‘El Principito’ vuelve a casa: una exposición muestra por primera vez en Francia el manuscrito original

París presenta la mayor exposición de 'El Principito', con 600 documentos y dibujos de Antoine de Saint-Exupéry, entre ellos el original del manuscrito, nunca visto en el país galo

Ilustración original de ‘El principito’ en el Museo de Artes Decorativas de París. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE.

Es la mayor exposición realizada hasta la fecha en Francia sobre El Principito y también la primera vez, por increíble que parezca, que se verá en el país el manuscrito original del icónico libro de Antoine de Saint-Exupéry, que se conserva en la Morgan Library & Museum de Nueva York.

El Museo de Artes Decorativas de París aloja esta gran retrospectiva sobre el libro, que se rodea de más de 600 piezas entre acuarelas, bocetos y dibujos, en su mayoría inéditos, pero también fotografías, poemas, periódicos recortes y extractos de correspondencia con los que se dibuja un excepcional homenaje a su autor, el escritor, poeta, pionero de la aviación, explorador, periodista, inventor y filósofo, Antoine de Saint-Exupéry.

La exposición, que abre sus puertas hoy jueves y que podrá verse hasta el próximo 26 de junio, gira en torno a su último libro publicado en vida, que Saint-Exupéry escribió en Estados Unidos, donde vio la luz en 1943, si bien no llegaría a Francia hasta 1946, dos años después de la muerte del autor, que se estrelló en el Mediterráneo en 1944 en circunstancias que nunca han podido ser descubiertas.

La muestra ahonda en las facetas menos conocidas del escritor y aviador. Foto: Foto Christophe Petit Tesson | EFE.

La muestra, programada para 2021 pero retrasada por la pandemia, es un homenaje precisamente al 75 aniversario de la publicación del libro en Francia.

Un éxito que traspasó fronteras

Comisariada por Anne Monier Vanryb y Alban Cerisier, se trata, según el sobrino nieto del escritor, Olivier d’Agay, de la exposición “más importante” que se ha realizado nunca sobre la obra porque “en ella encontramos por primera vez en el mundo desde 1943 los dibujos originales de ‘El Principito’, vestido de majestad, con su bufanda amarilla”. También, claro, porque “por primera vez en Francia vemos el manuscrito original”.

La muestra incluye 600 piezas entre acuarelas, bocetos y dibujos, en su mayoría inéditos, pero también fotografías, poemas, periódicos recortes y correspondencia, además del manuscrito original de ‘El principito’

A lo largo de la muestra, que ahonda en la historia, las ilustraciones y el trasfondo filosófico que la hicieron traspasar fronteras, se desvelan también aspectos poco conocidos de Antoine de Saint-Exupéry.

El recorrido se inicia con documentos de la infancia de Saint-Exupéry, nacido en el seno de una familia aristócrata de Lyon en 1900, e interesado desde su infancia por la escritura y la ilustración, así como por el incipiente mundo de la aviación, en el que jugaría un papel clave.

‘El Principito’ es la obra más traducida después de La Biblita. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE.

Sus vivencias y peripecias como piloto, desde la fuerza aérea francesa en 1921 a Aéropostale -el correo postal-, con el que viajó por África en la línea Casablanca-Dakar, entre otras, y más tarde Aeroposta Argentina de la que fue director en 1929 son el origen de sus emocionantes novelas Courrier Sud (1929), adaptada al cine en la época, Vol de Nuit (1931) y Terre des Hommes (1939).

Tándem aviación-escritura

Esta última fue creada a raíz del accidente que Saint-Exupéry sufrió en 1935 junto a su mecánico André Prévot, en un vuelo entre París y Saigón, quedando varios días atrapados en el desierto del Sahara, en la zona de Libia, una experiencia que marcó también el origen de El Principito.

“Él decía que solo podía contar lo que había vivido, no podía hacer ficción. Así que escribía a partir de material vivido. En la segunda parte de su vida, más que un escritor fue un filósofo y ‘El Principito’ bebe de ambas corrientes, es fruto de su experiencia y sus reflexiones sobre la sociedad, la humanidad” explica Olivier d’Agay.

Ya en vida, señala el descendiente del autor, Saint-Exupéry era una especie de héroe legendario, leyenda que se amplificó tras su desaparición en el mar, que llegó a dar pie a rumores sobre un posible suicidio.

La muestra ahonda en la vida de Saint Exupéry. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE.

Otra parte de la exposición explora el lugar fundamental que ocupa el dibujo en la vida del autor, para quien representaba una forma de estar en contacto con su infancia. De hecho, es un dibujo el que propicia el encuentro entre el aviador y el principito: “Por favor… ¡dibújame una oveja!”.

El principito, gran protagonista

Más de la mitad de las salas están dedicadas en exclusiva a la obra cumbre de Saint-Exupéry (una de ellas solo a mostrar el punto culminante de la exposición, el manuscrito original de El Principito conservado en Nueva York).

El libro, de apenas cien páginas e ilustrado con acuarelas del propio autor, es el más traducido del mundo después de la Biblia, y se ha convertido incluso en herramienta de aprendizaje e incluso de recuperación de dialectos en peligro de extinción (yo misma tengo una edición en extremeñu del clásico, El Prencipinu, traducido por Antonio Garrido Correas).

El manuscrito original de El Principito nunca se había visto en Francia. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE.

Sobre su trascendencia, el sobrino del autor apunta: “El Principito toca nuestros sentimientos más íntimos. La gente halla en él consuelo frente a su tristeza, esperanza, respuestas a preguntas existenciales. No es una cuestión de generaciones, religión o de épocas, es intemporal, universal”.

Dibujos nunca vistos

Este préstamo excepcional del manuscrito se complementa con dibujos originales de una colección nunca antes vistos. Estos dibujos, tan misteriosos como la propia muerte de su autor, no habían sido mostrados nunca por sus propietarios. De hecho, el propio manuscrito se había expuesto anteriormente solo en una ocasión, en 2014 en Nueva York, donde lo conserva la Morgan Library & Museum.

Su esposa, la salvadoreña Consuelo Suncín-Sandoval Zeceña, con la que tuvo una relación un tanto tormentosa, aparece también en la exposición como su gran romance y fuente de inspiración de la rosa, símbolo del amor que el protagonista trata de proteger.

Foto: Christophe Petit Tesson | EFE.

También su amigo Léon Werth, mentor y apoyo espiritual, antimilitarista y anticolonialista como Saint-Exupéry y quien dedicó su gran obra.

Para concluir el recorrido, pueden verse 120 ediciones extranjeras entre los casi 500 idiomas y dialectos a los que ha sido traducido el libro, reunidos aquí en una suerte de ‘biblioteca universal’.

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