Arrimadas afronta una rebelión interna en Ciudadanos tras el fiasco en Castilla y León

Ciudadanos pide a sus dirigentes resistir en las diputaciones y ayuntamientos donde apoyan al PP por miedo a una salida masiva de cargos hacia el partido de Casado

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en rueda de prensa tras la reunión del Comité Ejecutivo de Ciudadanos, este lunes en Madrid. EFE/Javier Lizón

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en rueda de prensa tras la reunión del Comité Ejecutivo de Ciudadanos. Foto de archivo: EFE/Javier Lizón

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El desánimo se adueña de los dirigentes de Ciudadanos que ya no quieren dar la cara por Inés Arrimadas. Nadie quiere dar el paso y presentarse como candidato de consenso en unas primarias tras el fiasco en Castilla y León. Distintas provincias se rebelan contra la orden de ir a por Pablo Casado en el escaparate de las redes sociales.

El partido, a su vez, les pide que resistan en las diputaciones y ayuntamientos donde apoyan al PP. Las primarias son traicioneras y Arrimadas no quiere más guerras orgánicas por temor a una mayor fuga de cargos con destino Génova 13. Arrimadas se queda sola y Ciudadanos se hunde con una ruptura en tres de los cuatro gobiernos que compartían (Murcia y Madrid), además de la ciudad de Granada.

El escaso sanedrín de Arrimadas recomienda celebrar unas «primarias de consenso» antes del domingo para centrarse cuanto antes en la estrategia de los próximos comicios en Castilla y León el próximo 13 de febrero, día de los enamorados. Pero de enamorados, precisamente, no va la cosa. «No podemos no celebrar primarias», señala un miembro de la Ejecutiva. «Esa opción nunca ha estado sobre la mesa», responde otro.

«Nadie quiere presentarse» a las primarias

Pero lo cierto es que Arrimadas busca un «candidato de consenso» para animar a los suyos a que participen y enterrar viejas heridas. «Nadie quiere presentarse», habla un cargo medio de Cs en Castilla y León. Las cartas están sobre la mesa y vaticinan que este cabeza de cartel tendrá que ir por Valladolid, única provincia donde las encuestas dan un escaño, de los 12 que tiene ahora, para tener representación en el hemiciclo.

Los cargos consultados niegan que se vayan a presentar o asumen que «nadie quiere poner la cara» para certificar el hundimiento de un partido que ha pasado de sacar 26 diputados en Madrid a cero en dos años. «La moción de Murcia pasó factura», asumen y recriminan a la dirección «los giros del partido» que ahora generan inquietud y «desconfianza» como para dar la cara.

Así que en la terna de candidatos suenan los mismos de siempre. El ‘archienemigo’ de Arrimadas, Francisco Igea. Éste, como si de un malvado de cómic se tratase, osó enfrentarse a la líder naranja en las primarias tras la salida de Albert Rivera hace dos años y no han dejado de tener choques desde entonces.

Sin embargo y en estos momentos, la líder naranja podría ‘comerse el sapo’ del exvicepresidente de la Junta al igual que hizo Unidas Podemos tras aceptar a un juez propuesto por el PP para renovar parte de los órganos constitucionales.

Igea ya dejó claro a través de las redes sociales que, de inmediato, había solicitado volver a su puesto de médico en el Hospital de Palencia. Sin embargo, fuentes de su entorno confirman que «si se lo piden» los suyos no se opondría a presentarse de nuevo.

La otra candidata que también suena fuerte es otra conocida en la ‘casa’. Se trata de la coordinadora en la comunidad, Gemma Villarroel. Arrimadas la colocó de portavoz en la Diputación de León, tras varios roces con Igea para vigilar a él y a su equipo. Fuentes del partido consideran que Villarroel «no suscita mucho consenso».

Un tercer candidato podría asomar también como «opción de consenso», según apuntan algunos. Se trata de Luis Fuentes, presidente de las Cortes y conocido en el territorio, pese a no tener proyección nacional. Esta opción se estaría barajando como posible apoyo por la dirección nacional para mediar entre los dos sectores representados por los dirigentes anteriores. Aunque, no hay nada decidido todavía, según confirman.

Arrimadas, a por Casado en las redes pero atando las diputaciones

La desobediencia también manda estos días en Cs frente a las ordenes de Arrimadas. La dirección y los cargos más visibles de la formación han emprendido estos días, tras el anuncio de adelanto electoral en Castilla y León, una campaña contra el PP, su presidente Pablo Casado y, en especial, contra Alfonso Fernández Mañueco.

«¿Tan mal se le está dando al PP vender su bulo, que ha tenido que ir a buscar declaraciones y manipularlas después de reventar un gobierno?», señala el partido en su Telegram. «El error de Cs fue darle todas las presidencias autonómicas al PP», ha destacado Arrimadas.

Sin embargo, no todos han cumplido esta orden de «ataque» a los populares. Territorios como Andalucía o Aragón se llevan francamente bien con sus compañeros del PP y hacen caso omiso de las órdenes de la líder de Cs. Así y desde el equipo de Juan Marín mantienen la calma y aseguran que son «ajenos» a esas disputas porque «nos interesa seguir gobernando para los ciudadanos».

Dirigentes naranjas de peso en Aragón estuvieron este domingo, un día antes del anuncio de adelanto electoral, en el Congreso del PP de Aragón para apoyar al alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, en su nombramiento como barón autonómico. «Nosotros tenemos confianza y buen entendimiento con el PP», destacan.

Gresca en redes sociales y apoyo en el resto de diputaciones y ayuntamientos. El mensaje de Arrimadas podría parecer un poco contradictorio sino fuera por el temor a una nueva estampida de cargos naranjas a las filas populares.

Desde Cs han dado orden a los suyos de resistir en los ayuntamientos y diputaciones que sostienen a los de Casado. Por ello, insisten en que la Diputación de Zamora «no corre peligro» y seguirá, por tanto, como presidente, Francisco José Requejo, pese a que es el único diputado de Cs. Como tampoco corren peligro Ávila, Palencia y Salamanca.

Inés Arrimadas y Juan Marín.
Inés Arrimadas y Ciudadanos ligan buena parte de su futuro al de Juan Marín en Andalucía. Foto: EFE

Y también resisten aquellos cargos naranjas que, pese a la instrucción de que cesen dada por la dirección antes de que lo haga el PP, se mantienen en las distintas consejerías del gobierno de Mañueco. Los populares aseguran que no se van a producir más ceses: «Que sean ellos los que se retracten». Mientras estos cargos medios desobedecen la orden de Arrimadas y se mantendrán unos días hasta la disolución del ejecutivo.

La moción de censura en Murcia tuvo su réplica con la desaparición de Cs en Madrid. Nada salió como esperaban. En Murcia, Fernando López Miras se mantuvo en el poder con al apoyo de tres diputados naranjas. Isabel Díaz Ayuso se adelantó a sus socios y arrasó en las últimas elecciones del 4M.

Los naranjas se aferran a Andalucía, su único bastión, donde el adelanto electoral también parece muy próximo. Aunque también miran de reojo el precedente del Ayuntamiento de Granada, donde una ruptura por parte de los naranjas dio al PSOE el consistorio.

En el PP piensan que la historia se repetirá en Castilla y León y, por eso, miden los tiempos con extrema prudencia. Los populares consideran que la cascada de dimisiones entre los cargos de Cs «está al caer», mientras los de Arrimadas intentan cerrar filas. El desánimo cunde entre los cargos territoriales de Cs

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