El nacionalismo tensa la cuerda a Sánchez y amenaza con tumbar los Presupuestos

Los principales socios de Sánchez, ERC y PNV, se inclinan por presentar una enmienda a la totalidad de las cuentas y negociar hasta su votación, el 4 de noviembre

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. Foto: EFE

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Los socios de Pedro Sánchez tensan la cuerda y amenazan con tumbar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en el Congreso de los Diputados. Por si no tuviera suficiente con la crisis de Gobierno con Unidas Podemos a costa de la reforma laboral, Sánchez también se ve atrapado en la negociación de las cuentas públicas con los nacionalistas que amenazan con tumbarlas en la votación prevista para el próximo 4 de noviembre.

Como ya es tradición en la negociación presupuestaria, ERC, PNV, Junts y el resto de partidos regionalistas comienzan a desplegar sus estrategias para conseguir el máximo de cesiones por parte del Estado gracias a la negociación de los Presupuestos.

Este año, además, es importante porque se consideran las últimas cuentas públicas que logre sacar adelante el Ejecutivo de Pedro Sánchez antes de las elecciones y los socios de investidura apuestan por exprimir a PSOE y Unidas Podemos para obtener el mayor rédito y que se cumplan las cesiones ya comprometidas.

El Proyecto de Presupuestos se encuentra en estos momentos en la primera fase, correspondiente a presentar enmiendas a la totalidad. Esto se traducen en un rechazo a todo el proyecto de Presupuestos.

En ese escenario el Gobierno de Sánchez podría prolongar los Presupuestos de este año, como sucedió en anteriores legislaturas con las cuentas firmadas por el ministro de Hacienda del Partido Popular, Cristóbal Montoro, pero la actual legislatura ya quedaría vista para sentencia.

Los partidos tienen hasta este viernes a las 14:00 horas para registrar estas enmiendas a todo el articulado, que podrían retirar antes de la votación de la próxima semana si el Gobierno cede ante sus exigencias.

Es ahora cuando Esquerra Republicana de Cataluña (13 diputados), Partido Nacionalista Vasco (6), EH Bildu (5), PDeCAT (4), Más País (2), Compromís (1), Nueva Canarias (1), Partido Regionalista de Cantabria (1) y Teruel Existe (1) entienden que deben presionar con sus reivindicaciones a cambio de contrapartidas.

ERC amenaza con la Ley Audiovisual

Los republicanos ya tienen redactada la enmienda a la totalidad y están a la espera de una reunión del partido Madrid-Barcelona mediante videoconferencia para activar el botón de ‘rechazo’ y presentarla en el registro del Congreso.

La nueva Ley Audiovisual se ha convertido en el caballo de batalla de ERC hasta el punto de exigir que las plataformas de contenidos audiovisuales, como Netflix, ofrezcan un 7,5% de contenidos en catalán. De lo contrario, los republicanos amenazan con tumbar las cuentas.

El secretario del PSC, Salvador Illa, salió este jueves al rescate de los suyos comprometiéndose con ERC para que la norma respete las lenguas cooficiales, pero a su vez destacó la importancia de no entorpecer el proyecto de presupuestos: «Puede mejorarlo si cree que tiene propuestas para hacerlo, pero no bloquear su discusión y su tramitación» con una enmienda a la totalidad.

En las últimas semanas, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha tenido que coger el mando respecto a este asunto, ya que su departamento es el encargado de impulsar la ley.

La titular de Economía se abrió la semana pasada a mejorar «la protección de las lenguas cooficiales» en el texto final, tal y como este jueves recordó Illa para conseguir el voto de los republicanos. Pero desde ERC exigen además ayudas a la producción audiovisual y una tasa para financiar TV3.

Los republicanos también insisten en el traspaso de Rodalies, así como solventar «incumplimientos» de los acuerdos pactados en las actuales cuentas como los relacionados con el ingreso mínimo vital. «Estas propuestas son imprescindibles», señalan desde la formación catalana.

Los socialistas consideran a ERC como socio prioritario, ya que sus 13 votos son fundamentales para sacar adelante las cuentas de 2022 junto a los votos del PNV. Fuentes del partido explican que, en estos momentos, «se sigue trabajando» con la formación independentista para pasar este primer trámite de enmiendas y «continuar negociando», según la intención del PSOE.

Desde la formación de Pedro Sánchez prefieren no airear el contenido de estas reuniones de última hora pero ya advierten que, a una mala que los republicanos registrasen una enmienda a la totalidad del articulado, también podrían retirarla antes de la votación del próximo 4 de noviembre. Con esto, dejan entrever que los contactos continuarán pasado este viernes y hasta la próxima semana.

El PNV exige el IMV y el tren de alta velocidad (TAV)

El Gobierno también se encuentra negociando a contrarreloj con el PNV. El lehendakari Iñigo Urkullu se ha sumado estos últimos días a la presión que realiza su partido en la Cámara Baja y apremia al presidente del Gobierno a cumplir con las transferencias y el tren de alta velocidad (TAV), mientras los jeltzales no descartan enmendar a la totalidad las cuentas.

