Las desafiantes cifras de la mayor campaña de vacunación de la historia

Pfizer, Moderna y Astrazeneca prevén producir apenas una tercera parte de las 9.000 millones de dosis necesarias para acabar con la pandemia

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

En un informe con fecha de septiembre, la división de salud de la consultora PWC advertía de que producir vacunas de Covid-19 podría no ser suficiente. «Una cadena de suministro rota podría descarrilar ese impulso, retrasando la recuperación económica y probablemente incrementando el número de vidas perdidas», reza el documento.

Entre otros cálculos, PWC vaticinaba que, en EEUU, un retraso en la distribución y entrega de las vacunas demoraría al menos 100 días la consecucion de la inmunidad de grupo (también conocida como inmunidad de rebaño), lo que tanto costaría miles de vidas más como mantendría prácticamente paralizada la actividad económica.

Más allá de EEUU e incluso del mundo desarrollado, la campaña de vacunación se proyecta como uno de los grandes retos del siglo. Calculando la eficacia de las vacunas y la necesidad de dosis extra de apoyo, la agencia AFP estima que serán necesarias 9.000 millones de dosis para que la humanidad alcance la inmunidad de grupo.

Con esta cantidad de dosis se podría vacunar en torno a 4.500 millones de personas, el 60% de la población mundial. Pero las principales farmacéuticas que ya han presentado resultados de eficacia —Pfizer, Moderna y Astrazeneca— de momento prevén producir, en conjunto, 3.300 millones de dosis en 2021.

Es decir, estas empresas fabricarán el próximo año tantas dosis como para vacunar en torno al 35% de la humanidad, en el supuesto de que no haya retrasos en la aprobación, la producción, la distribución, la entrega, la capacitación y, desde luego, la anuencia de la población a vacunarse (un reto por sí solo, a la luz de los datos demoscópicos).

Son demasiados factores en juego, sin siquiera entrar a valorar las necesidades de los países subdesarrollados, cuyos problemas no se limitan solo a la falta de recursos.

Los retos momumentales antes de la vacunación

A pesar de la velocidad con la que se han desarrollado vacunas para una enfermedad que el mundo desconocía hace un año, y de los alentadores resultados de la eficacia de las que ya han sido anunciadas a bombo y platillo, los científicos y expertos matizan que todavía hay muchos cabos sueltos con respecto a varios asuntos de suma importancia.

La revista científica Nature nombra tres temas pendientes de las vacunas: los desarrolladores deben determinar qué tan bien funcionan en personas con alto riesgo de Covid-19, así como aclarar qué tan bien protegen contra las manifestaciones más severas de la enfermedad. No se sabe tampoco si los vacunados podrán o no transmitir el virus a otras personas.

A esto se suman las faltas de transparencia que han caracterizado los anuncios de las farmacéuticas, que han optado por comunicados de prensa en lugar de estudios científicos ampliamente disponibles. Asimismo, a los científicos les preocupa sobremanera la aparentemente creciente desconfianza del público general a las vacunas.

Nature también señala como un problema relevante el precio de la vacuna. Mientras Astrazeneca (que colaboró con la Universidad de Oxford) se ha comprometido a mantenerla a precio de coste mientras dure la pandemia, Moderna y Pfizer han puesto precios elevados a sus vacunas. La revista anima a estas farmacéuticas a «cambiar esta postura».

«Sería moralmente incorrecto» no hacer que la vacuna sea asequible para los países en vías de desarrollo, asegura la publicación científica. «También sería miope porque, como suelen decir los investigadores de enfermedades infecciosas, un brote en cualquier lugar es un brote en todas partes».

No son los únicos expertos que piensan que vacunar en países desarrollados sin hacer lo mismo en países subdesarrollados sería contraproducente, especialmente en el contexto de la hipermovilidad que caracteriza la era moderna.

La alianza Covax para llevar la vacuna países subdesarrollados, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha podido comprar vacunas para unas 250 millones de personas, de las 1.000 millones que se ha propuesto vacunar. Por lo contrario, los países desarrollados tienen aseguradas ya 4.000 millones de dosis para vacunar a unas 2.000 millones de personas.

Moderna toca récord históricos a la espera de la aprobación de su vacuna.
Viales de vacunas refrigeradas. Varias de las vacunas de Covid-19 necesitan almacenarse a temperaturas muy bajas.

Almacenamiento y distribución

Una vez que se den por superados los desafíos previos a la etapa de vacunación masiva que se espera que empiece en 2021, vendrá quizá el reto más complicado de todos: distribuir miles de millones de vacunas a todo el mundo, teniendo cada una de ellas diferentes características que deben ser contempladas en toda la logística, desde el almacenamiento hasta la vacunación misma.

De las vacunas que hasta ahora se han anunciado, solo la de Oxford y Astrazeneca puede almacenarse a temperatura de frigorífico. La de Moderna debe guardarse y transportarse a temperaturas muy bajas, pero no tan bajas como la que necesita la vacuna de Pfizer y Biontech para sobrevivir. Esto sugiere que en países subdesarrollados la vacuna de Astrazeneca podría convertirse en la norma.

En Alemania (casa de Biontech, socio de Pfizer), varias empresas están fabricando ya miles de millones de viales de vidrio aptos para las temperaturas ultrabajas que requiere la vacuna. Pfizer incluso ha diseñado una suerte de maleta insulada que mantiene casi 5.000 dosis por debajo de los -70 grados Celsius. La maleta necesita 23 kilogramos de hielo seco al día; un material que puede ser peligroso si se administra mal.

¿Cómo llevarlas a los países? La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) ha estimado que se necesitarían 8.000 aviones de carga Boeing 747 para llevar una única dosis a todas las personas del planeta o, lo que es lo mismo, para transportar dosis suficientes como para inyectar a 3.500 millones de personas.

Y los retos no acaban ahí: deben fabricarse miles de millones de jeringas y de contenedores seguros para botar esas jeringas una vez hayan sido utilizadas. La Federación Internacional de Farmacéuticas también ha apuntado al empaquetado, los protocolos y las fechas de vencimiento, asuntos que no se han discutido aún públicamente.

«¿Estamos listos en términos de empaquetado y prospectos, en cómo manejamos los (distintos) requisitos nacionales y qué pasa con las fechas de vencimiento? Lo que quiero decir es que si queremos distintos empaquetados y folletos para 195 países, francamente puede formarse un cuello de botella que ni siquiera hemos discutido», ha dicho el presidente de la Federación, Thomas Cueni.

La patronal mundial de las farmacéuticas ha estimado que, para inmunizar a la población mundial, se requeriría entre 12.000 y 15.000 millones de dosis, mientras que actualmente la capacidad de producción a nivel mundial es de 3.000 a 5.000 millones, aunque esta podría aumentar.

Suscríbase a nuestro canal de Telegram para conocer la última hora sobre la pandemia del coronavirus en España, Europa y el mundo.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp