Podemos y PSOE dan por hecho que estos serán los últimos Presupuestos

PSOE y Podemos advierten de antemano que la precampaña electoral "será larga" y admiten que, "lo más seguro" es que al año que viene se prorroguen las cuentas

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en Moncloa. // EFE

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en Moncloa. // EFE

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PSOE y Unidas Podemos están convencidos de que sacarán adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022. Eso sí, desde las dos formaciones aseguran que estos serán los últimos Presupuestos del Gobierno de coalición, ya que el año siguiente «se prorrogarán», cuentan a Economía Digital sin ambages.

Las formaciones políticas se han lanzado estas semanas a organizar sus respectivos congresos para rearmarse ideológicamente y ya de antemano advierten que la precampaña electoral «será larga». Al menos de dos años si Pedro Sánchez no adelanta elecciones y «ese no va a ser el caso», confirman desde el PSOE.

Aunque Sánchez agote su mandato y no convoque elecciones hasta finales de 2023, «en 2022 nadie querrá pactar con nadie», admiten en el entorno de María Jesús Montero.

También los socios de investidura se la juegan y, aunque Cataluña no celebre previsiblemente autonómicas, la lucha por el poder municipal será a cara de perro por ver qué fuerza es más independentista. Eso aleja a ERC de seguir siendo el socio principal de Pedro Sánchez. La mayoría de fuerzas hará de la confrontación con el Gobierno su estrategia de campaña.

Repetir la mayoría de las anteriores cuentas

En Moncloa son conscientes de la ‘guerra electoral’ que se avecina y se aferran a los ‘viejos pactos’ de 2021 para afianzar las cuentas de 2022.

En Presidencia señalan a Esquerra Republicana y el PNV como los socios prioritarios de la negociación. Sus 19 escaños les sitúan al borde de la mayoría absoluta. Además, confían en agregar al BNG a la mayoría que forman PSOE, Unidas Podemos, Esquerra, PNV, Bildu, PDeCAT, Más País, Compromís, Teruel Existe, Nueva Canarias y Partido Regionalista de Cantabria.

Tras la aprobación de las cuentas públicas en un Consejo de Ministros Extraordinario celebrado la semana pasada, el Gobierno se pone manos a la obra para bajarlos al terreno parlamentario.

La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, conversa con su homólogo de Unidas Podemos, Pablo Echenique, el diputado Enrique Santiago y la diputada de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, el 13 de mayo de 2020 en el Congreso | EFE/Mariscal/Pool/Archivo
La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, conversa con su homólogo de Unidas Podemos, PCE y EH Bildu. Foto: EFE/Mariscal/Pool/Archivo

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señaló que el primer escalón es el del entendimiento con Esquerra y el PNV, con los que existe «un contacto fluido» y confió en que sea «razonables». Sin querer especificar cuáles han sido las primeras exigencias de ambos a cambio de aprobar las cuentas.

Montero apuntó, además, que parte del trabajo ya está hecho porque en el proyecto aprobado se han incorporado «algunas» demandas de los republicanos catalanes y los nacionalistas vascos «porque previamente nos las han comunicado».

Según ella misma, se refería a las peticiones de «inversión» y «proyectos estratégicos vinculados a los fondos europeos». La histórica reivindicación de ERC, de incrementar las inversiones en los trenes de cercanías (Rodalies) y el traspaso de su gestión, por fin serán posibles según la ministra de Hacienda.

El PNV también pretende un compromiso definitivo para la llegada del tren de alta velocidad al País Vasco y tampoco se descarta en el Ejecutivo. Sin embargo, las demandas que no interesan al Gobierno como la Ley Audiovisual que reclama ERC, el traspaso de competencias se resuelvan en el ámbito de las comisiones bilateral y no en el de los Presupuestos.

El Gobierno también espera que las demandas de los grupos minoritarios se ciñan al marco presupuestario. Un aviso para que las exigencias de un nuevo modelo de financiación autonómica, que Compromís o el BNG han puesto sobre la mesa, o la derogación de la reforma laboral, por la que presionan Bildu y Más País, no se conviertan en moneda de cambio para avalar las Cuentas.

El problema, reconocen en el Gobierno, es que al ser los últimos Presupuestos de la legislatura, todos los aliados van a querer dejar su impronta con un catálogo de reivindicaciones de difícil o imposible encaje en el proyecto. Asumiendo que serán las últimas cuentas, el Ejecutivo se pone en posición débil a la hora de negociar.

El Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos habrá elaborado en cuatro años solo dos PGE. Fuentes socialistas defienden que «los justos para agotar la legislatura».

Pero las negociaciones del Ejecutivo con el resto de grupos comenzarán enserio a partir de la semana que viene y todavía queda mucha negociación para vender las cuentas aprobadas y cómo quedarán.

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