Carrefour despide a un trabajador por invitar a bollos y ahora deberá pagar 105.000 euros

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha tildado de improcedente el despido de un trabajador por un retraso en el pago de unos bollos para la celebración de su cumpleaños

Un supermercado de Carrefour.

Lo que comenzó como un gesto de cortesía terminó en un conflicto laboral de gran repercusión. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha confirmado la improcedencia del despido de un trabajador de Carrefour que, con motivo de su cumpleaños, decidió invitar a sus compañeros a bollería.

Un fallo en el cobro de los productos desembocó en su cese, pero la justicia ha determinado que no hubo mala fe y que la sanción aplicada fue desproporcionada. De este modo, tal y como ha informado InfoBae, ahora la cadena de supermercados francesa tiene que tomar una decisión: readmitir al trabajador… o pagarle una suma de 105.000 euros.

Una deuda de 68,82 euros desató la polémica en Carrefour

Es importante, en primer lugar, contextualizar la situación del trabajador cesado. Trabajaba para la cadena desde 1992 como responsable comercial de la sección de bazar, dentro del grupo de mandos intermedios. Su salario, que ascendía a 3.680,15 euros mensuales, incluía el prorrateo de las pagas extraordinarias. Durante más de 30 años había desarrollado su labor sin incidentes reseñables, hasta que la celebración de su cumpleaños el 4 de octubre de 2023 cambió el rumbo de su carrera en la compañía.

Para la ocasión, el empleado encargó en la panadería del propio centro diversos productos de bollería: mini croissants de mantequilla, croissants de bombón, mini cuernos y napolitanas de chocolate, por un valor total de 68,82 euros. Estos dulces se repartieron entre las distintas secciones antes de la apertura del establecimiento al público.

El problema surgió en el momento del cobro: a las 11:33 horas, una cajera le cobró únicamente 10,23 euros, correspondientes a una sola unidad de cada lote, en lugar del pedido completo. El empleado abonó la cantidad sin percatarse del error y sin utilizar su descuento de empleado. Sin saberlo, y a pesar de tratar de enmendar el error, había sentenciado una carrera de más de tres décadas en la cadena.

Y es que poco después, el trabajador advirtió la diferencia y el 16 de octubre abonó los 58,59 euros restantes, enviando además un correo electrónico a la empresa para dejar constancia de la regularización y pedir que no se sancionara a la cajera que había cometido el error. Este gesto, sin embargo, no evitó que, menos de un mes después, el 14 de noviembre de 2023, recibiera una carta de despido disciplinario. Carrefour argumentó que su conducta había supuesto una infracción muy grave, alegando un perjuicio para la compañía.

El Tribunal Superior de Xusticia tildó el despido de desproporcionado

Una denuncia en la que el TSXG ha ratificado la decisión previa del Juzgado de lo Social número 5 de Vigo, que ya había declarado improcedente el despido. Los magistrados consideran que el hecho se debió a un error de anotación en panadería y un despiste del trabajador, sin indicios de intención fraudulenta.

Y es que durante el juicio, salió a la luz que este tipo de celebraciones no eran algo inusual en el centro de trabajo. En ocasiones anteriores, tanto la empresa como empleados particulares habían organizado pequeños ágapes sin que se aplicaran sanciones. Incluso el propio trabajador ya había invitado a sus compañeros por su cumpleaños en otra ocasión, siguiendo un procedimiento similar.

Además, el tribunal constató que en encargos a la panadería era habitual pagar después de recibir el producto, lo que reforzaba la idea de que no existía ánimo de defraudar por parte del trabajador. Por todo ello, y ya con la sentencia firme, Carrefour deberá elegir entre readmitir al trabajador en su puesto con las mismas condiciones que tenía antes del despido o abonarle 105.716,09 euros de indemnización. Además, la compañía tendrá que pagar 750 euros en concepto de honorarios de la defensa del empleado.

En resumen, un gesto que pretendía ser una muestra de compañerismo terminó en un enfrentamiento judicial que Carrefour ha perdido. El fallo no solo devuelve la posibilidad al trabajador de recuperar su empleo o recibir una importante compensación económica, sino que también marca un precedente sobre cómo deben gestionarse situaciones similares en el futuro dentro del ámbito laboral en la empresa francesa.

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