La derecha toma el poder en Paraguay tras la destitución fulminante de su presidente

La mayoría de mandatarios latinoamericanos desconocen a Federico Franco, del Partido Liberal, como nuevo presidente

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El Senado paraguayo ha aprobado la destitución del presidente del país, Fernando Lugo, tras la celebración de un «juicio político» contra él por los disturbios ocurridos la semana pasada en la localidad de Curuguaty, en el departamento de Canindeyú (sureste), donde 17 personas murieron en enfrentamientos entre campesinos y policías.

La Cámara de Diputados de Paraguay resolvió el jueves examinar la responsabilidad de Lugo en esos disturbios. Finalmente, en el Senado, cámara a la que le correspondía realizar este «juicio político», y algo más de 24 horas después, Lugo ha quedado destituido este viernes por 39 votos frente a cuatro. La ley establece que corresponde al vicepresidente, Federico Franco, asumir ahora las competencias del jefe de Estado.

Revueltas

Miles de personas se habían reunido frente al Senado en apoyo de Lugo y, tras la votación, se han producido incidentes violentos y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, según informan los medios de comunicación locales.

Los primeros conatos de violencia se registraron en la sede de la Vicepresidencia de Gobierno poco después de el Senado ratificara la destitución de Lugo, cuando varios seguidores de Lugo trataron de irrumpir en el edificio de la Vicepresidencia.

Rechazo regional

El ya expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha acatado su destitución, ratificada media hora antes por Senado paraguayo, tras la celebración de un «juicio político». En una comparecencia en la residencia presidencial, el Palacio de López, Lugo ha deplorado esta destitución que ha tildado de golpe «cobarde y alevoso» iniciado por una «derecha peligrosa», en alusión Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha descartado este sábado que reconozca «el golpe de Estado en Paraguay» y avanzado que liderará una respuesta regional contra el nuevo Gobierno paraguayo, liderado por Federico Franco, el hasta ahora vicepresidente del país.

Venezuela, Ecuador, Bolivia, Chile, Brasil, Costa Rica y El Salvador también han condenado los hechos y no reconocen a Franco como presidente paraguayo.

Economía Digital

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