La fotografía analógica vuelve a reinar en este pueblo catalán

Hasta el 2 de octubre, Vilassar de Dalt, una villa del Maresme, acoge más de 36 actividades de Revela’T, el mayor festival de fotografía analógica del mundo

Revela’T incluye este año 57 exposiciones. Foto: Alessandra Sanguinetti.

Nunca fue del todo abandonada –aunque es cierto que sí prácticamente barrida por la tecnología digital y los teléfonos móviles- y, como ocurre con los vinilos o los casettes, la fotografía analógica atraviesa un momento dulce con cada vez más personas volviendo al proceso material más lento, pausado y con alguna dosis de emoción que supone.

Sea por nostalgia, por descubrimiento o por moda, esa de vivir más lentamente y consciente cada momento, la fotografía analógica experimenta un cierto auge que se pone de manifiesto en el crecimiento de la demanda de cámaras y carretes, así como en el interés por eventos como Revela’T, el primer festival de fotografía analógica del mundo que estos días pone en el mapa de los aficionados la localidad de Vilassar de Dalt (Barcelona).

Capital de la fotografía analógica

En su décima edición, y con un homenaje al fotógrafo y teórico Joan Fontcuberta, Revela’T engloba, hasta el próximo 2 de octubre, 57 exposiciones que ya se pueden visitar, 36 de ellas en diferentes espacios de Vilassar de Dalt (Maresme), 9 en Barcelona y 12 en Mataró, Premià de Mar, L’Hospitalet de Llobregat, Torroella de Montgrí, Villanueva de la Serena (Badajoz) y Madrid, y por primera vez en Burgos y Argelia.

Vilassar de Dalt acoge el grueso de las exposiciones de Revela`T. Foto: Alexey Titarenko.

El plato fuerte de la cita se celebra este fin de semana, los días 16, 17 y 18 de septiembre en Vilassar de Dalt, con el Market Fotográfico y las Jornadas Profesionales, tres días de actividades formativas alrededor de la fotografía que tendrán como epicentro la antigua fábrica textil de cal Garbat.

Además, otros espacios de Vilassar de Dalt, muchos de ellos locales de entidades sociales herencia del pasado industrial del pueblo, acogerán exposiciones, como la Estrella, el Teatre de la Masa, Els Rajolers, el Museu Arxiu de Vilassar de Dalt -con una de las exposiciones principales-, la Biblioteca de Can Manyer y diferentes calles de Vilassar de Dalt que acogerán muestras de gran formato en el exterior

El 1 de octubre, Revela’T hará una gran fiesta de cumpleaños abierta a todo el mundo, así como el Photobook Day, una jornada dedicada al fotolibro.

Joan Fontcuberta, homenaje a un grande

La décima edición de Revela’T rinde homenaje al artista, teórico, comisario, editor, divulgador y uno de los grandes renovadores de la fotografía de nuestro país Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) con la muestra HeghDI’ vem ghaH, tú’lu’, DINOSAUR.

Una de las fotografías de Joan Fontcuberta en la muestra ‘HeghDI_ vem ghaH, tu’lu’ , DINOSAUR’.

La exposición, inédita y producida especialmente para el festival, se inspira en la figura del dinosaurio, un “importante icono cultural, que sustituye al mito del dragón de las civilizaciones ancestrales”, apunta Foontcuberta.

“Culturalmente hablando, los dinosaurios ocupan una posición intermedia entre los animales reales (tigres o elefantes) y los imaginarios (unicornios o sirenas). No son reales, pero lo fueron. Pertenecieron al mundo natural hace millones de años y hoy nos obsesionamos con hacerlos revivir: mediante la clonación de Jurassic Park, con las réplicas que encontramos en los parques de entretenimiento y con los fósiles de las reconstrucciones paleontológicas”, apunta el fotógrafo.

Además, Fontcuberta será también el encargado de ofrecer la Conferencia Inaugural del festival este viernes 16 de septiembre en el teatro La Massa de Vilassar de Dalt, y recibirá el Distintivo de Plata de Revela’T 2022.

