Aguirre y la ‘Púnica’ socavan el pacto PP-Ciudadanos en Madrid

El sorprendente silencio de la presidenta regional del partido y las pesquisas del juez Velasco sobre la trama de corrupción, protagonistas ausentes de la negociación

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La incógnita de lo que piensa la desaparecida Esperanza Aguirre del pacto que se está negociando y el temor a una inminente imputación de algún diputado electo del PP por su implicación en la ‘trama Púnica’, son los dos aspectos que, por encima incluso del acuerdo que se busca, se han convertido en los verdaderos protagonistas ausentes en la negociación entre el Partido Popular y Ciudadanos para convertir a la candidata popular, Cristina Cifuentes, en presidenta de la Comunidad de Madrid.

Esa ha vuelto a ser la sensación percibida por los integrantes de la formación naranja que se sientan en esa mesa de negociación. Que Cifuentes sigue presa de una evidente indecisión, «aunque se la ve algo menos a la defensiva que hace unos días», apunta uno de los presentes en la reunión.

Nueva reunión

El viernes, horas antes de que se formen los ayuntamientos en las que las dos formaciones también andan buscando pactos donde sea posible, volverán a reunirse para, tras analizar el nuevo documento consensuado, intentar avanzar en la solución definitiva. De todas maneras, el pacto no resulta tan urgente, ya que existe un plazo de dos meses -que vence el 9 de agosto- para que uno de los candidatos sea investido.

«Ella [Cifuentes] aparenta tener la situación bajo control. Toma la iniciativa en las reuniones y parece que hará todo lo posible por alcanzar el pacto, pero en cuanto la deriva del diálogo va por asuntos más complejos, en los que ella no las tiene todas consigo, vuelve a ponerse a la defensiva y su preocupación aumenta», señala uno de los asistentes a estas reuniones.

Limar flecos

El principio de acuerdo al que se refieren tanto PP como Ciudadanos pasa por limar los flecos relativos al límite de mandatos y a la elección en primarias de los candidatos electorales bajo amparo legal. En ambos casos, las diferencias no parecen insalvables.

En cuanto a los mandatos, el PP debe aceptar que el límite de ocho años para los mandatos se aplique tanto al presidente como a los consejeros. Algo más complicado se atisba el tema de las primarias.

En la discusión de este punto, Cifuentes no se encuentra tan a gusto. Deja entrever que cuenta con apoyo total desde la cúpula nacional del partido para tomar la decisión que estime oportuna, pero, aquí, la sombra de la presidenta regional del PP, Esperanza Aguirre, vuelve a aparecer.

Corrupción

En cuanto a la corrupción, no hay muchas variaciones. Ciudadanos se mantiene en sus trece. Diputado que sea imputado debe dejar el escaño de manera inmediata. Al respecto, la formación presidida por Albert Rivera ha recibido fuertes críticas mediáticas por facilitar el acuerdo en Andalucía y no hacerlo en Madrid.

Acusaciones de doble rasero que Rivera intenta desbaratar argumentando que el acuerdo alcanzado con Susana Díaz en Andalucía contempla esperar a que el Tribunal Supremo resuelva sobre las alegaciones presentadas contra las imputaciones de los ex presidentes andaluces, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. «Si el Supremo no las acepta y los mantiene como imputados, serán apartados», asegura Rivera.

Demasiadas causas abiertas

En Madrid, la cosa, en este sentido, también parece seguir los mismos pasos. Cifuentes asegura que todos los diputados de su grupo han firmado un código ético que les obliga a dejar el acta si son imputados.

«Eso está bien. El problema es que las causas judiciales abiertas, con posible implicación de diputados electos, amenazan con prolongarse durante bastante tiempo. Algo que generaría una situación muy complicada para el gobierno de Cifuentes», aseguran desde Ciudadanos.

El alcalde de Getafe, en el punto de mira

De momento, lo que está encima de la mesa es la segunda fase de la ‘operación Púnica’, que se saldaba la semana pasada con las renuncias de los consejeros en funciones Salvador Victoria y Lucía Figar, y que ahora se centra en saber en qué situación quedan los seis alcaldes del PP y también diputados electos tras las investigaciones que se están realizando.

De todos ellos, el alcalde de Getafe, Juan Soler, es el que, según fuentes de las investigaciones, cuenta con un panorama más complicado, tanto en la ‘operación Púnica’, por sus implicaciones en las redes de tráfico de influencias constituidas en torno a Francisco Granados y David Marjaliza, como en la alcaldía, donde un pacto entre el PSOE y Ahora Getafe le dejaría en la oposición.

Más ediles en entredicho

En Las Rozas, el alcalde en funciones y candidato del PP, José Ignacio Fernández Rubio, no recogerá el acta para facilitar que su partido y Ciudadanos pacten el acuerdo. Otro alcalde popular salpicado por la trama ‘Púnica’, el de Moraleja de Enmedio, Carlos Alberto Estrada, fue puesto en libertad por el juez Eloy Velasco tras pasar 24 horas detenido.

De los grandes municipios de la Comunidad de Madrid, el PP solo logró mantener la mayoría absoluta en Pozuelo de Alarcón, Torrejón de Ardoz y Boadilla del Monte. En Alcalá de Henares, el PP ganó pero la mayoría requiere de un pacto a tres y está complicado. En Alcobendas, los populares seguirán al frente de la alcaldía si consiguen el apoyo de Ciudadanos y UPyD.

Pactos y más pactos

En Collado Villalba, uno de los municipios más afectados por la ‘operación Púnica’, el PP mantendría la alcaldía con el apoyo de Ciudadanos. En Coslada, un pacto de la izquierda (PSOE, Somos Coslada e IU), se haría con la alcaldía. En Fuenlabrada, el último bastión del PSOE en el llamado cinturón rojo del sur de la región, Manuel Robles se quedó al borde de la mayoría absoluta, pero no tendrá problema para seguir como primer edil.

Leganés, municipio del sur gobernado hasta ahora por el PP queda en manos de los independientes de Unión por Leganés (ULEG) tienen la llave del gobierno tras el empate a seis ediles entre cuatro formaciones, PSOE, Leganemos, ULEG y PP. En Majadahonda, el PP perdió la mayoría absoluta, pero mantendrá la alcaldía con el apoyo de Ciudadanos.

En Valdemoro, el municipio desde el que se ideó la ‘operación Púnica’, los ciudadanos castigaron duramente al PP, convirtiendo a Ciudadanos en la fuerza más votada, y su candidato, Guillermo Gross, se convertirá en alcalde si recibe el respaldo de los populares.

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