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Alrededor de 500.000 personas desbordaron el Paseo de Gràcia, la avenida más elegante de Barcelona, para protestar contra el terrorismo tras los atentados en Las Ramblas y en la ciudad de Cambrils. La cabecera estuvo integrada por una pancarta con el lema “No tinc por” (No tengo miedo), portada por bomberos, mossos d’esquadra, guardias urbanos, enfermeros, guardias civiles y auxiliares que pudieron, con pericia profesional, atender la emergencia tras el paso de la furgoneta que atropelló a 130 personas en Las Ramblas, de las cuales 13 han muerto.

A 100 metros se encontraban las autoridades encabezada por el rey Felipe VI, quien estuvo acompañado por el presidente de gobierno Mariano Rajoy, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y los presidentes del Congreso y del Senado, además de los titulares de varios gobiernos autonómicos y de representantes políticos.

Sus presencias no pasaron desapercibidas: la llegada del rey y Rajoy fue acompañada por silbidos y gritos de ‘¡fuera!’ o ‘¡independencia!’. Además varias pancartas les culpaban de mantener tratos comerciales con los países del Golfo y de no frenar la venta de armas. La más grande, tan larga como la de la cabecera decía en catalán: ‘Vuestras políticas, nuestras muertes’ con las efigies del exministro de Defensa Pedro Morenés, el Rey de Arabia, el Rey Felipe VI y los expresidentes Tony Blair (Reino Unido), George W.Bush (EEUU) y José María Aznar (España).

Pese a que desde el ayuntamiento se había pedido que no haya banderas, en la manifestación se vieron numerosas senyeras independentistas, así como algunas banderas españolas.  

Pero el pedido más popular se expresaba en las pancartas en azul que decían “La mejor respuesta es la paz” y la consigna oficial de “No tengo miedo”, escrita en catalán y castellano. Casi todos los carteles se han centrado en el rechazo a la violencia y al terrorismo, con lemas como «No a las guerras», y también se han podido ver numerosas camisetas con la palabra Barcelona, donde la «l» se ha cambiado por un crespón negro.

El Gremio de Floristas de Barcelona, la Asociación de Empresarios Mayoristas Mercabarna Flor y el Mercat de Flor y Planta Ornamental de Catalunya repartieron gratuitamente 70.000 rosas, de las cuales 50.000 son rojas, 10.000 blancas y otras 10.000 amarillas.

El acto finalizó 40 minutos más tarde, cuando la cabecera llegó a Plaza Cataluña. En un escenario, la actriz Rosa Maria Sardà y la representante de la entidad Ibn Battuta Míriam Hatibi leyeron una breve proclama en el que expresaban el sentir de la ciudad que no tiene miedo frente al terrorismo, y luego repasaron diversos textos de Federico García Lorca que tienen a Las Ramblas como fuente de inspiración. Tras los acordes del El cant dels Ocells, de Pau Casals, la cabecera se diluyó mientras miles de personas seguían marchando con rosas y pancartas a favor de la paz a lo largo de Paseo de Gràcia. 


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