El juicio a los Mossos que hicieron de escoltas de Puigdemont se celebrará el 24 de mayo

La Fiscalía pide para ellos tres años de prisión por un presunto delito de encubrimiento, al ayudar a Puigdemont a escapar de Finlandia para sortear la euroórden por rebelión

Un informe de inteligencia europeo confirma las conexiones de Carles Puigdemont con espías rusos. En la iamgen, el expresident aparece en un acto independentista en Perpiñán, Francia. EFE/DB/Archivo

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Los Mossos que fueron detenidos en Alemania por hacer de escoltas de Puigdemont comenzará el próximo 24 de mayo en la Audiencia Nacional. Los agentes están acusados de encubrimiento, motivo por el que la Fiscalía pide para cada uno de ellos una pena de tres años de prisión.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado que se abra el juicio oral a través de una nota de prensa. Los dos agentes fueron procesados por el Juzgado Central de Instrucción Número 6 al considerar que su objetivo era evitar que el expresidente fugado fuera detenido tras la reactivación de la euroorden y la entrega en el Tribunal Supremo.

El teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, ha explicado que los Mossos eran «conscientes» de que Puigdemont tenía una euroórden por relebión activa. «La intención de los acusados era ayudar a Carles Puigdemont a regresar a Bélgica y evitar su identificación», explican las fuentes.

Tres años de cárcel, suspensión de empleo público y sufragio pasivo

El Ministerio Público exige una pena de años y una inhabilitación especial de tres años para empleo o cargo público, así como el ejercicio del sufragio activo –la retirada de su derecho a voto–. La Fiscalía acusa a los agentes de estar «en servicio activo» el 25 de marzo de 2018, cuando supuestamente «disfrutaban de una semana de fiesta».

«El mismo día de la emisión de la orden, Puigdemont abandonó Helsinki», mientras que «los dos acusados salieron de Bruselas conduciendo el vehículo y llegaron a Estocolmo». Fue allí donde recogieron al expresidente y huyeron hacia Bélgica, hasta que fueron localizados por la policía alemana en Jagel, en la autopista BAB7.

Una «persona no-identificada» les pidió que fueran a buscar a Puigdemont

Los Mossos, que se habían desplazado a Waterloo, recibieron el 23 de marzo la petición de «una persona no-identificada» para que fueran a buscar en coche a Puigdemont, que se encontraba en Helsinki (Finlandia), cuando el juez instructor del procés, Pablo Llarena, reactivó esos días la orden europea de detención y de entrega.

En el coche viajaban Puigdemont, los dos agentes procesados y otras dos personas. Entre los no-policías localizados estaban el empresario Josep Maria Matamala y el historiador Josep Lluís Alay, que estuvieron imputados hasta que el juez Manuel García Castellón archivó la investigación a petición de la Fiscalía.

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