Mas alimenta su candidatura a la Generalitat aunque maneja otro nombre

El expresident se hace de rogar, pero no duda en postularse como plan B. "Lo asumiría por sentido del deber", dice

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Artur Mas sigue alimentando la expectativa de su regreso a la primera línea política una vez que se agote su periodo de 13 meses de inhabilitación el próximo febrero por haber organizado la consulta independentista del 9-N. Aunque dice que no tiene muchas ganas, evita descartarse cada vez que le preguntan si estaría dispuesto a volver a ser candidato a la presidencia de la Generalitat. Eso sí, como plan B. Su plan A sería designar a alguien «con menos tradición política» que él.

Mas no ha querido revelar el nombre en el que está pensando, aunque una de sus principales protegidas es la consellera de Empresa, Carme Chacon. Se ha limitado a apuntar que debería hacer lo que otros como él mismo han hecho en otros momentos, «jugársela para asumir un liderazgo», y ha dejado la pelota en el tejado del expresident Carles Puigdemont. «Esa persona existe pero todavía no está designada. Nuestro referente principal en este momento es el president Puigdemont, que es quien tiene que mover las fichas o como mínimo orientar las decisiones principales para que eso pueda pasar», zanjó.

Cuando Mas estaba en la Generalitat, acostumbraba a diferenciar en las entrevistas las respuestas que daba como presidente y las consideraciones que hacía a título personal, y este jueves, entrevistado en TVE, volvió a recurrir a esa técnica disociativa cuando le preguntaron si podría volver a presentarse. «Desde un punto de vista legal, sí a partir de febrero; desde un punto de vista político, no lo sé; desde un punto de vista personal, diría que no».

A Mas no lo sacaron de ahí. Si volviera, remarcó, lo haría solo «por sentido del deber y de la responsabilidad», que le pesará más  o menos «dependiendo de cómo estén las cosas», dijo, en referencia a la incertidumbre en torno al futuro del Pdecat y su encaje en Junts per Catalunya (JxCat), que sigue sin resolverse por el pulso que mantienen Puigdemont y sus fieles con los sectores del partido heredero de la antigua Convergència partidarios de levantar el pie del acelerador independentista.

Aunque su «deseo», añadió, es que, llegado el momento, «ni se plantee la cuestión», sino «que se encuentre una fórmula a través de la cual se encuentre una persona que tenga menos tradición en la política que tenga yo y que pueda asumir el liderazgo de lo que nosotros representamos en este momento».

Mas, en contra del adelanto electoral

Mas también se alineó con JxCat en su pugna con ERC en torno a la respuesta a dar a la sentencia de la causa del procés y consideró que “no es el momento de convocar elecciones” en Cataluña. Un adelanto electoral, si se produjera antes del 23 de febrero de 2020, cerraría las puertas ese regreso con el que el expresident no deja de amagar. “Es el camino fácil, pero creo que no es el bueno, entre otras cosas porque en este momento hay una  mayoría  absoluta en el Parlament a favor de  las tesis soberanistas”, argumentó.

Y lanzó un menseja e Esquerra, que es quien desde hace meses juguetea  con la idea de volver a las urnas como respuesta a la sentencia de la causa del procés: “Aquellos que nos dicen que hay que ir a elecciones nos tendrían que decir qué ocurrirá al día siguiente de las elecciones que no se pueda hacer ahora”.

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