Los nacionalistas echan en cara a Sánchez que el lunes se cumplieron 42 años del Estatuto de Gernika y todavía hay 27 competencias pendientes de transferir al País Vasco. A ello, suman los conflictos competenciales con el Estado ante el Tribunal Constitucional sobre materias ya transferidas, pese al compromiso de Moncloa para desactivar esta vía. Así desde el PNV hacen ver que «el enfado es enorme».

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, hablando con Pedro Sánchez en el Hemiciclo. Foto: EFE

La formación también exige al Gobierno que le permita administrar de manera autónoma el Ingreso Mínimo Vital (IMV) que actualmente gestiona el Ministerio de Seguridad Social de José Luis Escrivá. Una promesa del Ejecutivo establecida para octubre de 2020 y todavía sin materializar.

Fuentes socialistas admiten que continúan negociando con los nacionalistas vascos y afirman que «todo llega», pero también recuerdan el cumplimiento de otros «hitos», como así denominan, a la aprobación de un calendario que, por primera vez, recoge todas las transferencias que siguen sin cambiar de manos pese a lo que recoge el Estatuto, incluida la gestión del régimen económico de la Seguridad Social; y el traspaso de las prisiones, competencia que ejerce el Gobierno vasco desde el pasado 1 de octubre.

Para Pedro Sánchez, el PNV también es socio preferente puesto que necesita sus votos y, según fuentes parlamentarias, las negociaciones «van bien» hasta el punto de sugerir «cierto teatro» de cara a los medios para arrancar más concesiones a última hora.

Por la parte del PNV también desvelan que se han encontrado con «bastante escollos» esta última semana debido a la tensión de los últimos días entre los socios de gobierno a cuenta de la derogación de la reforma laboral y la retirada del escaño al diputado morado Alberto Rodríguez. Los vascos admiten que la sima que separa a PSOE y Unidas Podemos «parece profunda» debido a que «no han trabajado demasiado los desacuerdos».

Junts presiona con una enmienda a la totalidad

Pese a ser irrelevantes en número de escaños, Junts ha querido dar un golpe sobre la mesa y forzar a ERC a tomar su camino. El partido de Carles Puigdemont ha decidido presentar una enmienda a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado, y lo ha justificado con los incumplimientos de Moncloa con las «ejecuciones» posteriores.

La ejecutiva de Junts ha apurado los plazos antes de anunciar que intentaría tumbar las cuentas de Moncloa «por si existía un cambio de posición en el Gobierno durante el día de hoy». Pese al ultimátum, ya apuntaban desde el grupo parlamentario a que presentarían este trámite porque los avances en las negociaciones con el PSOE y Unidas Podemos no habían sido nada satisfactorios.

Una decisión que también ha secundado la CUP, cuyos diputados en el Parlament son claves para que ERC y Junts puedan aprobar sus cuentas para el año 2021. Los anticapitalistas han puesto de excusa la negativa de Sánchez de aceptar un referéndum de «autodeterminación» y la «amnistía» como solución al conflicto político que vive Cataluña.

La portavoz antisistema en el Congreso, Mireia Vehí, –cuyo partido solo cuenta con dos diputados en el Congreso– cree que la apuesta social de las cuentas presentadas por el gobierno del PSOE y Unidas Podemos son insuficientes. «Cuando la izquierda no hace su trabajo, abona el camino a la extrema derecha», ha lamentado.

Los minoritarios se sienten utilizados por el Gobierno

El resto de socios regionalistas también aprietan a Sánchez con las cuentas. El Gobierno todavía necesita un par de votos para obtener la mayoría 176 escaños y sacar los Presupuestos adelante y de eso se están sirviendo para insistir en que los contactos «tienen que ser más fluidos».

Esa es su principal reivindicación, ya que algunas formaciones pequeñas sienten que solo les llaman cuando el PSOE «requiere con urgencia nuestro voto». Partidos como Más País, Compromís, Teruel Existe, PRC o el BNG tienen en su mano acabar de dar forma a esa mayoría, en caso de contar con el apoyo de ERC y el PNV.

En cuanto a la posición PDeCAT, ahora en solitario tras la ruptura con Junts, no prevé una enmienda a la totalidad a los presupuestos de Pedro Sánchez. Una posición que también mantiene el BNG.

Por su parte, Ciudadanos se suma a PP, Vox y Foro Asturias y anuncia que presentará un proyecto alternativo al texto del Ejecutivo. Mientras que Vox ya ha presentado la enmienda a la totalidad.

La prioridad del Gobierno pasa por aprobar los Presupuestos «en tiempo y forma» para canalizar cuanto antes los fondos europeos y acelerar la recuperación económica. El primer paso del PSOE y Unidas Podemos será superar las enmiendas a la totalidad, para lo que deberán cerrar antes un acuerdo ‘in extremis’ con sus potenciales socios antes de la votación de la semana que viene.

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