El sueño americano: cuando EEUU hervía de creatividad rebelde
A través de las obras Roy Lichtenstein, Andy Warhol y Jasper Jones CaixaForum Madrid descubre cómo el grabado revolucionó el arte contemporáneo

Los artistas se valieron de recursos del marketing para promocionar sus obras. Foto CaixaForum
La irrupción del grabado cambió las reglas del juego del arte contemporáneo. Son los EEUU de los años 60, y el uso de las nuevas técnicas revirtió el papel del arte como un concepto exclusivo y reservado para galerías, museos y coleccionistas.
Color, arte pop, marketing y reproducción en serie se conjugan en una efervescencia cultural como se vio pocas veces.
60 años de arte en serie
Esa es la idea de la exposición ‘El sueño americano. Del pop a la actualidad’, que se inaugura hoy en el CaixaForum de Madrid y que se podrá ver hasta el 31 de enero. Luego pasará por Barcelona del 3 de marzo al 13 de junio, y en la segunda mitad del 2021 aterrizará en Zaragoza.
Por medio del grabado un puñado de artistas quitó al arte el aura de concepto exclusivo y jugaron con la masificación y la reproducción en serie
La presentación de 218 obras de 63 artistas, en su mayoría provenientes del British Museum, presenta un viaje por el uso masivo del grabado por parte de grandes creadores del arte pop, pero también de talentos encolumnados en otros movimientos como la abstracción, el minimalismo, la figuración, el fotorrealismo y el arte conceptual.
Ironía y crítica
Esta explosión creativa jugaba con la ironía, la crítica y recurría a las herramientas del marketing para denunciar desde el racismo al conservadurismo político, además de reivindicar el feminismo y de concienciar sobre el sida.
Además del grabado, los artistas recurrieron a técnicas como la litografía, la serigrafía, el aguafuerte, el fotograbado y la punta seca.
Entre las obras que se pueden ver en las 11 salas del CaixaForum se encuentran las serigrafías de Jackie Kennedy, Liz Taylor y Marilyn Monroe realizadas por Andy Warhol, las banderas norteamericanas reinterpretadas por Jasper Johns y las obras punteadas de Roy Lichtensein que juega con el concepto visual del cómic.
También están los grabados de gran formato de Robert Rauschenberg: el Booster (1967), que representa a su esqueleto; y Sky Garden (1969), que retrata el lanzamiento del gigantesco cohete Saturno V; obras que miden 1,80 y 2,20 metros, respectivamente.
La irrupción del grabado
Esta muestra se plantea como una reivindicación del grabado, que de ser una técnica marginal pasó a ser una herramienta clave para los artistas afincados en la costa oeste de EEUU, como el citado Warhol, pero también con James Rosenquist; quienes recurrieron a los colores primarios para llamar la atención, con recursos más propios de la publicidad que de las artes plásticas.
En las proyecciones audiovisuales de la muestra se puede ver el trabajo de algunos de estos artistas en sus talleres con estas técnicas.
Las proyecciones permiten ver el trabajo de Warhol y otros artistas con serigrafías, grabados y otras técnicas que se habían considerado como marginales
Allí también se explora cómo las creaciones mostraban el estilo de vida relajado de las ciudades de California, con obras de De Ruscha y Bruce Nauman, que incursionaban por la vida de coches, carreteras y gasolineras del país.
Expansión a otras corrientes
Estas técnicas también alcanzaron a los artistas del expresionismo abstracto, como Willem de Kooning, Robert Motherwell y Philip Guston con sus trabajos de abstracción gestual y en las obras geométricas de Ellsworth Kelly y Frank Stella.