víctimas reales o potenciales, sí. Pero también locura, y estoy seguro de que algo más se debería avanzar en el abordaje y prevención de este problema desde una óptica psiquiátrica. Atención (primaria) y/o vigilancia de la persona en riesgo de desequilibrio mental por sus características, actitudes o antecedentes.

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