Tobeña: “Si el soberanismo pierde el 21-D, la melancolía será enorme”

Tobeña, autor de La pasión secesionista, cree que, pese a la potencia del soberanismo, los resultados del 21-D podrían rebajarla dando pie a la melancolía

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Adolf Tobeña ha revolucionado las interpretaciones que se han realizado sobre el proceso soberanista. Su tesis, como catedrático de psiquiatría, la ha plasmado en La pasición secesionista (ED Libros), que ya cuenta con una segunda edición, y que explica cómo un movimiento moderno, basándose en el engaño, ha logrado el apoyo de las amplias clases medias catalanas. Ahora, considera que todo depende de las elecciones del 21-D, y que la misma pasión que se ha demostrado se puede convertir en melancolía. “Si el soberanismo pierde el 21-D, la melancolía será enorme”, asegura, en una entrevista con Economía Digital.

Su idea es que el movimiento sigue fuerte, que nunca se ha venido abajo, a pesar de que esa era la previsión del Gobierno del PP y de los círculos políticos y económicos en Madrid. El problema es que puede encontrarse con un hecho inesperado, y es que, pese a todo, pese a los encarcelamientos, aunque preventivos, de los miembros del Govern, el independentismo podría perder la mayoría absoluta el 21-D. “Si ocurre, es evidente que el movimiento se transformará, que aparecerá la melancolía, y el deseo, y la necesidad, de adaptarse rápidamente a una nueva situación, porque esa es una característica muy clara de la sociedad catalana”.

El autor de La pasión secesionista cree que el soberanismo se adaptará tras el 21-D y dará un paso atrás

¿Qué quiere decir Tobeña? Que si la situación se normaliza, con un nuevo gobierno, de carácter transversal, esos profesionales de clases medias y dirigentes que forman parte de la elite, tratarán de reconvertir el proceso e iniciar una etapa diferente, buscando la negociación y el pacto.

Una de las características que el propio secesionismo no admite, pero que Tobeña destaca, es que el proceso soberanista ha sido protagonizado por la parte más avanzada de la sociedad catalana. No se trata de un movimiento popular, aunque haya clases populares, principalmente en el interior del territorio catalán, que se hayan sumado. “Han sido las elites, las clases medias y profesionales las que pensaron que podían organizar un país para ellos, que podían mejorar sus situaciones al margen de lo que llaman el Estado español”. E insiste en que el movimiento independentista ha sido cosa de la “intelligentsia catalana”, y que los argumentos económicos o de otro tipo han sido, en realidad, “secundarios”.

Tobeña sostiene que la falta de apoyos en la UE ha llevado al secesionismo a chocar contra la realidad

Ahora puede llegar una fase diferente, de repliegue, de no apretar más el acelerador, después de comprobar que no se han cumplido los objetivos, y que el procés puede tener consecuencias negativas para todos. “La sociedad se adaptará, esas clases medias y, principalmente, los profesionales buscarán las nuevas oportunidades que se abren con un nuevo clima, porque se adaptan, porque son pragmáticas, pero siempre que los resultados lo reflejen de forma clara”, asegura Tobeña.

En La pasión secesionista Adolf Tobeña refleja que el movimiento ha sabido, con “técnicas basadas en el engaño, algo propio de la política”, ilusionar a buena parte de la sociedad catalana, que tenía a su alcance una victoria. “Cuando se ve que puedes ganar, cuando está cerca la victoria, te lanzas, y eso es lo que ha ocurrido, fuera cierta o no esa posibilidad”.

La gran cuestión que Tobeña explica ahora es que los apoyos en la Unión Europea no han aparecido, y eso ha llevado al movimiento a chocar contra la realidad.

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