Mejor corruptos que demócratas: Ya somos Venezuela
Admitir que un proyecto político está por encima de la mínima moralidad exigible en una democracia es un signo de corrupción sistémica que ningún país europeo debería tolerar
Admitir que un proyecto político está por encima de la mínima moralidad exigible en una democracia es un signo de corrupción sistémica que ningún país europeo debería tolerar