Estos son los carnavales más curiosos de España

Guerras de caramelos, lluvias de hormigas, máscaras de sonrisa inquietante, calles llenas de merengue y juicios a besugos son algunas de las imágenes de los carnavales más curiosos del país

Carnaval o Entroido de Laza. Foto: Brais Lorenzo | EFE.

Hoy asociados a coloridas carrozas y comparsas, murgas que destilan ironía y disfraces que desbordan fantasía en forma de purpurina, lentejuelas y plumas, con multitudinarios referentes como los de Santa Cruz de Tenerife, Cádiz o Badajoz, hay otra cara del Carnaval en España.

Fiestas en las que no se ven musculados superhéroes ni personajes Disney, piratas, indios ni, más recientes, los monos rojos de La Casa de Papel y El Juego del Calamar que causaron furor los últimos años.

Basados en tradiciones con cientos –a veces miles- de años de antigüedad, estos carnavales exhiben también máscaras y originales trajes pero los conjugan con guerras de caramelos, calles llenas de merengue, juicios a peleles de paja o besugos de cartón, lanzamiento de hormigas o batallas de cascarones (de huevo) entre partidarios de Don Carnal y Doña Cuaresma.

Carnaval de Vilanova i la Geltrú (Barcelona)

A 45 km de Barcelona, en la capital de la comarca del Garraf, se celebra el original Carnaval de Vilanova i la Geltrú, una fiesta con más 250 años de historia.

Guerra de caramelos en Vilanova i la Geltrú. Foto: Jaume Ignes | EFE.

Una xatonada tradicional marca el inicio de la fiesta el Jueves Lardero (este año, el jueves 16 de febrero), día en que se celebra también una merengada o, lo que es lo mismo, una multitudinaria batalla que arranca delante de la Pastelería Blanch y termina con los participantes completamente embadurnado con este dulce.

El viernes llega el Rey Carnestoltes, que da el pistoletazo de salida a un intenso fin de semana marcado por los disfraces y la sátira, por ejemplo, con los Balls de Malcasats, representaciones teatrales populares con personajes peculiares y mucho humor.

El sábado es el día de Caramelo, un monarca muy querido por los niños, y también del Moixó Foguer, un personaje disfrazado de pájaro, embetunado con miel y recubierto de plumas, que recorre las calles de la ciudad.

Foto: Vilanova i la Geltru Turismo.

El domingo, además del gran desfile de Comparsas, se celebra la famosa guerra de caramelos en la Plaza de la Villa y al grito de “Comparsers, ¡la plaza es vuestra!”.

Entroido de Laza (Ourense)

Son muchos los carnavales curiosos que se celebran en Galicia, por ejemplo, el Entroido de Laza, una muy irreverente fiesta donde se mezclan ritos y personajes ancestrales y que comienzan semanas antes de los días grandes de carnaval, con cuatro Viernes de Folión.

Los ‘peliqueiros’ son los grandes protagonistas de la celebración, personajes armados con zamarras, una suerte de látigo con mango de madera labrado, e impecable atuendo con caretas con inquietantes sonrisas coronadas por imágenes de animales.

Carnaval de Laza. Foto: Turismo de Galicia.

Cada traje puede llegar a pesar unos 15 kilos y, sin embargo, no impide que quien lo lleva recorra la villa a sus anchas el Domingo de Entroido, después de misa, ‘imponiendo su ley’.

El Lunes de Entroido se lanza sobre la multitud en la Praza da Picota de Laza una lluvia de hormigas vivas

El resto de los días de Entroido en Laza discurren entre la Praza da Picota, centro neurálgico de los actos del Carnaval, y los bares, con un animado ambiente festivo y continuas parrandas en torno al vino, el licor café y los típicos aguardientes gallegos.

El Lunes de Entroido tiene lugar el ‘Día da Borralleira’ cuando, por la mañana, se celebra la batalla de trapos untados con barro conocida como Farrapada y la procesión de parejas montadas en burros o Xitanada.

La ‘Farrapada’ (guerra de barro) en el Entroido de Laza. Foto: Brais Lorenzo | EFE.

Ese mismo día, por la tarde, baja desde Cimadevila la ‘Morena’, un hombre cubierto con una manta y con una cabeza de vaca que se dedica a levantar las faldas de las mujeres, ayudado por su comitiva que lanza sobre la multitud en la Praza da Picota una lluvia de hormigas vivas, en ocasiones mezcladas con vinagre y harina, para ponerlas más rabiosas, en una gran ‘marabunta’.

Carnaval marinero en Santoña (Cantabria)

Totalmente diferente es el conocido como Carnaval del Norte que se celebra en la localidad de Santoña, en Cantabria, y que tiene a un besugo entre sus protagonistas.

Y es que esta fiesta, cuyos orígenes se sitúan en 1934, gira en torno al Juicio en el Fondo del Mar, cuando un murguista local compuso una copla que posteriormente sería puesta en escena hasta obtener el colorista espectáculo de luz, imagen y sonido del que hoy podemos disfrutar.

