Los médicos alertan: la conservación en frío pone en riesgo la vacunación en enero

La Sociedad de Médicos de Atención Primaria duda de que pueda disponer de la logística necesaria para almacenar la vacuna de Pfizer a -80º

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España todavía no ha solucionado el problema logístico que representa conservar a baja temperatura la vacuna del coronavirus. Un hándicap que amenaza con retrasar la campaña de vacunación más allá de enero, si no se logra una solución que facilita el transporte y almacenado de los viales a al menos 80 grados centígrados bajo cero.

El peso fundamental de la campaña de la vacunación recaerá en España en los 13.000 centros de atención primaria repartidos por todo el país. Sin embargo, los profesionales sanitarios que trabajan en los ambulatorios dudan de que puedan cumplir con las restricciones de temperatura del antígeno.

Aunque dispongamos de vacunas no tendremos la logística prevista, sobre todo si hay que mantenerlas a menos 70ºC”, ha explicado el coordinador de Salud Pública de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, José Ignacio Peis, en una entrevista con Redacción Médica.

El Gobierno ha diseñado una campaña de vacunación que debería comenzar ya en enero con los primeros grupos vulnerables de la sociedad. El candidato número uno para las primeras inyecciones es el antígeno que han desarrollado la farmacéutica estadounidense Pfizer y la compañía alemana BioNtech. Ya han obtenido luz verde en Reino Unido, mientras que la Agencia Europea del Medicamento prevé dar una respuesta el 29 de diciembre.

El calendario la convierte en la primera vacuna que previsiblemente entrará en circulación en España, pero también es la que entraña más problemas de circulación. La cadena del frío se rompe transcurridas apenas dos horas de exposición a temperatura ambiente. Por eso, la compañía prevé distribuirlas en paquetes que irán rodeados de hielo seco. La incógnita es cómo almacenarlas después para que guarden todas sus propiedades.

Peis ha lamentado que los centros de atención primaria no hayan recibido todavía ninguna notificación al respecto de organizaciones como la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España. «Dudo mucho que permita vacunar en enero”, ha insistido.

Las dificultades logísticas sonríen a Moderna

Con un horizonte tan complicado para almacenar en baja temperatura la vacuna de Pfizer-BioNtech, otros prototipos del mercado ganan protagonismo en las primeras semanas de la campaña de vacunación española. La farmacéutica Moderna prevé obtener sus aprobación de los reguladores sanitarios europeos el 12 de enero, dos semanas después que su gran competidor.

Su principal ventaja será que no precisa almacenarse a una temperatura tan baja, aunque sí debe conservarse por lo menos a -15 grados centígrados. Un umbral que podría obtenerse de una forma más eficaz en refrigeradores convencionales. Esta pequeña ventaja puede resultar decisiva para garantizar la vacunación de los primeros 2,5 millones de españoles que forman parte de los grupos iniciales de riesgo. Los ancianos de las residencias, el personal sociosanitario o las personas dependientes son los prioritarios.

No será hasta más adelante cuando lleguen otros prototipos que sí que pueden conservarse a temperatura ambiente. Diseños como el de Johnson & Jonhson sí que puede mantenerse estables entre los 2 y los 8 grados. Sin embargo, sus ensayos clínicos todavía no han entrado en la fase de revisión definitiva de la Agencia Europea del Medicamento, requisito imprescindible para comercializarse en España.

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