El catedrático que avaló la mina de San Finx carga contra sus críticos

“Quieren que se obtengan los materiales en otros sitios, fundamentalmente donde están los negritos, para que no protesten mucho”, dice Felipe Macías

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El catedrático de Edafología y Química Agrícola de la Universidade de Santiago, Felipe Macías, ha respondido a las críticas que, desde la red Contraminacción, diversos colectivos han vertido contra sus estudios sobre la mina de San Finx y la mina de cobre de Touro. En dos informes, acusaban al experto de “plagio” y de “manipulaciones” en los textos con los que defendía junto a otros colaboradores el impacto ambiental de la explotación de Lousame.

Macías ha cargado contra sus detractores y ha respondido a la asociación ecologista Verdegaia, la que acusaba al catedrático de copiar a «blogs anónimos de Internet” en un documento que la Xunta utilizaría para defender un vertido de la mina de San Finx, explotada por Sacyr, ante la ONU.

El experto acusa a la asociación de manipular y crear “un miedo enorme en torno a un problema relativamente sencillo de entender”.

Macías ve intereses políticos tras las críticas

El profesor emérito afirmó que “es respetable que la gente esté en contra de horadar la tierra». «Pero después, también es un poco raro que esa misma gente utilice toda la tecnología fabricada con materiales que no quiere que se obtengan en su tierra. Parece que quiere que se obtengan en otros sitios, fundamentalmente donde están los negritos, para que no protesten mucho y haya una legislación peor», argumentó.

Macías también ve “intereses políticos” en las críticas sobre su trabajo. «La lucha política es digna, pero no hay que caer en manipulaciones«, defendió el catedrático, para quien «ni las diferentes visiones del mundo, ni la lucha política, ni la lucha económica, ni la envidia ni las peleas entre personas» deben provocar «manipulación».

«Hoy en día, de la mina están saliendo del orden de entre 5 y 12 Ppb –particulas por billón americano, unidad que mide la concentración de diferentes sustancias– y yo pido 2,8. Es decir, pido que se haga la tecnología necesaria para que salga mucho menos de lo que está saliendo hoy y de lo que lleva saliendo los últimos 100 años», ha continuado en sus explicaciones Felipe Macías.

En esta línea, asegura que en la ría de Muros y Noia no hay «exceso de cadmio después de 100 años de vertido del orden de estos 10 Ppb». «Los de Verdegaia dicen que yo pido 4.270 Ppb, cuando propongo que sean 2,8. Y eso es una aberración», ha insistido.

Siempre ha habido aguas ácidas en la mina de Touro

Macías explicó que “la tecnología que existe hoy en día es capaz de prevenir la simple formación de aguas hiperácidas (con ph menor de 4)”, para defender su posición respecto a la proximidad de la balsa minera de Touro al núcleo poblacional. «Cuando en 1978 empecé a conocer los problemas existentes en la mina de Touro, ya había aguas ácidas. Y las sigue habiendo: queda una pequeña zona de aguas que no hemos recuperado porque hay más de un 82% de ADN de arqueobacterias desconocidas por la ciencia», ha afirmado el profesor.

Macías entiende que no se puede «destruir un patrimonio de biodiversidad» que «enseña el origen de la vida, por ejemplo, o si en otros planetas puede haber vida o no». Las arqueobacterias, además, pueden ser «muy útiles porque producen enzimas que destruyen multitud de contaminantes orgánicos». «Por eso quedan en Touro aguas hiperácidas», concluyó.

Impacto en la agricultura y ganadería

En este sentido, insistió en que la “tecnología actual” puede evitar la producción de “aguas ácidas”, de manera que no se produzca un impacto negativo en actividades agrícolas y ganaderas.

«Tenemos unos tecnosoles reductores que impiden la oxidación, humedales reactivos que tratan las aguas sin que alcancen la condición de hiperácidas. Son sistemas novedosos desarrollados en la USC que permiten compatibilizar la minería con las demás actividades», ha zanjado.

Los terremotos y el científico Steven Emermand

Finalmente, Macías respondió a las críticas realizadas por el experto en balsas mineras Steven H. Emermand, alegando que «Galicia es una zona sísmicamente estable, puede haber seísmos pero no importantes». Por este motivo, para el catedrático «no tiene sentido que venga un señor de Chile a decir que existen riesgos«. Según Macías, las condiciones de Chile, «uno de los países con más riesgo de terremotos del mundo», no son «aplicables en Galicia, que tiene una litología especial».

Finalmente, el catedrático también ha descartado el «riesgo de inundaciones»: «No hace falta más que acercarse a la balsa de lodos de la antigua explotación de Touro y ver que está impertérrita después de 30 o 40 años de abandono».

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