La política migratoria de Trump aleja a este famoso cantante de los escenarios en EEUU
A nivel comercial, la ausencia de Bad Bunny en Estados Unidos coincide con cifras históricas de venta en España

El presidente de EEUU, Donald Trump
Bad Bunny ha decidido excluir a Estados Unidos de su gira mundial. La decisión ha puesto sobre la mesa el temor real a las redadas de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), en un país marcado por el repunte de políticas migratorias estrictas.
El artista, icono global de la música latina, lo ha explicado abiertamente en su entrevista con la revista i-D y en diversos medios, desatando un intenso debate sobre la seguridad, la discriminación y el poder de convocatoria de los ídolos internacionales.
Bad Bunny, de nombre real Benito Antonio Martínez Ocasio, confirmó que no tiene previsto actuar en Estados Unidos con su gira “Debí Tirar Más Fotos” principalmente por su preocupación ante la posibilidad de que redadas masivas de ICE puedan producirse a las puertas de sus conciertos.
Según afirma: “Hubo muchas razones por las que no fui a Estados Unidos, y ninguna de ellas fue por odio; he actuado allí muchas veces. Todos los conciertos han sido un éxito. He disfrutado conectando con los latinos que viven en Estados Unidos. Pero, concretamente, para una residencia aquí en Puerto Rico, cuando somos un territorio no incorporado de Estados Unidos… la gente de Estados Unidos podía venir aquí a ver el espectáculo. Pero estaba el problema de que, por ejemplo, el maldito ICE podría estar afuera. Y es algo de lo que hablamos y nos preocupaba mucho”.
El contexto migratorio actual en Estados Unidos bajo políticas más estrictas, especialmente desde la administración republicana, ha multiplicado las redadas y controles en eventos masivos, una amenaza que Bad Bunny se ha tomado muy en serio.
Eventos similares en grandes ciudades estadounidenses han terminado en detenciones indiscriminadas de asistentes de origen latino, con especial impacto en sectores migrantes no regularizados, algo que el cantante quiso evitar a toda costa.
Puerto Rico, plataforma internacional y respuesta a los fans latinos
La alternativa de Bad Bunny ha sido una residencia de 30 conciertos en el Coliseo de San Juan de Puerto Rico, país de nacimiento del artista y “territorio no incorporado” de los EE.UU. Allí concluirá esta etapa el 14 de septiembre, tras dos meses de actuaciones multitudinarias con lleno absoluto y la visita de celebridades internacionales.
El fenómeno Bad Bunny se consolida como impulsor de turismo musical: el artista animó a sus seguidores estadounidenses y latinoamericanos a viajar a Puerto Rico o a cualquier otra sede de la gira, “convirtiendo la residencia en una celebración de la cultura latina y puertorriqueña y en un espacio seguro para todos”.
El gesto fue altamente valorado en las redes, donde fanáticos y colectivos de defensa de los migrantes han aplaudido que una de las mayores estrellas del mundo, lejos de interpretaciones políticas de odio, priorice el bienestar de su público.
A nivel comercial, la ausencia de Bad Bunny en Estados Unidos coincide con cifras históricas de venta, en España, sus 12 conciertos previstos en 2026 (10 en Madrid, 2 en Barcelona) vendieron más de 600.000 entradas en menos de 24 horas y colgaron el cartel de “sold out”, según Live Nation. El fenómeno alcanza además Latinoamérica, Asia y Europa, consolidando su posición como el primer artista urbano global.