Sánchez pide a Illa y Aragonès que colaboren para abrir el diálogo a todos los partidos

El PSC se volcará en hacer "pedagogía" del relato que vaya elaborando la mesa de diálogo. Sánchez exige más apoyos al pacto entre la sociedad civil y las instituciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PSC, Salvador Illa, se toman un café en una cafetería cercana a la sede de los socialistas catalanes en Barcelona, poco antes de participar en la reunión extraordinaria de la Permanente del PSC. EFE/Toni Albir

Pedro Sánchez y Salvador Illa se toman un café en Barcelona tras la reunión del presidente con Pere Aragonès. EFE/Toni Albir

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Una de las condiciones que Pedro Sánchez ha exigido cumplir a Pere Aragonés es la de conseguir el máximo apoyo de las fuerzas catalanas no nacionalistas a la propuesta que emane de la mesa de diálogo.

Según ha podido saber Economía Digital, el presidente del Gobierno pidió al responsable del PSC, Salvador Illa, que lidere la propuesta y presione a ERC para que colabore.

«No vamos a dejar a nadie atrás» y «lo que pase en España tendremos que decidirlo todos los españoles» fueron las frases que Sánchez dedicó a Aragonès en la rueda de prensa posterior a su encuentro este miércoles.

La directriz es clara: la propuesta que emane de la mesa de diálogo tiene que aglutinar a la mayoría de fuerzas políticas.

Illa solicitó hace unas semanas celebrar una mesa de partidos en el Parlament para elaborar entre todos una serie de propuestas de cara a la mesa de diálogo. Cuantas más fuerzas estén implicadas mejor, según los socialistas catalanes.

Vox, PP y Cs aseguraron desde el principio que se trataba de una «trampa» para involucrarlos. Los Comunes de Ada Colau aceptaron con los ojos cerrados mientras que ERC dio la sorpresa. Los independentistas se opusieron rotundamente.

«Que no se equivoque el PSC. No hacen falta gobiernos alternativos sino resolver el conflicto en la mesa de diálogo», respondió la portavoz Marta Vilalta.

Una mesa de diálogo en el Parlament

De hecho, ERC, Junts, CUP, Cs, PPC y Vox rechazaron, un día antes de celebrarse la mesa de diálogo en Cataluña, una propuesta de resolución impulsada por el grupo PSC-Units que planteaba la puesta en marcha de «una mesa de diálogo entre las fuerzas catalanas con representación parlamentaria con el objetivo de retomar el camino del reencuentro y el acuerdo».

En el debate previo a la votación, el diputado socialista Ferran Pedret comentó que es necesario contar un espacio donde los partidos se centren en buscar consensos que «ayuden a convivir» más allá del trabajo parlamentario del día a día.

«Negar la evidencia de que también entre catalanes existen posturas políticas muy alejadas (…) no es constructivo ni conduce a parte alguna. Si no lo hacemos ahora, tarde o temprano se abrirá paso el diálogo y entonces veremos que hemos perdido el tiempo», señaló.

Por su parte, el diputado Marc Parés (En Comú Podem) dijo que la apertura de una mesa de diálogo dentro de Cataluña constituiría «un ejercicio de soberanía», ya que se visualizaría que los partidos catalanes también participan en la búsqueda de una solución del conflicto político.

Salvador Illa y Pere Aragonès, en diciembre. /EFE
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa y el líder del PSC, Pere Aragonès. Foto: EFE

Los demás grupos no aceptaron estos argumentos aduciendo que ya existe un espacio donde desarrollar este diálogo, que es el Parlament.

El análisis que realizan en Moncloa es que la solución para Cataluña pasa por «tejer una alianza entre partidos, instituciones y sociedad civil» de cara a una posible votación del acuerdo que salga de la mesa de diálogo.

De ahí la insistencia de Sánchez en el tándem Illa-Aragonès. El primero para aglutinar el voto de toda la izquierda e intentar convencer al resto de fuerzas. Y el segundo para sentar a todo el independentismo.

Aragonès no se sale del guion

Desde la Generalitat buscan primero consolidar la imagen de que las conversaciones son bilaterales entre Cataluña y España, es decir, entre los dos gobiernos, y rechazan la argumentación de los socialistas que de estar frente a un conflicto interno entre catalanes.

La tarea de Illa para convencer primero a Aragonès es ardua pero tras tomarse este miércoles un café con Sánchez, tras asistir a la ejecutiva extraordinaria del PSC, tomó buena nota del siguiente paso para que no se olvide la propuesta.

El líder del PSC cree que el diálogo «dentro de Cataluña» debería liderarlo el propio Aragonès, pero ante su negativa aseguró este jueves que «estamos trabajando en vías para que se abra paso», dijo convencido de que es «como el cauce de un río que se ve obstruido pero que siempre encuentra la manera de seguir su curso hacia el mar».

Illa dio estas declaraciones en público mientras en privado, dirigentes del PSC aseguran que «ahora toca hacer pedagogía». Es decir, no escatimar en medios para difundir el relato que vaya elaborando la mesa y sea «sin prisa» aceptado.

El presidente ya comenzó este miércoles asegurando que «Cataluña está mejor ahora que hace diez años». El mensaje que tiene que calar es que el PSOE ha sido el único partido que se ha servido del diálogo y se ha sentado en la mesa con el independentismo para tratar de buscar una solución que lleva una década enquistada. La solución real parece ser lo de menos.

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