Siete paisajes que son libros abiertos de geología

Aunque no lo parezca, las rocas hablan. Hay que prestar atención y saber escucharlas, ya que si pueden contar la historia de los 4.600 millones de años que lleva la Tierra en continua evolución.

En varias partes de España se pueden conocer sitios que son como un manual de geología, como antiguas minas, geoparques, salinas, volcanes o cauces fluviales.

Si no se sabe por dónde empezar, se puede seguir estas recomendaciones del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos de España (ICOG) y descubrir una nueva forma de hacer turismo.

Minas de Santa Marta de los Barros (Badajoz)

A inicios del siglo XX la localidad de Santa Marta tuvo un auge en la explotación de la minería, con la explotación intensiva de las minas de plomo y zinc.

Allí también se extrajeron otros minerales como la galena, la blenda y la vanadinita; y un tipo excepcional por su rareza, la calderonita.

En este pueblo se encuentra un Museo Geológico Minero que cuenta la historia de las explotaciones subterráneas y de las formaciones rocosas que hay en la comarca, y lo hace a través de la exposición de utensilios de trabajo, fósiles, rocas y gemas.

Geoparque de Las Loras (Palencia y Burgos)

Las Loras, una comarca de “grandes páramos calizos separados por cañones fluviales”, ha sido hogar de pueblos durante milenios, como dan fe las pinturas rupestres o las iglesias románicas.

Allí se despliega una gran variedad de tesoros geológicos, como karts (relieve originada por meteorización química de determinadas rocas), relieves estructurales, cañones fluviales, fallas y grandes estructuras de plegamiento alpino, entre otras.

En este geoparque se pueden visitar cuevas, extrañas formaciones como la de Las Tuerces o las Hoces del Ebro y calizas lacustres como la de Aguilar de Campoo.

Volcán Cerro Gordo (Ciudad Real)

En el Campo de Calatrava se encuentra este volcán, el primero que puede ser visitable en toda la Península Ibérica, en una región donde se despliegan 330 edificios volcánicos.

El volcán Cerro Gordo es el primero que pudo ser visitado en su interior en la Península Ibérica

En la visita se puede observar cómo es la estructura interna de un volcán y de qué forma ha cambiado a lo largo de los siglos, con paneles que detallan el volcanismo que hubo en el interior de placa entre 8.5 y 6.5 millones de años atrás.

Cabo Ortegal (Galicia)

Según el colegio de geólogos es difícil encontrar en Galicia un sitio que sintetice la historia geológica del territorio. Pero ese lugar existe y es el Cabo Ortegal, donde las formaciones rocosas permiten deducir cómo era las masas continentales en la juventud del planeta, desde la etapa de colisión de Gondwana y Laurussia a la formación de Pangea.

Allí se puede ver cómo este cabo, bueno en realidad toda Galicia, se forma por la “aglomeración”, como dan fe los materiales geológicos expuestos en una pared vertical de casi 600 metros de alto.

Pero quizás el punto más destacado es el acantilado que quedó como testigo de cuando Pangea (el supercontinente que agrupaba casi todas las masas continentales) se fragmentó hace 200 millones de años.

Parque de la Sierra de Urbasa (Navarra)

Al noroeste de Navarra se encuentra esta sierra, formada por una meseta de materiales calcáreos terciarios que crean un sistema kárstico de primer orden.

Mientras que en su exterior se pueden observar surrealistas formaciones como dolinas, uvalas y el gran polje (depresión) que forma el raso de Urbasa, en el interior es posible descubrir cavernas y simas.

El Cabo Ortegal presenta una pared de 600 metros que sintetiza la historia geológica de los últimos 200 millones de años

Uno de los puntos más bonitos se da alrededor del macizo calcáreo, donde emergen surgencias de agua como el Nacedero del Río Urederra, con sus pozas turquesas y su hayedo cuyas hojas en cada estación del año cambian de color, indican en el ICOG.

Salinas de Torrevieja (Alicante)

Estas son las salinas marinas naturales más importantes de Europa, que por supuesto, desde tiempos antiguos han sido explotadas industrialmente.

Las salinas están formadas por dos lagunas naturales: la de Torrevieja, de 14 km2, y la de La Mata, de 7 km2. En ambos casos el lecho plano de estos espejos lacustres ha facilitado la extracción de la sal.

El lugar se puede recorrer con un tren turístico, y lo que más llama la atención es el color rosado de las aguas, debido a la presencia de una bacteria y un alga, que a su vez son alimentos de un pequeño crustáceo que vive en estas aguas.

Monsagro (Salamanca)

En el Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia (al sur de la provincia de Salamanca) se han impulsado dos proyectos de divulgación paleontológica.

Una es la Georuta de Huellas Fósiles, donde dentro del mismo casco urbano se pueden ver las huellas de distintos organismos que datan de 450 millones de años decorando las fachadas de las casas, calles y fuentes.

Allí funciona un Museo de los Mares Antiguos, que permiten conocer la evolución de la Tierra y el origen de las huellas de los fósiles marinos, de los tiempos en que estas regiones se encontraban bajo las aguas.

Las huellas dejadas por animales prehistóricos hace 450 millones de años decoran las fachadas de los pueblos de la Sierra de Francia

Esta comarca cuenta con una abundante presencia de cruzianas (huellas de reptación que han dejado los tribolites en el lecho marino) y otros icnofósiles, pistas o huellas de animales o plantas impresas en las rocas.