La Generalitat se compromete a asumir las responsabilidades jurídicas de la desobediencia a la sentencia de la inmersión

La moción de la CUP apoyada por ERC, Junts y Catalunya en Comú pide que se dé "seguridad jurídica" a los profesores para que puedan implementar la inmersión en los centros educativos

El conseller de Educación, Josep González-Cambray, en un pleno del Parlament marcado por el 25% de castellano y el fin de la inmersión lingüística.EFE/Marta Pérez

El conseller de Educación, Josep González-Cambray, en un pleno del Parlament. EFE/Marta Pérez

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ERC, Junts, los Comuns y la CUP han apoyado una moción presentada por los anticapitalistas para blindar la inmersión lingüística e instar al Govern a que blinde a los docentes de posibles responsabilidades penales si se desobedece la sentencia del Tribunal Constitucional. El PSC, Vox, Cs y PP han votado en contra de este punto.

La moción aprobada por la Cámara catalana insta al Govern a que «la consellería de Educación asuma la plena responsabilidad política y jurídica en la instrucción y aplicación de estos objetivos –la inmersión lingüística–, garantizando la seguridad jurídica del profesorado en su implementación en los centros educativos».

El texto presentado por la CUP es un alegato a favor del monolingüismo escolar y la desobediencia contra el 25% de castellano: «Defender las plenas competencias y capacidades de la Generalitat, de acuerdo con los acuerdos y decisiones del Parlament, en materia de modelo lingüístico y de metodologías educativas en los centros escolares de Cataluña».

La moción insta al Govern a hacer este paso, pero será la consellería de Educación quien tenga la última palabra sobre cómo se da cobertura jurídica a los profesores. La CUP y Junts piden al Govern que centralice los proyectos lingüísticos para descargar a los profesores, algo que también defiende el sindicato USTEC, mayoritario en la enseñanza.

La CUP: «Hace falta dar seguridad política y jurídica»

«Garantizar que la lengua catalana sea, efectivamente, la lengua vehicular de la enseñanza en Cataluña en todos los ciclos y etapas educativas, así como en las actividades extraescolares», recoge el documento presentado por la CUP, que además asegura que la inmersión es la vía para asegurar «la competencia lingüística del alumnado en catalán, castellano y una tercera lengua».

El diputado de la CUP, Carles Riera, ha pedido que «haya un apoyo valiente al modelo de inmersión lingüística» y ha criticado que gobiernos de CiU, JxSí y ERC hayan «acatado sin excepción las 80 sentencias que imponían las cuotas de castellano en los colegios»: «Hace falta dar seguridad política y jurídica».

Junts per Catalunya, que ha sido el primero en cerrar filas por la moción, ha tildado las críticas al acoso del menor de Canet de Mar por pedir educación bilingüe como «ataques de la extrema derecha lingüística dan mucha vergüenza política por la mentira y la tergiversación», que le generan «rechazo» por esta «desesperación de la violencia verbal que demostraron».

La diputada de ERC, Mònica Palacín, ha asegurado que «los alumnos perciben el catalán como una lengua académica», más que como una herramienta de «conocimiento y de oportunidades» ante la falta de «referentes en los espacios de entretenimiento, especialmente en el ámbito digital».

El PSC: «¡Dejen de tirarnos las lenguas a la cabeza!»

Más comedidos han sido desde el PSC. Los socialistas se han abstenido en el punto relativo a que se debe «garantizar la aplicación de la inmersión» y han votado en contra de que la Generalitat centralice toda la responsabilidad jurídica de la desobediencia a la sentencia. «Dejen de tirarnos las lenguas a la cabeza», ha exclamado la diputada Ester Niubó.

Desde Ciudadanos, Nacho Martín Blanco ha criticado las tesis «etnonacionalistas lingüísticas» de la CUP y la contradicción con sus planteamientos internacionalistas: «No es habitual en nuestro marco occidental» y ha lamentado que en Cataluña no se pueda tener un «debate sano sobre la cuestión de la lengua».

El diputado de Vox que ha fijado la posición del grupo, Antonio Gallego, ha asegurado que se pretende «extirpar el idioma común de todos los españoles y el mayoritario». Desde la formación de Ignacio Garriga, aseguran que trabajarán para que «cualquier español pueda estudiar en castellano sin que sea señalado, perseguido o sufra buyilling».

Quien ha tirado de ironía ha sido el líder del PPC, Alejandro Fernández. «La inmersión no es un modelo de éxito, ¿cómo puede serlo si ustedes dicen que está peor que con Franco? ¿Qué pasa, que Franco defendía el catalán mejor que ustedes?«. El diputado popular ha lamentado que el catalán se haya vuelto «antipático» para una parte sustancial de la «población catalana».

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