BCN busca cómo acabar con la agonía del Hospital del Mar
El alcalde Trias contempla privatizaciones o derivar fondos de inversiones ordinarias para acabar la obra que la Generalitat dejó a medias
El Hospital del Mar agoniza. La Generalitat dejó en dique seco las obras de ampliación del centro sanitario en 2010. Desde entonces, el hospital barcelonés, que ya se encontraba al límite de sus posibilidades, ha ido de mal en peor.
El alcalde de la ciudad, Xavier Trias (CiU), estudia opciones para conseguir los 30 millones de euros para concluir los trabajos que la administración catalana dejó a medias.
Estrategias
Trias ha contemplado tres posibilidades para lograr fondos, según fuentes consistoriales. Dos de ellas tiene que ver con privatizaciones que han sonado en los últimos meses en el ámbito municipal: resolver el 15% de la participación pública de Serveis Funeraris (se esperaban unos ingresos de 28 millones de euros) o bien invertir parte de los fondos que se espera con la privatización de los parkings de la empresa municipal B:SM.
La tercera vía está relacionada que ver con desplazar fondos de la partida de inversiones ordinarias de la ciudad al hospital.
Urgencias, al límite
Hay prisas para reiniciar las obras. Fuentes sanitarias aseguran que los servicios del hospital están sobrepasados. Se trata del centro público –propiedad de un consorcio conformado por Generalitat (60%) y el Ayuntamiento (40%)– de referencia para dos de los distritos de rendas más bajas de la ciudad –Ciutat Vella y Sant Martí–. La saturación se hace evidente en urgencias o en maternidad. “Tenemos pacientes hacinados en los pasillos. No hace mucho tuvimos una visita con un cargo político. No se creía que esto no estaba preparado”, explica un doctor, quien añade: “Es todo muy indigno”.
Fuentes del hospital denuncian también otro aspecto: la seguridad. “Se construyeron unos generadores eléctricos y depósitos provisionales. Si ocurriese algo, estaríamos frente a un gran peligro”, apuntan. Las mismas fuentes indican que los servicios de emergencias tendrían problemas para acceder a la zona. Los 30 millones que Trias busca aliviarían la situación del hospital pero en ningún caso supone finalizar la obra completa. Los fondos servirían para completar la primera fase de la ampliación.
Prioridad política
Al alcalde, que ha hecho de esto un asunto de primera categoría, se le echa el tiempo encima. El mandato ya ha pasado del ecuador y aún no ha logrado desencallar acuerdo alguno. Y eso que él mismo lo pactó en el Pla d’Actuació Municipal (PAM) con el PSC. Pero, finalmente, ninguneó esa hoja de ruta con los pactos presupuestarios con Alberto Fernández Díaz (PP). Trias podría apurar sus opciones para reactivar los trabajos con vista a las municipales del 2015, año en que también se celebra el centenario del hospital.
La habilidad política del Ejecutivo municipal decidirá el futuro del hospital. El alcalde debe conseguir apoyos de la oposición para asegurarse la aprobación de la medida. De entrada, el PSC no daría su voto a favor por las privatizaciones pero podría llegar a negociar por los fondos del Consistorio. Con el PP, el primer edil lo tiene más difícil. Los populares han criticado varias veces a Trias por suplir las deficiencias económicas de la Generalitat con la ciudad.