Pere Navarro (DGT) quiere controlar el exceso de velocidad en las obras: instalará radares con ruedas
Un sistema innovador de la DGT para reducir accidentes y proteger a los trabajadores viales

El director general de la DGT, Pere Navarro. Foto: Eduardo Parra / Europa Press 12 SEPTIEMBRE 2025;SEGURIDAD VIAL;CARRETERAS;TRANSPORTE: FURGONETAS 12/9/2025
La seguridad en los tramos de obras en carretera está a punto de dar un giro importante. El director de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, ha anunciado una nueva medida que pretende reforzar el control de la velocidad en zonas en obras, una de las áreas con mayor índice de infracciones y riesgo para los operarios. Esta vez, la DGT apuesta por radares móviles con ruedas, dispositivos que podrán desplazarse fácilmente y colocarse temporalmente en los puntos donde haya trabajos en marcha.
Durante el pasado mes de junio, la DGT realizó una campaña de control en tramos de obras para analizar el comportamiento de los conductores. Los resultados fueron alarmantes: de 240.170 vehículos controlados, 14.964 fueron sancionados por distintos motivos. De esas infracciones, más del 86% fueron por exceso de velocidad. Este dato, según Navarro, evidencia una necesidad urgente de reforzar la vigilancia en estos tramos, donde los trabajadores están especialmente expuestos.
Además, cada año se produce una media de cuatro muertes entre operarios de conservación y mantenimiento de carreteras, lo que supone un problema de seguridad que afecta tanto a las administraciones públicas como a las empresas del sector. “No solo es una preocupación de la DGT, también lo es de las propias compañías que trabajan a pie de carretera”, afirmó Navarro recientemente en el Forum Executive España celebrado en Madrid.
Cómo funcionarán estos nuevos radares móviles
La principal novedad es que estos radares estarán montados sobre una base con ruedas, similares a un remolque, lo que permitirá que puedan ser transportados y colocados en distintos puntos de forma rápida y flexible. Según explicó Navarro, una vez instalados, se conectarán al sistema central de la DGT y controlarán automáticamente los excesos de velocidad, enviando las infracciones detectadas de forma inmediata.
Además, para evitar sorpresas y garantizar su efectividad como elemento disuasorio, cada radar irá acompañado de un cartel visible que advertirá de “velocidad controlada por radar”. De esta forma, la intención no es recaudar multas, sino prevenir accidentes reduciendo la velocidad de paso por los tramos con personal trabajando.
Este tipo de dispositivos ya se están utilizando con éxito en Cataluña bajo el nombre de “carro-radar”, y ahora la DGT planea extender su uso a todo el territorio nacional. En otros lugares como País Vasco, también se han colocado radares fijos en tramos de obras, como en el túnel de Belabieta en la autovía A-15, donde se limita la velocidad a 60 km/h para proteger a los operarios.
Tecnología complementaria para reforzar la seguridad
Además de los nuevos radares con ruedas, la DGT está trabajando en otras herramientas tecnológicas para mejorar la seguridad en zonas de obras. Entre ellas, destaca el proyecto de conos con geolocalización, que podrían enviar alertas automáticas a los vehículos conectados mediante el sistema DGT 3.0. Esto permitiría advertir con antelación de la presencia de obras en la vía, reduciendo el riesgo de accidentes por despiste o exceso de velocidad.
También se estudia la posibilidad de coordinar mejor la señalización luminosa temporal (luces V-16) con las plataformas digitales de tráfico, de forma que los conductores reciban información en tiempo real sobre incidencias, desvíos y límites de velocidad específicos en esos tramos.
Con esta medida, la DGT busca cambiar la actitud de los conductores cuando se aproximan a zonas de obras, donde muchas veces se ignoran las señales de velocidad reducida o no se mantiene la distancia de seguridad adecuada. Según Navarro, “no podemos permitir que un descuido o un exceso de velocidad provoque tragedias evitables. Cada trabajador en la carretera merece volver a casa sano y salvo”.
Además, este tipo de iniciativas se enmarcan en el objetivo de reducir la siniestralidad vial y avanzar hacia la Visión Cero víctimas mortales en carretera que persigue la DGT para los próximos años. Concienciar, educar y sancionar cuando sea necesario son, según el organismo, los tres pilares sobre los que debe apoyarse esta transformación.
Próximos pasos: pruebas piloto antes del despliegue nacional
Antes de su implementación definitiva, los nuevos radares móviles con ruedas serán sometidos a pruebas piloto en distintos puntos de la red de carreteras, especialmente en tramos con obras de larga duración o con antecedentes de infracciones frecuentes. En función de los resultados, la DGT decidirá cuántas unidades adquirir y cómo distribuirlas por el territorio nacional.
Si la medida funciona como se espera, estos dispositivos podrían convertirse en una herramienta clave para proteger tanto a los trabajadores como a los conductores, reduciendo los riesgos en una de las situaciones más delicadas del tráfico rodado: circular junto a personas que trabajan a centímetros de los vehículos en movimiento.