Qué se puede ver en Revela’T

Entre las propuestas expositivas, Revela’T cuenta con varias exposiciones de fotografía social, como la de Juan de Cruz Megías ¡Vivan los novios!, un trabajo que documenta el ritual de las bodas, con las fantasías, los miedos y las ansiedades de la fiesta.

Foto: Juan de la Cruz Megías.

Además, tres muestras con fotografías familiares anónimas, una presentada por Elise Pic y Jacques Barbier, que tienen la única galería en Francia dedicada a la fotografía de familia, otra del autor japonés Munemasa Takahashi, que codirigió un proyecto de recuperación de fotografías familiares echadas a perder durante el tsunami, y la del también japonés Atsushi Momoi, resultado de dar una cámara a cada uno de sus amigos para que fotografiaran su día a día con el objetivo de presentar la vida privada de forma colectiva.

El género del retrato está representado por Pep Mínguez, director de Revela’T, con una exposición de fotografías hechas hace 20 años de personas de la vida social de Vilassar de Dalt con las que se rinde un homenaje al pueblo y a su gente -muchos hoy ya desaparecidos-.

Las imágenes de Xavier Gómez, que retrata personalidades del ámbito de la fotografía con sus cámaras analógicas de juventud, Paola de Grenet a mujeres de 20 años que demuestran la libertad y la energía propia de la edad en la cual se quiere conocer y conquistar el mundo, y Rafa Badia, con una selección de sus fotos publicadas en artículos de viajes de El País son otras de las muestras de Revela’T.

Foto: Rafa Badia.

Fotografía social

Natalia Kepesz, por su parte, firma un proyecto sobre los campamentos militares de verano, un fenómeno masivo en Polonia en los últimos años, en un trabajo que reflexiona sobre los efectos emocionales de la educación militar a los niños -proyecto ganador de un World Press Photo el 2021-.

Y Nieves Mingueza presenta dos proyectos de temática social alrededor de la violencia de género, uno formado por fragmentos visuales y textuales, y el otro por fotografía analógica y collage a partir de una revista de 1959 y que reconstruye un feminicidio.

Además, la programación del festival cuenta con varios trabajos fotográficos de largo plazo, como el de Alessandra Sanguinetti, fotógrafa de la agencia Magnum, que retrata durante más de veinte años la vida de dos primas que viven en una granja en las afueras de Buenos Aires, y el de Cristina Fontsaré, que construye un diario de vida a través del seguimiento que hace de varias chicas desde la infancia y hasta la edad adulta.

Foto de la ganadora de un World Press Photo en 2021, Natalia Kepesz.

También los de Alexey Titarenko, que con un uso magistral de la larga exposición captura el desorden de las multitudes que ocupaban Sant Petesburgo en otro tiempo; Deanna Dikeman, que durante 27 años, al despedirse de sus padres, hacía una última foto desde el coche en lo que supone un recorrido fotográfico sobre toda una vida llena de adioses; o Antonio Martín ‘Michael’, que reconstruye a lo largo de 25 años la memoria gráfica del barrio Alameda de Osuna, junto al aeropuerto de Madrid.

Fotografía y poesía

Fotografía y poesía se dan la mano en la obra de la fotógrafa de origen japonés Tomoko Nagakawa y del autor de culto Jun Shiraoka, de la colección de Henry Bellan-Huchery, el trabajo sereno y plácido de José María Díaz-Maroto, los paisajes de Canarias de Daniel Fleitas o las capturas del cielo de Argentina de Beberly Estay Estay.

Tampoco hay que perderse las historias íntimas y personales de Bárbara Traver, la fotógrafa belga Elise Corten y los recuerdos familiares de Rodrigo Flechoso, cómo retrata el paso del tiempo Mark Formanek y cómo investiga Manabu Yamanaka la forma corporal de un ser humano en la vejez.

Foto: Elise Corten.

Además, las técnicas fotográficas mixtas estarán presentes en la obra de Frank Machalowski, con retratos antiguos comprados en un mercadillo y fotos actuales hechas con cámara estenopeica anamórfica, o en la gran retrospectiva dedicada a Luis González Palma, con obras que evolucionan de la fotografía a la tridimensionalidad a través de una experimentación formal que recorre sus obsesiones particulares y universos íntimos.

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