El kaiser de la moda resucita en una exposición en Nueva York

Se apagaron los focos y se retiró la alfombra roja más esperada del año (que era en realidad era beige con líneas azules y encarnadas), la pasarela que da acceso a la Met Gala, un evento convertido, a golpe de tweed, perlas, camelias, blanco y negro y mitones, en homenaje a Karl Lagerfeld, y se abre la nueva exposición del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, también dedicada a uno de los modistos más importantes del siglo XX.

El alemán, kaiser de la moda y director creativo de Chanel y también su gata Choupette, a la que convirtió en musa e influencer (tiene una cuenta en Instagram con 253.000 seguidores, además de su propio chef, guardaespaldas y ama de llaves) inspiraron los looks de los invitados desde Penélope Cruz, coanfitriona de la gala junto a Dua Lipa y Anna Wintour, a Jessica Chastain, Nicole Kidman, Olivia Wilde, Gisele Bündchen, Kendall Jenner, Cara Delevingne, Kristen Stewart o un Jared Leto literalmente disfrazado de minina.

‘Karl Lagerfeld: A Line of Beauty’

Tras la resaca de la gala y el aluvión de looks, toca introducirse, ahora sí, en el universo creativo de uno de los mayores genios de la moda y su trabajo en Chanel, la casa a la que entregó sus mejores años, pero también Fendi y Chloé, entre otras.

La muestra, que lleva por título Karl Lagerfeld: A line of beauty, se atreve a contradecir a su homenajeado, que decía que la moda no era arte, ni un museo el lugar para las prendas.

Sin embargo, tanto los representantes del Met como figuras cercanas al diseñador coinciden en que le habría complacido ver hoy sus cerca de 200 diseños reunidas en una exposición espectacular, que las agrupa por temas estéticos y que se centra especialmente en la relación entre sus bocetos y las creaciones terminadas.

“Cada uno de sus diseños comenzó con un boceto”, explica el comisario de la exposición y del Instituto de Moda del Met, Andrew Bolton, sobre su método de trabajo. “Pueden parecer encantadores y expresionistas para el ojo inexperto, pero para sus premieres eran casi matemáticos en su precisión, casi como un lenguaje secreto entre Karl y los talleres”.

Diseñador “erudito” con visión comercial, para Bolton Lagerfeld (1922-2019) acabó convirtiéndose en el prototipo de “empresario de la moda” para la época contemporánea.

El kaiser de la moda reina en Nueva York

La muestra, que toma para su título parte de la teoría estética descrita por William Hogarth en su libro Análisis de la belleza, de 1753, seleccionó entre aproximadamente 10.000 piezas en los archivos de cada casa de moda en la que trabajó: Balmain, Patou, Chloé, Fendi y Chanel, además de su propia marca homónima.

Un proyecto titánico que toma forma en un recorrido que repasa los 70 años de trayectoria del modisto y que deja ver además sus intereses en el cine, el arte -fue un gran coleccionista de obras de artistas como Yves Klein, Alberto Giacometti y Claude Lalanne- o la filosofía a través de dicotomías como “masculino-femenino”, “rococó-clásico”, “histórico-futurista” o “figurativo-abstracto”.

El la muestra, los vestidos se enfrentan a los bocetos para dar a conocer el proceso creativo de Lagerfeld

En cada galería brillan majestuosos vestidos, la mayoría dignos de alfombra roja, con telas y acabados lujosos, enfrentados a sus bocetos.

No se esquiva su utilización, en su momento revolucionaria, y ahora no exenta de polémica, de pelo animal, seña de Fendi, que Lagerfeld incorporaba en forma de adornos de flores o con estampados sobre prendas que no eran de abrigo.

Un diseñador en uniforme

Cierra la muestra una sección centrada en el propio Lagerfeld, conocido por el “uniforme” con traje negro y camisa blanca de cuello subido, mitones, gafas de sol y cabello blanco recogido en una coleta que utilizó los últimos 15 años (adelgazó 36 kilos para transformar su look) y que se convirtió en una imagen que trascendió a la cultura pop.

También aquí hay una instalación artística con decenas de iPhones -no se despegaba del teléfono- en los que aparece con este uniforme pero riéndose, en una inusual muestra de humanidad, y que se acompaña de frases que dijo: “El lujo es la libertad del espíritu, la independencia, básicamente la incorrección política”.

Abierta hasta el próximo 16 de julio, la exposición permite conocer al diseñador más allá de sus creaciones. Un lector voraz (su biblioteca contaba con más de 60.000 títulos), apasionado por la fotografía y la jardinería y, sobre todo, de una “inteligencia y curiosidad inmensas”, según el comisario.

Será difícil que el sector de la moda vuelve a ver a alguien como Lagerfeld, recalca Bolton. “Creo que el diseño no está alcanzándole, él anticipaba hacia dónde iba la moda. Era muy inusual en este mundo”.