Podemos da munición a Pablo Casado para atacar a Pedro Sánchez

El PP aprovecha el desliz de Iceta y el anuncio de que Podemos volverá a proponer un referéndum en su programa electoral para cargar contra los socialistas

Los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, y el PP, Pablo Casado, en una imagen de archivo. EFE/Paco Campos

Los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, y el PP, Pablo Casado, en una imagen de archivo. EFE/Paco Campos

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Pretende el PSOE mantener un perfil bajo por lo que respecta a Cataluña, patata caliente que le conviene enfriar, pero no es fácil. Porque PP, Cs y Vox, por el contrario, aprovechan cualquier excusa para llevar el ascua a la sardina catalana. Y, si el jueves fue el líder del PSC, Miquel Iceta, quien se la suministró con sus declaraciones sobre la necesidad de encauzar las demandas del independentismo cuando alcance un 65% de apoyo, este viernes fue Pablo Iglesias

El jefe de filas de Podemos aprovechó el rebufo del incendio que Iceta generó en la sala de máquinas socialista para anunciar que la formación morada volverá a incluir en su programa electoral un referéndum en Cataluña. Iglesias, entrevistado en la SER, dijo que el programa incorporará esa «solución democrática», aunque matizó que la consulta no sería sobre la independencia, sino que plantearía varias opciones.

No puede considerarse ninguna sorpresa. En primer lugar, porque tanto en los comicios de 2015 como en los de 2016, Podemos ya proponía impulsar un referéndum pactado para redefinir la relación de Cataluña con el resto de España. Y, last but not least, porque para los comunes es clave mantener esa reivindicación, más teniendo en cuenta la ofensiva de ERC para pescar en el caladero de Ada Colau votantes de izquierdas no necesariamente independentistas.

Sánchez, objetivo prioritario

El movimiento de Iglesias no solo supone una andanada contra Sánchez, líder destacado en la carrera si nos guiamos por las encuestas, lo que le sitúa como el objetivo a abatir a derecha e izquierda, sino que, junto con lo que en el propio PSOE consideran un error de Iceta, se convirtió de inmediato en munición en manos de Pablo Casado para volver a cargar contra Pedro Sánchez. Casado, además, necesita percutir con Cataluña para tratar así de recupear el terreno perdido también en clave demoscópica respecto a Vox. Así que el efecto dominó de anuncios y declaraciones propició este viernes una curiosa pinza con la que pellizcar a los socialistas.

De modo que, en un acto en Palencia, el presidente del PP volvió a sacudir a costa de Iceta el espantajo de los supuestos pactos secretos entre Sànchez y el president Quim Torra, y esgrimió la amenaza que supone que el PSOE pueda pactar con una formación de ámbito nacional que también promueve el referéndum, por lo que tendría de hacerle el caldo gordo al independentismo.

El «viernes social» como contramedida

Así las cosas, y con Torra insistiendo también esta semana en que su apoyo tras las elecciones seguirá teniendo el mismo precio que le pusieron a aprobar los presupuestos cuya caída precipitó la convocatoria electoral, los socialistas delegaron la reacción en el Gobierno, que, en modo «viernes social», anunciaba la mayor oferta anual de empleo público desde antes de la crisis, y que aprovechó para volver a marcar distancias con los independentistas.

«El proyecto socialista combate de manera muy contundente el independentismo», zanjó la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, que hasta la ruptura de las conversaciones el mes pasado fue la principal interlocutora del gobierno catalán. La portavoz del ejecutivo, Isabel Celaá, remachaba el mensaje insistiendo que el derecho de autodeterminación que esgrime el soberanismo «no existe», y que el referéndum es «una raya roja» que el Gobierno no piensa pisar. Queda un mes que puede ser muy largo para las elecciones, así que les tocará insistir aún muchas veces más.

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