Podemos ve «racista» el manifiesto a favor de que el catalán sea la única lengua oficial

Puigdemont rechaza criticar el documento y asegura que, como es "académico", el Parlament "no tiene que valorarlo"

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Un grupo de lingüistas presentó la semana pasada el manifiesto Koiné en el que piden que el catalán sea la única lengua oficial en Cataluña. El documento ha traído cola. Tanta, que el jefe del grupo parlamentario de Catalunya sí que es pot, Lluís Rabell, lo ha calificado este miércoles durante la sesión de control parlamentaria de «racista».

Rabell considera que el manifiesto es también fruto del «fundamentalismo cultural» y que pone en peligro la cohesión social en Cataluña al tildar a la inmigración del resto de España que vive en esta comunidad de «colonizadores del franquismo». En definitiva, el líder del grupo parlamentario que engloba a Podemos e ICV sostiene que ese manifiesto no es más que «el reflejo invertido de las presiones contra el catalán por parte de la derecha española».

Un debate «académico»

Por eso, Rabell ha querido saber cuál es la posición del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sobre este manifiesto. Quizá el diputado podemita esperaba que Puigdemont saliese en defensa del bilingüismo, pero se ha quedado con las ganas. El president ha rechazado que el manifiesto Koiné sea racista  y ha evitado en todo momento abogar por la igualdad del catalán y el castellano.

Para no comprometerse demasiado, Puigdemont ha remitido en varias ocasiones al programa electoral de su coalición, Junts pel sí, y al final ha subrayado que el debate sociolingüístico es algo «académico», que «el Parlament no tiene que entrar a valorar», pese a que es precisamente la Cámara legislativa la que ha dictado leyes como la de la inmersión lingüística en las escuelas o la que permite multar a los comerciantes que rotulan en castellano.

Una moción muy polémica

La de este miércoles ha sido la mejor intervención de Rabell desde que llegó al Parlament el pasado septiembre y le ha valido incluso una felicitación del primer secretario del PSC, Miquel Iceta. La pregunta del podemita ha servido también para calentar la sesión de control. Por eso, cuando Iceta ha preguntado sobre la moción que la CUP y Junts pel sí votarán el jueves reiterando su voluntad de declarar la independencia y desobedecer a las instituciones españolas, Puigdemont ha saltado.

Se ha negado a contestar de forma directa a Iceta y le ha remitido a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que es, a su juicio, quien debe responder este tipo de preguntas. Después, la jefa del grupo parlamentario de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha insistido sobre esta polémica moción. A Arrimadas le preocupa el punto cuarto en el que se aboga por que los Mossos d’Esquadra no cumplan con su cometido como policía judicial y no ejecuten los requerimientos de la Audiencia Nacional.

Tampoco Puigdemnont ha querido ser claro y contundente en su respuesta a Arrimadas. No obstante, Junts pel sí, que engloba a CDC y ERC, votará mañana en contra de ese punto número cuatro, que ha redactado la CUP, ya que Puigdemont no quiere convertir a los Mossos en la policía de la independencia, tal y como publica hoy Economía Digital.              

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