Las fiestas más divertidas del invierno están en Extremadura

Las tradiciones precristianas y otras celebraciones religiosas se mezclan en torno al carnaval y los homenajes a San Sebastián, para dar origen a una multitud de festejos divertidos y originales que solo se pueden encontrar en Extremadura.

Hay también alguna ruta histórica que recuerda el retiro de un monarca y celebraciones en torno a delicias gastronómicas que nunca hay que dejar de probar.

Lluvia de nabos en Piornal

El 19 y 20 de enero (fiesta de San Sebastián) las calles de la localidad de Piornal van a ser bombardeadas por nabos. Parecería un gag de Monty Phyton, pero en realidad es una antigua tradición que ni el frío –este es el pueblo más alto de Extremadura- puede con él.

Una persona se disfraza de Jarramplas, especie de demonio con un traje lleno de cintas de colores.

Mientras recorre las calles de este núcleo del Valle de Jerte es recibido por los vecinos y visitantes por una lluvia de nabos, hasta que en un momento no puede más y se acaba la fiesta, aunque sigue con un abundante despliegue gastronómico.

Las carantoñas de Acehúche

En las mismas fechas, también relacionadas con San Sebastián, el pueblo de Acehúche ve llegar a las carantoñas, personajes disfrazados con pieles de animales y máscaras que dan miedo, mientras arrastran ramas de acebuche.

El Jarramplas, un personaje disfrazado con piel de animales, es recibido bajo una lluvia de nabos en el pueblo de Piornal

En las calles regadas de hojas de romero, y con el redoblante del tamborilero sonando, van a buscar a la figura de San Sebastián a la iglesia, y se inicia una procesión que finaliza con el mayordomo convidando dulces y vinos.

Carnavales como no hay igual

Ciudades como Badajoz y una larga lista de pueblos viven el carnaval con toda alegría, en celebraciones donde cada lugar aporta un toque diferente.

Esperemos que la pandemia de una tregua y permita a Badajoz organizar el desfile de sus comparsas, en el que participan como 4.000 personas, donde las murgas compiten en creatividad en la final que se realiza en el Teatro López de Ayala.

El Carnaval Romano es otra muestra del humor musical de Mérida, tan divertido como los de Navalmoral de la Mata, Villar del Pedroso, Montehermoso, Hornachos, Zafra y Galisteo, entre otros pueblos.

Uno de los más singulares es el carnaval de Las Hurdes, con el desfile de personajes tradicionales como el burru Antrueju, la mona o el machu Lanú.

El Peropalo

Hay dos festejos de carnaval que merecen capítulos aparte. Uno es el de Villanueva de la Vera, donde se realiza el ajusticiamiento de un pelele llamado Peropalo.

Desde el domingo al martes de carnaval se castiga al muñeco que el pueblo armó con esmero, hasta que llega el día del juicio y se lo castiga con golpes con calabazas, prólogo de la quema final.

Es posible que su origen haya sido las fiestas agrícolas de la Europa prerromana, pero la tradición persistió durante siglos.

La pedida de la patatera

Otra tradición es la que organiza Malpartida de Cáceres durante el Martes de Carnaval, donde a lo largo de la Plaza Mayor y las calles cercanas suenan las charangas y los jóvenes pasean con canastas para la pedida de la patatera, embutido extremeño elaborado con patata, grasa animal, carne de cerdo y pimentón.

Ruta de Carlos V

El 3 de febrero de 1557 el emperador Carlos V decidió retirarse al monasterio de Yuste.

Cada 3 de febrero los pueblos de Jarandilla de la Vera, Aldeanueva de la Vera y Cuacos de Yuste recuerdan la ruta de Carlos V a su retiro

Aquel viaje es recordado esa fecha en una ruta que parte desde el castillo de Oropesa, en Jarandilla de la Vera, pasa por Aldeanueva de la Vera y termina en el conjunto monacal de Cuco de Yuste.

Es un trayecto de 10 km donde se ven representaciones, danzas, degustaciones y otras actividades que hermanan a los tres pueblos.