Los efectos colaterales de la política de Putin dejan tirados a 50.000 turistas del país
La guerra de Ucrania, la recomendación de no salir del país a los funcionarios y militares, las sanciones internacionales y la fortaleza del euro provocan la quiebra de cinco touroperadores

La geopolítica ha dado un revés al turismo ruso donde más duele: en dejar tirados a casi 50.000 visitantes de ese país en aeropuertos internacionales sin posibilidad de volver, por ahora, a casa. El motivo: la quiebra en cadena de cinco touroperadores. Las empresas han cesado de forma repentina su actividad debido a los efectos adversos de la política del presidente del país, Vladimir Putin.
Además, tras las primeras quiebras se ha generado un círculo vicioso. Algunos hoteleros y ciertas aerolíneas han decidido avanzar el cobro de las reservas para evitar quedarse con las manos vacías. Los touroperadores no han podido hacer frente a la mayor presión económica y han arrojado la toalla. Vasiliev no descarta que en los próximos días otros nombres se unan a la lista de touroperadores rusos quebrados.
Por ahora, la prioridad de las autoridades rusas es buscar un vuelo alternativo para que los 50.000 pasajeros puedan regresar a casa.
La guinda del pastel la ha puesto la fortaleza del euro frente al rublo. Las compañías que se centraban en países cuya divisa de referencia en las transacciones internacionales era el dólar, como Turquía o Egipto, han resistido mejor que las empresas que ponían el foco en la zona euro. Los visitantes rusos que han decidido salir del país han optado por estos territorios por una simple cuestión de cambio de divisas. En el caso español, las transacciones monetarias han causado un retroceso del 30% de turistas de ese país en la primera mitad del año.
El panorama es poco optimista. La depreciación del rublo irá a más. Tras las sanciones occidentales, la moneda de referencia rusa ha caído otro 11%.