Un besugo protagoniza el carnaval de Santoña. Foto: Turismo de Santoña.

Se trata de una representación de la leyenda por la que Neptuno, enfadado porque un besugo enamorado había raptado a una sirena, celebra un juicio en el mar, con la participación de todo tipo de peces que dan testimonio.

Aunque el besugo es absuelto, muere al comprobar el desamor de la sirena lo que da lugar al Entierro del Besugo con su comitiva compuesta por peces y plañideras que acompañan, al compás de las marchas fúnebres de las charangas, al enorme pez de cartón hasta la bahía donde es puesto a flote y quemado en las aguas.

Batalla de Cascarones de Águilas (Murcia)

El día grande dl Carnaval en la localidad murciana de Águilas tiene lugar el sábado cuando se celebra la sonada Batalla de Cascarones.

Sus protagonistas, Don Carnal y Doña Cuaresma, se concentran en sus lugares de partida y se dirigen desfilando hacia la Plaza de España acompañados de sus fieles cortes, donde se enfrentaron en una batalla dialéctica mientras sus huestes se lanzan miles de cascarones.

Munición para la batalla de cascarones. Foto: Carnaval de Águilas.

Se trata de cascarones de huevo vaciados y rellenos de confeti que los vecinos preparan a lo largo de semanas y meses anteriores y que sirven de munición para esta original contienda de la que resulta victorioso Don Carnal, imponiendo así una semana de alegría y diversión.

Otro punto importante del Carnaval de Águilas es la ‘suelta de la mussona’, un fiero personaje mitológico que se libera de las mazmorras del Castillo de San Juan de las Águilas y recorre las calles con un traje impresionante.

El Peropalo de Villanueva de la Vera (Cáceres)

La fiesta más curiosa del carnaval en Extremadura es seguramente la que se celebra en Villanueva de la Vera: El Peropalo.

Se cree que su origen de la festividad es prerromano, vinculado a un ritual agrario, y gira en torno al personaje del Peropalo, un pelele o muñeco con figura humana de tamaño natural al que el pueblo realiza un juicio.

El Peropalo de Villanueva de la Vera. Foto: Eduardo Palomo | EFE.

Vestido de negro, con el cuerpo relleno de paja, el típico pañuelo blanco de pico sobre los hombros y la cabeza de madera, pieza que se conoce como ‘la turra’ y que se conserva tras la fiesta, su día grande es el domingo de carnaval (este año, el 19 de febrero), cuando el pelele es llevado en procesión a la plaza del pueblo y colocado sobre ‘la Aguja’, una especie de escalera de madera.

Varias veces a lo largo del día se le hace la conocida como ‘judiá’, que consiste en levantarlo y bajarlo inclinándolo hacia el suelo mientras la gente grita y se burla y varios grupos de personas se entrecruzan al ritmo de tambores.

El ritual se repite cada día hasta el martes, cuando tiene lugar el juicio del Peropalo, con dos bandos, los que acusan y los que defienden al Peropalo.

Fiesta del Peropalo. Foto: Turismo de Extremadura.

No hay sorpresa, sin embargo, porque el Peropalo es condenado con una sentencia que da a conocer a todo el pueblo un jinete a lomos de un burro recorriendo las calles y recibiendo burlas de la gente.

Tamborileros, ‘calabaceros’, alabarderos y una ‘Capitana’ con una zarza de la que cuelga un chorizo participan en una procesión hasta la plaza, donde se mantea al Peropalo y su cuerpo de paja es quemado.

Carnaval de Lanz (Navarra)

Tras la recuperación del carnaval de Lanz, una pequeña localidad a apenas 25 de Pamplona están nada menos que Julio y Pío Caro Baroja. La celebración, prohibida tras la guerra civil, se recuperó gracias a su empeño por salvar antiguas costumbres, tradiciones y fiestas.

Miel Otxin. Foto: Ayuntamiento de Lanz.

La leyenda cuenta cómo el pueblo intenta atrapar al malvado malhechor Miel-Otxin, un personaje de tres metros de altura con estructura de madera que pesa 35 k, y su compinche Zaldiko, mitad hombre mitad caballo, que tienen al pueblo amenazado.

Son responsables, además, de atacar al enorme y querido Ziripot, que representa al vecino más fuerte, encargado de sujetar al bandido una vez capturado. La figura se cubre con sacos rellenos de helechos hasta adquirir una gran corpulencia, lo que limita sus movimientos mientras sufre el continuo acoso y derribo por parte de Zaldiko.

Carnaval de Lanz.

Durante la fiesta, la mayoría de los vecinos se disfrazan como txatxus con ropas vistosas, de gran colorido y estampados, se cubren con pieles y llevan gorros en forma de cucurucho. Responsables de capturar a Miel-Otxis, van armados con escobas van saltando y corriendo, dando chillidos y repartiendo algún que otro escobazo.

El bandido es finalmente ajusticiado el martes de Carnaval.

a.
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