Un robot para dormir mejor (en teoría)

El robot almohada Somnox se sincroniza con el ritmo respiratorio del usuario para inducir un sueño más profundo, aunque su eficacia no está probada

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Esto no lo vimos venir: una almohada robot diseñada para inducir en el usuario un ritmo de respiración lento y regular que, dicen su fabricante, reduce sus niveles de estrés y de ansiedad, y «facilita conciliar el sueño y dormir mejor.»

  • El robot tiene el aspecto de una almohada o un cojín, apropiado para hacer la cucharita manteniendo una postura natural.
  • Mediante sensores de CO2 la almohada detecta si el humano está despierto o dormido, y determina el ritmo de su respiración.
  • A partir de ahí el robot Somnox sincroniza automáticamente su respiración artificial con la respiración del usuario. Una vez sincronizas ambos ritmos el robot irá ralentizando gradualmente la frecuencia y duración de ambas respiraciones.
  • Según su fabricante el funcionamiento de Somnox se basa en investigaciones que aseguran que «una respiración pausada relaja la amígdala y la hace menos sensible a las hormonas del estrés.»

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Desde Somnox explican que una vez el usuario sincroniza su respiración con la del robot el usuario adquiere inconsciente un ritmo respiratorio constante y más lento. «Esta respiración profunda es una de las mejores maneras de relajarse» y de conciliar el sueño, aseguran.

  • Opcionalmente (a través de un app en el móvil) el robot emite sonidos y reproduce canciones, nanas y audiolibros.
  • También emite ruido blanco, un ruido tenue y constante que, según algunas teorías, facilita la conciliación del sueño. Sin embargo no hay suficientes investigaciones científicas que lo demuestren.
  • Somnox admite que no ha realizado pruebas clínicas sobre la validez del robot —que cuesta 599 euros— pero asegura que «tiene previsto» realizarlas en algún momento.
  • Pero según Somnox el 90% de los voluntarios que participaron en sus propias pruebas aseguraron «haberse dormido más rápido», y el 70% dijo haber tenido «un mejor descanso nocturno.»

Todas las épocas han tenido una tecnología milagrosa que prometía resolverlo todo, desde la electricidad y la radiación (¿Por qué hacerlo simple si se puede hacer radiactivo?) hasta las apps móviles. Ahora le toca el turno a los robots, y el robot Somnox —al margen de la utilidad que tenga (o no)— es un buen ejemplo de una tendencia que conviene observar con algo de escepticismo.

 

Economía Digital

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