Real(ismos) o cómo la vanguardia en España comenzó con el arte figurativo

Dalí, Miró, Picasso o Maruja Mallo iniciaron la renovación artística en España de la mano, paradójicamente, del arte realista, como puede verse en una nueva muestra en el Museo Carmen Thyssen de Málaga

Obras de Daniel Vázquez Díaz, Salvador Dalí y Manuel Ángeles Ortiz en el Museo Carmen Thyssen de Málaga. Foto: Carlos Díaz | EFE.

Puede parecer paradójico -y seguramente lo sea-, pero en España la vanguardia arrancó en las primeras décadas del siglo XX de la mano del arte realista. Dalí, Miró, Picasso o Maruja Mallo son algunos de los que emprenden ese camino de renovación del arte decimonónico y lo hacen desde una nueva figuración, como puede verse en una nueva muestra temporal que estrena el Museo Carmen Thyssen de Málaga.

Aunque realista, fue un arte heterogéneo y nada tradicional, como puede verse en las más de 80 piezas, entre pinturas, esculturas, dibujos, grabados y fotografías que integran esta muestra, que podrá verse hasta el 4 de septiembre.

Todas corresponden al periodo que va entre los años veinte y treinta, apenas dos décadas de intensa creatividad y producción que se vería abruptamente interrumpida por el estallido de la Guerra Civil.

86 obras y 52 artistas

A través de 86 obras de 52 artistas -entre ellos, Dalí, Miró, Picasso o Maruja Mallo- procedentes de más de medio centenar de colecciones públicas y privadas, Real (ismos). Nuevas figuraciones en el arte español entre 1918 y 1936 pretende resaltar el valor en esta etapa del arte que se hacía en España, a la altura de otros países del entorno europeo.

La exposición podrá verse hasta el 4 de septiembre. Foto: Carlos Díaz | EFE.

“En España empezamos nuestra propia vanguardia haciendo un arte realista. Puede parecer paradójico, pero cuando los artistas españoles –que habían recibido tardíamente y de segunda mano las primeras vanguardias internacionales–, emprenden su camino de renovación del arte decimonónico desde una nueva figuración, este realismo no tiene ya nada que ver con el tradicional” explican los comisarios de la muestra, Bárbara García y Alberto Gil.

Una nueva mirada, nacida de un tiempo que para el arte ya era totalmente diferente, está tras esta nueva figuración, en la que los elementos adquieren una apariencia “inquietante, de formas excesivamente nítidas”.

Espacios, sujetos y objetos

Así, no es un realismo tradicional, ni tampoco único, porque hay “casi tantos como artistas”, resaltan los comisarios, aunque sí se evidencia un deseo común de renovación formal que fluctúa entre la recepción de las vanguardias internacionales, como el cubismo y el surrealismo, y una apuesta por una nueva figuración, dando lugar a un realismo moderno muy heterogéneo en el que se reflejan el Novecento italiano y la Nueva Objetividad alemana, y que tendrá una personalidad propia en cada artista.

La exposición organiza las 86 obras de 52 artistas en tres secciones: Espacios, Sujetos y Objetos

Entre ellos encontramos a jóvenes creadores en sus primeros tanteos (Joan Miró, Salvador Dalí, Maruja Mallo o Benjamín Palencia); a maestros consagrados en plenitud de facultades (Pablo Picasso, Joaquim Sunyer, Daniel Vázquez Díaz o Pablo Gargallo); a los neorrealistas más recalcitrantes (Roberto Fernández Balbuena, Josep de Togores, Alfonso Ponce de León o Mariano de Cossío) e incluso a varias figuras ignoradas por la posteridad (Jorge Oramas, Ángel López-Obrero, Helios Gómez o Santiago Pelegrín).

Sus obras aparecen en esta muestra divididas en tres apartados: Espacios, con los paisajes y escenas en interiores; Sujetos, con los retratos y desnudos, y Objetos, con las naturalezas muertas.

Foto: Museo Carmen Thyssen Málaga.

En esos apartados hay paisajes en los que parece faltar el aire, retratos en los que las figuras tienen el gesto congelado o naturalezas muertas con objetos exasperadamente táctiles.

Sin embargo, apuntan los comisarios, aunque organizada en tres secciones, la exposición “no ha sido ideada con un afán dogmático. Nos gustaría que cada espectador se sienta libre para realizar su propio relato y que disfrute hallando relaciones entre las piezas o los artistas”.

Así, el criterio prioritario de selección de las piezas ha sido su calidad y la afinidad con el conjunto, por encima de las firmas.

Nuevas miradas al arte español

Y es que, pese a que este periodo está entre los menos valorados por la historiografía y escasamente conocido por el gran público, “Queremos acabar con el prejuicio de que el arte español de los años 20 y 30 no era avanzado, porque le podía sostener la mirada al que se estaba haciendo en ese momento en Europa”, apuntan sus responsables, que destacan las obras “de una modernidad y calidad extraordinarias”, entre ellas las que se pueden ver ahora en Málaga.

Moderna y transgresora fue, por ejemplo, la peculiar forma de plasmar a los sujetos, figuras de gestos congelados en obras como el Retrato de Anna Maria (1924), de Salvador Dalí; o los entornos urbanos y fabriles, rurales o idílicos, con atmósferas nítidas en las que parece faltar el aire, como en La mujer de la cabra de Maruja Mallo (1927).

También interesante es la procedencia de estos autores, ya que no se han querido limitar a los grandes centros artísticos de Madrid y Barcelona y está presente asimismo la periferia, como Canarias, Galicia, el País Vasco, Cataluña, Valencia o Andalucía

La muestra incluye 86 piezas de 52 artistas. Foto: Carlos Díaz | EFE.

Para la directora artística del Museo Carmen Thyssen, Lourdes Moreno, lo interesante de esta muestra es que sirve para sacar a la luz “un arte español que a veces no amamos lo suficiente, como a los grandes nombres”, pese a que “hay una enorme cantidad de autores que, probablemente por cuestiones de costumbres, han sido obviados de la historiografía”.

Entre ellos figuran Francisco Bores, Pablo Gargallo, Benjamín Palencia, Vázquez Díaz, Joaquim Sunyer, Fernández Balbuena, Togores, Mariano de Cossío o Jorge Oramas.

Las piezas proceden de museos e instituciones como el Centro de Arte Reina Sofía, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Instituto Valenciano de Arte Moderno, la Fundación Botín de Santander o la Fundación Gala-Salvador Dalí de Figueras, entre otras.

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