La magia de Stonehenge conquista el British Museum

Alrededor de 400 objetos, algunos nunca antes expuestos, permiten indagar en nuestros antepasados del Neolítico, unos pueblos que sorprenden por su sofisticación

Stonehenge se sacude sus mitos en Londres. Foto: ©English Heritage.

¿Qué es en realidad Stonehenge? ¿Cuándo se construyó? Y, lo más fascinante, ¿cuál era su propósito? El poder de atracción del círculo de piedra más famoso del mundo es el hilo conductor de una de las exposiciones realizadas jamás sobre la prehistoria en el Reino Unido.

El British Museum está detrás de esta muestra, que lleva por nombre El mundo de Stonehenge, pero que va mucho más allá de este monumento que se eleva en Wiltshire, al sur de Inglaterra, para indagar en la vida de los europeos que vivieron en el continente hace entre 5.000 y 3.500 años.

Hachas de piedra de los Alpes italianos, joyas de oro e instrumentos metal antiguo, incluido el disco celeste de Nebra, considerado el mapa de estrellas más antiguo del mundo, forman parte de esta exposición, que se podrá ver en el museo londinense del 17 de febrero al 17 de julio de 2022.

Disco Celeste de Nebra. Foto: LDA Sachsen-Anhalt, Juraj Lipták.

Una cultura sofisticada

Partiendo de Stonehenge y su indudable magia, la muestra va mucho más allá y desmonta mitos, leyendas y folklore para adentrarnos en la historia humana tras la construcción, pero también tras su propósito y simbología.

Lo que encontraremos será un relato que huye del tópico del hombre de las cavernas y que muestra una sociedad dinámica y cosmopolita, llena de conexiones que trascendían la isla de Gran Bretaña y con profundos conocimientos de la naturaleza y de las estrellas.

Stonehenge se revela en la exposición como el punto neurálgico de un mundo cosmopolita, cuyos tentáculos se extendían por la Europa continental

De hecho, para la comisaria de la exposición, Jennifer Wexler lo más revelador es “la sofisticación de su cultura” que, a su juicio, romperá muchos esquemas mentales.

Stonehenge. Foto: ©English Heritage.

“Hay algo de ese mundo y de la arqueología con lo que podemos identificarnos fácilmente. Podemos ver a veces escenas de la vida doméstica, a la gente con sus cacerolas y sus pertenencias que, en cierta forma, no son tan diferentes a nuestro día a día”, explica Wexler a EFE.

Objetos nunca expuestos

Basada en descubrimientos científicos y arqueológicos recientes y novedosas perspectivas, la muestra ahonda en cómo era la vida de aquellos antiguos europeos pero también las revoluciones sociales y tecnológicas de una era de enorme conectividad que se prolongó durante 1.500 años en los que la humanidad cambiaría para siempre.

Entre los tesoros de la muestra, que proceden 35 instituciones del Reino Unido e internacionales, destaca el disco celeste de Nebra, un objeto de 3.600 años de antigüedad que se considera la más antigua representación del cosmos que se conserva en el mundo.

Más de 400 objetos integran la ambiciosa muestra. Foto: Neil Hall | EFE.

Circular y de 31 centímetros de diámetro, está hecho de bronce y tintado de color verde azulado. Representa el firmamento con elementos en dorado que identifican las estrellas, el sol, la luna y hasta los solsticios.

Fue descubierto en 1999 cerca de Nebra, en Alemania oriental, y ha sido prestado por el Museo de la Prehistoria de Halle para exhibirse fuera de su país por primera vez en 15 años.

El Stonehenge del mar

También forma parte de la muestra el círculo de madera de Seahenge, una especie de réplica del crómlech de Stonehenge hecha con troncos y que fue descubierta bajo las arenas de una playa de Norfolk, al este de Inglaterra, en 1998.

Denominado también el ‘Stonehenge del Mar’, se trata de un gran tronco de árbol rodeado por 54 postes de madera, algunos de hasta 3 metros de altura, dispuestos en un círculo de 6,6 metros de diámetro. Una estrecha entrada al círculo estaba alineada con la entrada del sol en el solsticio de verano, lo que indica profundos conocimientos de los astros.

Seahenge. Foto: Neil Hall | EFE.

Otra de las estrellas de la muestra es una pequeña escultura de 5.000 años de antigüedad tallada en roca de tiza en forma de pequeño tambor y que el British Museum ha catalogado como el descubrimiento de arte prehistórico más importante del último siglo en el Reino Unido.

Fue allado en 2015 en una excavación en Burton Agnes, en el noreste de Inglaterra.

Otros objetos como piezas encontradas en enterramientos prueban las conexiones de pueblos con otros de Francia, Alemania, Escandinavia e incluso la antigua Grecia.

La prehistoria no es lo que pensábamos

Estos objetos no son los únicos que han permitido ahondar en el conocimiento sobre nuestros antepasados del Neolítico. Los progresos técnicos, como los análisis de ADN, han permitido también dar pasos de gigante en el conocimiento de la prehistoria en las últimas décadas.

Algunas de las piezas muestran las conexiones entre pueblos a los dos lados del Canal de la Mancha. Foto: Seahenge. Foto: Neil Hall | EFE.

“Ahora sabemos, gracias a los elementos químicos en sus huesos, que la gente venía desde Europa continental, recorrían distancias enormes y algunos de ellos iban y venían”, explica la comisaria de la exposición.

Esas conexiones en el ADN han permitido indagar incluso en las relaciones familiares entre los restos humanos que se han hallado enterrados, y averiguar que “había gente que tenía primos en Europa continental y vivían en Gran Bretaña, o que habían emigrado aquí desde los Alpes”.

De hecho, apunta Wexler, “se movían en distancias mucho mayores de lo que esperábamos, es alucinante. Solemos creer que eso es una idea moderna, pero incluso en las islas británicas vemos conexiones entre Orkney, en el norte de Escocia, y Stonehenge, en el sur de Inglaterra”.

Foto: Neil Hall | EFE.

Todo ello les ha hecho concluir que los barcos eran mucho más importantes en la vida de esas personas de lo que se pensaba hasta ahora.

“No siempre contamos con restos de embarcaciones, pero es la forma más fácil para que se moviesen, a través de rutas marítimas, y además sabemos que en la Edad de Bronce hay materiales a ambos lados del canal de La Mancha que son los mismos”, añade la experta.

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