La lenta integración de los centros tecnológicos catalanes

Felip Puig apadrina el acto que marca el inicio del proceso para encajar las seis instituciones actuales

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En un contexto de sucesión de días históricos en Cataluña, el consejero de Empresa i Ocupació de la Generalitat, Felip Puig, ha querido poner su pequeño grano y presentar públicamente este viernes el plan de fusión de los seis centros tecnológicos avanzados que operan en el territorio. “La política tiene momentos de declaración de intenciones que marcan las visiones que se deben alcanzar. Hoy es un día histórico para la política industrial del país”, ha afirmado antes de hacerse la foto de familia con los presidentes de las seis instituciones.

Los cimientos están puestos y hay un plan de fusión. Pero, ¿se acabarán integrado los seis grandes centros tecnológicos catalanes? El sector tiene sus dudas. El propio Puig y el director general de Industria, Antoni Grau, reconocen que el camino transcurrido hasta la fecha ha sido muy complicado. El punto en común al que han llegado es aprobar un plan de integración en dos fases que terminará en 2016, año en el que se debería acabar la legislatura, aunque el proceso soberanista empuja al president Artur Mas a convocar elecciones anticipadas.

Primera integración

Sí que habrá tres centros que disuelvan sus respectivas fundaciones y cedan los pasivos y activos a la futura entidad que regirá el sector antes de que termine el año: Ascamm, Bdigital y Cetemmsa. Aunque el volumen del primero, una institución de 108 años de historia, supera de lejos a los otros dos. ¿Se comerá el grande a los pequeños? De entrada, la institución que se ha elegido para aunar fuerzas en el sector es una fundación que ya existe y no tiene actividad, Alira, y que está presidida por el actual máximo directivo de Ascamm, Eusebi Cima.

Sobre el papel, a medida de que avance la fusión de organismos la dirección de esta fundación cambiará para acabar siendo gestionada por un patronato y un consejo asesor. Falta unir a Leitat, CTM y B-Media, centros que funcionan con figuras jurídicas distintas a la fundación privada.

Órgano directivo

Los próximos meses se espera un baile de sillas para saber quién ocupa cada cargo en el futuro órgano directivo. Sólo se ha designado ya al vicepresidente ejecutivo, el encargado de tutelar el proceso de integración, Xavier Torra. El ex director general del grupo Simón reconoce que su primer reto es reunirse con todos los centros tecnológicos para conocerlos profundamente y ver hacia donde pueden avanzar.

A partir de allí, deberá establecer las sinergias necesarias para mejorar su funcionamiento con el objetivo de trabajar más y mejor. De entrada, no planea ningún proceso de reestructuración en los servicios que estén duplicados. Incluso habla de movilidad interna para reforzar las áreas que calcule que necesite potenciar para mejorar la eficiencia de los centros. El mensaje para los 700 trabajadores es claro: “Contamos con todos ellos”.

Financiación

En cuanto a la financiación, otro de los aspectos más delicados tras seis años de crisis y el fantasma de la tercera recesión acechando Europa, el consejero de Empresa i Ocupació ha anunciado que en siete años la aportación de la Generalitat a los centros tecnológicos pasará de los 10 millones de euros actuales a120 millones. “Está claro que debemos levantar más recursos”.

El plan que se contempla en el proceso de fusión es que el gobierno catalán aporte un tercio del capital necesario para que la entidad dedicada a la innovación funcione. Otro tercio calculan que llegará de los “proyectos competitivos en los que trabajemos”, ya que Puig prevé que el futuro centro tenga suficiente calidad para presentarse y conseguir licitaciones de la Unión Europea “o de cualquier otra institución”.

El último tercio se deberá conseguir con “proyectos privados”. Ha sido Cima quien ha marcado el hito de facturación al que se debería llegar al final del proceso: 400 millones de euros. Actualmente, entre todos, consiguen unos 60 millones.

Pérdida de fuelle de la innovación

Fusionar los seis grandes centros tecnológicos catalanes es uno de los objetivos de la Generalitat desde hace años. Coordinar esfuerzos y líneas de actuación es la línea que se ha identificado que potenciará la actividad innovadora en el territorio.

Cataluña ha perdido potencial en i D en los últimos años. Se ha clasificado dentro de la categoría de moderado en la última evaluación del Regional Innovation Sccoreboard 2014. La posición ha dolido en el ámbito económico, ya que significa perder la posición de país seguidor conseguida en 2012 y ampliar el gap con los países líderes. Ahora, Cataluña se sitúa en la media española. Sólo se sale (por encima) del cálculo País Vasco y Navarra.

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