Pasarela 080 Barcelona: España alcanza los escenarios europeos
Desfiles virtuales, fashion films, charlas con los creadores y entrada libre a la primera fila y el backstage: así han cambiado las pasarelas

Hay que darle la vuelta a la tortilla, y quien es hábil con la sartén se va a llevar la crisis de la COVID-19 por delante. Es el caso de la moda española y sus pasarelas, y en lo que respecta a la barcelonesa 080, que lidera Marta Coca, directora de Moda de la Generalitat catalana, y que se habrá visto entre el 14 y el 18 de septiembre. Las pasarelas virtuales han sustituido a las presenciales y el alcance ha superado cualquier expectativa del pasado.
Antes de llegar al final del evento, la organización está más que satisfecha. “Lo más importante de esta nueva etapa en que todo es a través de pantallas, es que llegamos a cuatro países de forma segura e inmediata, lo cual antes era casi imposible”, comentan, “y son muchas las revistas especializadas que están ofreciendo en directo los desfiles a través de sus plataformas. Las redes sociales se inundan de moda, la propia plataforma de la 080 está al servicio de los observadores, y todo eso tiene una visibilidad insuperable”.
Pasarela 080
El escenario sobre el que Esma, empresa de producción independiente, ha trabajado, han sido diversas salas del Recinto Modernista del Hospital de Sant Pau, un fondo de arquitectura espectáculo que no necesita maquillaje.
En total habrán sido 21 pasarelas, y es mencionable que la mayoría de las 21 marcas fabrican dentro de las fronteras españolas. La digitalización y puesta en marcha de todo el proceso es obra de la empresa de software creative.net, propiedad de Bibiana Vallvé, periodista vinculada a la Corporación Catalana de Medios (CCMA).
Hay que entender la nueva etapa y sus nuevas fórmulas desde las pasarelas pasadas, las que hasta febrero de 2020, antes del coronavirus, han sido las mismas durante años y no solo en Madrid y Barcelona, también en Paris, Londres, Milán y New York, las principales capitales que exhiben moda firmada por diseñadores.
Entre las novedades de esta edición se cuentan las DNA (cortometrajes documentales), las charlas o conferencias de diseñadores (Fashion Talks) y la posibilidad de colarse en el backstage (Behind the scenes)
Se acabaron las acreditaciones para acceder a los desfiles, las largas colas para ocupar asiento cada día ‘D’, los aplausos en directo, las expresiones de quien ocupa el asiento vecino, los comentarios del medio de comunicación rival, los empleados de seguridad solicitando los pases para acceder al backstage y esas actitudes humanas, espontáneas y auténticas, ante cualquier situación anecdótica además de la aparición triunfal de cada diseñador al final de su exhibición.
Es el fin de todo eso y el principio, hay que admitirlo, de una mayor democratización en el sector. Ya todo el mundo puede acceder a las colecciones de las próximas temporadas, ya cualquiera puede sentarse en el frontrow y entrar en el backstage y la anécdota, al igual que la tarima escalonada en la que se apostaban los fotógrafos, desaparece para dejar paso a las primeras pinceladas de un futuro en el que el grueso de los costes se aplicará a las tecnologías.
Moda en streaming
Para la visualización de las colecciones se impone el diferido sobre el directo o el streaming. O sea, hay hueco y tiempo para el retoque y el perfeccionamiento, porque todo lo que se habrá visto en pantalla estará previamente editado. “Porque ver la moda en vídeos editados es muchísimo mejor, más limpio”, dicen, “y hemos podido añadir a los desfiles, los llamados Fashion show Films, otras disciplinas virtuales”.
Si antes había desfiles de cercanía con sillas para observar, un village comercial alrededor y un par de barras de bar donde socializar, en esta edición de la 080, la número 26, la dinámica del espectador es más simple porque puede empaparse de moda y tendencias desde casa, la oficina, el bar o la parada del autobús. Bastan un teléfono, u ordenador o un iPad.
Las novedades, inexistentes hasta esta edición, que ha añadido la organización, amparada por la tecnología y la creatividad, son diversas y pueden alternarse con los desfiles y que se visualizan a través de la web de la 080.
Unas de ellas se llaman DNA, que son los cortometrajes documentales sobre los diseñadores y marcas de moda, que hasta este momento solo tenían difusión a través del medio de comunicación que decidía dársela.
Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino, Rossy de Palma o Margherita Missoni han participado en charlas sobre moda, sostenibilidad o responsabilidad social
Otra sección se titula Other Voices. Son las voces de diseñadores cuya indumentaria no se muestra necesariamente sobre la pasarela, y de otros profesionales que tienen mucho que contar al público.
Se lleva a cabo a través de charlas o conferencias, las Fashion Talks, que se diferencian en 3 temáticas: moda, tecnología y negocio. ‘Han sido un éxito y, por ejemplo, en el caso de la charla sobre sostenibilidad sostenida por Carmen Sáenz Varona, fundadora y CEO de Best For Less, tuvimos que cortar porque la participación externa con preguntas se desbordó”, explican.
Son muchos los nombres que se han barajado en estas conversaciones, entre ellos Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino y nombrado estos días el mejor diseñador del año en el mundo, que ha charlado con Rossy de Palma acerca de la empatía en la moda. O Margherita Missoni hablando de sostenibilidad y responsabilidad social.
Entrar en el backstage
El backstage, lo que en teatro clásico se llamaría las bambalinas, antes reservado únicamente a profesionales, también se ha ampliado en cuanto al alcance de un público mayoritario.
A este apartado se le ha llamado Behind the scenes, y es como un making-of del proceso de casting de las y los modelos, escenas de pasillos y preliminares; resumen, la vida de los profesionales detrás del telón al alcance de todos.
Con todo ello, hay que hacerlo a propósito para no estar enterado de las formas, colores y texturas que van a inundar las calles todas las temporadas.
Ya no habrá pases de prensa, de compradores ni de agitadores de las redes sociales, todos los sectores habrán tenido las mismas posibilidades de acceso a la información y lo que si es cierto es que es el fin de la observación de los comportamientos humanos que de alguna manera diferenciaba las crónicas, tanto profesionales como amateurs. Eso es lo que el universo virtual, sobre todo el editado, el diferido, deja fuera de un juego que ha cambiado sus reglas. Por lo demás, todo parecen ventajas.
Por cierto, el rojo será el color del 2021.