El súper ministro De Guindos tiene las manos libres para recortar

Reducir el déficit, mediante el ajuste de 5.000 millones de euros, es el primer desafío del titular de economía e industria

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Los cambios de Mariano Rajoy en el gabinete potencian el poder de Luis de Guindos frente a Cristóbal Montoro: con la absorción del área de Industria para Economía, y la quita de Administraciones Públicas de la esfera de Hacienda, De Guindos refuerza su peso en el gabinete para tener las manos más libres para atar diversos cabos sueltos en materia económica.

De Guindos tiene que reforzar su papel dialogante con la oposición: el Partido Popular sólo tiene 137 diputados en el Congreso, y para cualquier ley está obligado a sentarse en la mesa de negociaciones.

Un problema que debe resolver contrarreloj es cumplir con las metas de déficit comprometidas con Bruselas, cuyo primer punto es saber dónde recortar para lograr un ajuste superior a los 5.000 millones de euros. El 15 de octubre el Gobierno envió a la Comisión Europa un borrador de los presupuestos para 2017, pero el organismo supra nacional exige la versión definitiva ni bien termine el período de trabajar en funciones.

En concreto, la Comisión reclama que se cumpla el objetivo del déficit, que debe situarse en el 3,1% del PIB, y que por ahora se encuentra en el 3,6%. Para rebajar estas cinco décimas, además del recorte citado, De Guindos confía en que se mantenga la previsión de crecimiento del 2,9% para este año, y del 2,3% para el 2017.

Que la economía siga en velocidad crucero, como ha sido este año de gobierno en funciones, es otra de las cuentas pendientes, que va en paralelo al objetivo de reducir la tasa del paro por debajo del 20%, y poder crear los prometidos dos millones de puestos de trabajo.

Nubarrones en el horizonte económico

El ministerio de Economía tiene que seguir exigiendo a las entidades financieras que sigan devolviendo las ayudas concedidas por el Gobierno tras los rescates bancarios que evitaron el colapso del sistema en la crisis. Estamos hablando de más de 51.000 millones de euros que se han otorgado desde 2009.

Dos de estos bancos nacionalizados, Bankia y BMN, tienen pendientes un proceso de fusión a cargo del FROB, que no llegará hasta después de las Navidades; y cuando se concrete, el gobierno sabrá con más precisión cuánto dinero público ha invertido en el rescate bancario.

De Guindos deberá pilotear la economía con otros nubarrones en el horizonte, como el ascenso en el precio del petróleo, la disminución de la política monetaria expansiva y un descenso en la cotización del euro. El «brexit» plantea un frente dual: mientras que la economía se puede beneficiar con la llegada de industrias y organismos que abandonen territorio británico, hay sectores como el agrícola que verán más complicadas sus exportaciones por la depreciación de la libra, misma causa que puede golpear a la industria turística española con una merma del volumen de visitantes del Reino Unido.

El Gobierno no puede demorar mucho tiempo en definir dos importantes nombramientos –entre muchos pendientes en varias secretarías y otras dependencias-. Uno es el del presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que tras la partida de Elvira Rodríguez, está a cargo en forma interina de Juan Manuel Santos-Suárez. El otro es el de la Oficina Económica del Gobierno, cuyo titular Álvaro Nadal pasó al nuevo Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital

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