Los científicos reconocen sus dudas sobre la duración de la vacuna: «No sabremos nada en meses»

Los científicos investigan cuánto tiempo dura la protección de la inyección y si tendrá efecto en pacientes inmunodeprimidos

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Personal sanitario administra la vacuna contra la covid-19. EFE/Ana F. Barredo

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España ha inmunizado completamente al 16,4% de su población. Los contagios de coronavirus disminuyen y los hospitales, aunque lentamente, se van vaciando. La vacuna contra la Covid-19 ha sido, sin duda, la única respuesta a esta crisis sanitaria y económica. Conforme avanzan las campañas de vacunación los países van visualizando el fin de la pandemia. Sin embargo, los científicos todavía no saben cuánto tiempo durará la protección de la inyección.  

Las farmacéuticas permanecen atentas ahora a la fase IV de sus ensayos clínicos. Es decir, una vez que sus remedios se han lanzado al mercado continúan investigando su evolución y posibles efectos secundarios. “Casi cada semana salen nuevos datos que acercan a los investigadores a comprender qué vacunas reflejan protección, pero es probable que no sepamos nada durante meses”, ha reconocido el epidemiólogo Michael Mina, de la Escuela de Salud Pública de Harvard Chan, en declaraciones recogidas por Bloomberg.  

Este proceso lleva su tiempo y todavía es pronto para saber con certeza cuánto duran las vacunas de forma general. No obstante, tanto Pfizer como Moderna anunciaron que, según sus estudios, los anticuerpos persistían hasta seis meses después de recibir la segunda dosis. Pero más allá de la presencia de estos organismos no hay nada claro.  

Las vacunas de Pfizer y Astrazeneca protegen por igual a personas mayores o jóvenes, según un estudio llevado a cabo por investigadores británicos./ EFE/Archivo
Las vacunas de Pfizer y Astrazeneca protegen por igual a personas mayores o jóvenes, según un estudio llevado a cabo por investigadores británicos./ EFE/Archivo

«La buena noticia es que tenemos una prueba de anticuerpos que puede evaluar si han en respuesta a la vacuna», ha señalado al citado diario Craig Bunnell, director médico del Instituto de Cáncer Dana Farber. «La mala noticia es que todavía no sabemos cómo interpretar los resultados», ha añadido.  

Estos expertos temen que esta falta de conocimiento y pruebas genere una situación de inquietud y desconfianza en la población en los próximos meses y que, a su vez, ponga en peligro la recuperación económica mundial. De momento, ya hay un grupo de personas en los que existen muchas dudas sobre si la inyección puede tener efecto en ellas: los inmunodeprimidos.  

Hasta un 50% de los pacientes con leucemia no produce anticuerpos 

A las personas a las que su sistema de inmunización no hace sus funciones se les conoce como inmunodeprimidas. Y existe un alto número de personas con esta carencia, entre ellas, las que sufren leucemia, enfermedades autoinmunes, VIH o cuentan con órganos trasplantados que requieren medicamentos.  

Ante las dudas que suscita la vacuna en este tipo de pacientes, la Sociedad de Leucemia y Linfoma de Estados Unidos ha puesto en marcha un estudio con más de 2.000 personas con cáncer de sangre para conocer cómo funcionan los anticuerpos en sus sistemas.  

“La investigación se está llevando a cabo lo más rápido posible ya que comprendemos la magnitud del problema” ha asegurado Lee Greenberger, director científico de la organización nacional sin fines de lucro. Y es que entre un 40 y 50% de los pacientes con leucemia no se producen los anticuerpos. «En otro cáncer de sangre, todo el mundo produce anticuerpos», ha aclarado.  

El objetivo de los expertos es establecer qué niveles de anticuerpos son suficientes para una protección sólida

“Entre los voluntarios sanos, casi todos obtienen resultados sólidos en las pruebas de anticuerpos -ha indicado Greenberger- pero debido a que otras ramas del sistema inmunológico podrían ofrecer protección, aún no está claro qué significa incluso un resultado de prueba de cero anticuerpos, excepto que es una señal de advertencia”. 

El objetivo de los expertos es establecer qué niveles de anticuerpos son suficientes para una protección sólida. Por lo tanto, será necesario realizar pruebas a muchas personas a lo largo del tiempo para determinar cuándo puede penetrar el virus.  

Los científicos desconfían de las pruebas de anticuerpos 

Los científicos desconfían de las pruebas de anticuerpos. Y es que es posible que un paciente no tenga ninguno de los anticuerpos específicos medidos, pero aún así tenga protección contra otros elementos del sistema inmunológico, como las células B y T. Incluso, “podría darse el caso que los anticuerpos específicos que se están midiendo no son realmente la clave para matar el virus”, ha explicado Mina. 

Las conclusiones son tan difusas que, de momento, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) afirman explícitamente que “no se recomiendan las pruebas de anticuerpos para evaluar la inmunidad” después de la vacunación en personas con problemas inmunológicos. 

El Instituto estadounidense de cáncer Dana-Farber ha advertido de que no hay manera de saber si la vacuna ha funcionado con un paciente de cáncer de sangre. «A medida que comprendamos mejor los resultados de las pruebas, su significado y cómo responder a esos resultados, es posible que descubramos que las pruebas se vuelven útiles», han indicado desde el centro. «Hasta entonces, recomendamos vacunarse y seguir tomando precauciones para reducir el riesgo de exposición», han concluido.

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Noelia Tabanera

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