La comunidad científica cuestiona la eficacia de la distancia social contra el coronavirus

El Centro de Prevención de Enfermedades de EEUU insiste en que la Covid-19 puede transmitirse a una distancia de más de 180 centímetros

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Una de las principales evidencias científicas sobre el coronavirus ha quedado en entredicho. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ha informado que la enfermedad puede propagarse a través del aire más allá de los 180 centímetros de distancia.  

La afirmación pone en cuestión una de las medidas de prevención sanitaria que los médicos y científicos recomiendan desde hace meses para evitar los contagios de la Covid-19: dejar una distancia de seguridad entre las personas que impida la transmisión del virus.

La institución norteamericana ha dado por probados los informes publicados sobre este tipo de contagio del coronavirus que se produce cuando las gotas de saliva se quedan suspendidas en el ambiente. “Algunas infecciones pueden ser por exposición al virus en pequeñas gotas y partículas que pueden durar en el aire desde minutos a varias horas», han relatado en una nueva guía sobre la enfermedad.

A pesar de este mediático anuncio, el CDC ha aclarado que este tipo de contagio a más de 180 centímetros de distancia se produce en “circunstancias limitadas y poco comunes”, especialmente en “espacios mal ventilados y cerrados” como lugares en los que se practica ejercicio físico o canto.

El CDC modifica su criterio sobre el coronavirus por tercera vez

Se trata de la tercera vez que el Centro de Prevención de Enfermedades publica una información sobre el método de contagio de la Covid-19. Su última guía la tuvo que retirar apenas unos días después de hacerla pública por las fuertes críticas que recibió de la comunidad científica. Identificaba la transmisión por aerosoles como la principal vía de contagio.

Científicos de renombre como José Jonay Ojeda, uno de los portavoces de la Sociedad Española de Salud Pública y de Administración Sanitaria, alertaron entonces de que no había evidencias científicas que situasen a los aerosoles como la manera más fácil de contraer el coronavirus.

Ahora, la institución no mantiene que es la causa número uno para la transmisión, pero sí que insiste en que las gotas de saliva pueden quedarse suspendidas en el aire durante horas, una situación que hasta ahora no contemplaban las autoridades sanitarias internacionales.

EL CDC remarca en que estar en contacto con un portador del virus que tosa, estornude, cante, hable o respire supone la mayor amenaza para contraer la enfermedad. “Las personas tienen más probabilidades de infectarse cuanto más tiempo y más cerca están de una persona con Covid-19”, han informado.

La comunidad científica respalda la teoría de Estados Unidos

La institución estadounidense no ha sido la única que ha defendido la transmisión aérea en las últimas horas. Un grupo de científicos publicó ayer una carta en la presitifiosa revista Science para exponer que había una “evidencia abrumadora” sobre este tipo de contagio.

La misiva está formada por expertos de las universidades de San Diego, Maryland, Virginia Tech y Jolla. “No es sólo una cuestión académica, sino un punto que ayudará a reducir la transmisión si los funcionarios de la salud pública ofrecen una orientación clara y contundente sobre esto», indicó Linsegy Marr, una de las autoras del artículo.

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