La cumbre estéril de Torra y Colau enfría la entente de Govern y comuns

El soberanismo trata de atraer al partido de Colau, pero la proximidad de las municipales dificulta la búsqueda de alianzas

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El gobierno de Quim Torra asume que, para aspirar a una legislatura mínimamente fructífera, en vista del no de la CUP a apoyarle a menos que dé señales claras de una unilateralidad por la que ya no se apuesta más que en el terreno puramente retórico, precisará del apoyo de Catalunya En Comú Podem (CECP). 

Pero el acercamiento, a menos de un año de las municipales, no es fácil de gestionar. Y para muestra, el primer encuentro, mantenido este lunes, entre Torra y la alcaldesa de Barcelona y líder de los comuns, Ada Colau.

La cita, de la que la alcaldesa no consiguió arrancar ningún acuerdo, no permite augurar aún la buena sintonía a la que se aspira. Aunque es cierto que Colau se ofreció en todo cuanto conlleve exigir al gobierno central más y mejor financiación para la Generalitat, como se han alineado también los comuns con todas las reclamaciones del independentismo respecto de los líderes sociales y políticos procesados.

Plan Colau

El plan del soberanismo es atraer a los de Colau y Xavier Domènech a ese terreno, el de la lucha contra la «represión», ahora mismo hegemónico en su relato, y también a la demanda del «derecho a decidir», de un referéndum del que siempre se han mostrado partidarios.

Pero fuentes soberanistas admiten la dificultad de compaginar la búsqueda de una buena sintonía con ese espacio de la izquierda y la proximidad de las municipales demayo de 2019. 

La entente, buscada sobre todo por ERC y un Pdecat que empieza a imponerse al núcleo duro puigdemontista de Junts per Catalunya (JpC), tiene que avanzar por tanto con pies de plomo. Pero los gestos para conseguir puntos de encuentro con los CECP son continuos. Verbigracia, la comisión para investigar la supuesta «vulneración de derechos civiles y políticos» en Cataluña por parte del gobierno de Mariano Rajoy propuesta por el presidente del Parlament, Roger Torrent. El independentismo sabe que, a la hora de la denuncia, puede contar con Colau y Domènech.

Torra lleva desde su investidura poniendo mucho énfasis en lo social, aunque está por concretar el paso de las palabras a los hechos

La insistencia en la apuesta por recuperar leyes sociales bloqueadas tras los recursos del gobierno de Rajoy al Constitucional es otra de las palancas para activar un entendimiento con las izquierdas en este caso más amplio, hasta incluir también al propio PSC. Torra lleva desde su investidura poniendo mucho énfasis en lo social, aunque por ahora esté por concretar el paso de las palabras a los hechos.

De momento, le ha aceptado a Colau la creación de un espacio -«cumbre de país», lo llamó Colau; «mesa de trabajo», fue la fórmula escogida por la portavoz del Govern, Elsa Artadi, en el que abordar la creciente llegada de refugiados.

El resultado de ese abordaje de la crisis migratoria servirá para empezar a testar si esa continua apelación a las políticas sociales del president y su gabinete tiene consistencia o también se circunscribirá sobre todo al terreno de la retórica.

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