Un paseo por la historia de Grecia desde el fondo del mar

Naufragios bizantinos y romanos, aviones de la SGM y hasta cuatro museos submarinos permiten explorar la historia de Grecia desde hace miles de años a través de tesoros arqueológicos sumergidos

Hasta 3.000 ánforas descansan junto al naufragio del Peristera. Foto: Ministerio de Cultura Griego.

Con 6.000 islas y preciosas calas y playas, algunas entre las mejores del mundo, Grecia es uno de los destinos más atractivos del Mediterráneo para los viajeros. Más allá de los atardeceres de Santorini o la fiesta de Mykonos, el país, con una de las civilizaciones más antiguas del mundo, es también considerado cuna de la cultura occidental, el lugar en el que nació la democracia, la filosofía y los Juegos Olímpicos.

Por eso Grecia es un testimonio de la historia, que puede rastrearse en lugares como la Acrópolis, Olimpia o Delfos. Pero también bajo el mar.

Su posición estratégica convirtió este territorio desde la antigüedad en un nodo entre Asia, Europa, y África, un punto clave de navegación y, por tanto, un lugar que oculta bajo sus aguas un vasto patrimonio arqueológico en forma de naufragios.

Grecia bajo el mar

Desde barcos bizantinos y romanos hasta buques de guerra y aviones hundidos durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, multitud de historias y relatos permanecían ocultos a los ojos del público y solo accesible a investigadores y buzos expertos debido a las severas restricciones al submarinismo.

Naufragio de Alónissos. Foto: Ministerio de Cultura Griego.

Pero las cosas están cambiando. Hace dos años abrió el primer museo submarino alrededor de los restos de un barco del siglo V a.C. hundido cerca de la isla de Alónissos, un espacio espectacular al que ahora se suman otros tres ubicados en el golfo Pagasético, cerca del pueblo de Amaliápolis.

Los cuatro museos subacuáticos albergan todavía tesoros arqueológicos y, para protegerlos, solo se pueden explorar en visitas guiadas por profesionales.

Y aún hay más: a estos museos se añaden otros 11 naufragios más recientes, entre los cuales se encuentran dos transatlánticos que se hundieron cerca de la isla de Kea, tan solo a unos kilómetros de Atenas, que pueden visitarse libremente con tan solo anunciarlo mediante correo electrónico al ministerio griego de Cultura y a las autoridades portuarias correspondientes.

Las cristalinas aguas de Alonisso guardan tesoros submarinos. Foto: Eleni Afiontzi | Unsplash.

El ‘Partenón de los naufragios’

Cerca de Alónissos, en las Espóradas del Norte o septentrionales del mar Egeo, y tras sumergirnos unos 25 metros bajo la superficie del agua nos topamos con el naufragio de Peristera, donde yacen los restos de uno de los barcos más grandes del siglo V a.C. jamás encontrado.

El escenario no puede ser más impresionante: miles de ánforas han sido colonizadas durante siglos para formar nuevos hábitats, ahora como hogar de peces y esponjas marinas.

Es un barco de gran tamaño, que superaba las 400 toneladas de carga y cuyo descubrimiento hizo replantear las teorías clásicas.

Probablemente propiedad de un comerciante ateniense, este gran barco comercial viajaba con alrededor de 3.000 ánforas llenas de los famosos vinos de Mendi (una ciudad de la península de Calcídica, en el norte de Grecia) y Peparithos (la actual isla de Skopelos).

Partenón naufragios Grecia
Aún sumergidas descansan entre 3.000 y 4.000 ánforas.

Según los investigadores, se vio inmerso en una tormenta mientras navegaba cerca de la costa de Alónissos, donde se hundió entre el 425 y el 420 a. C., más o menos en la misma época en la que se construía el Partenón, símbolo del máximo apogeo de la democracia ateniense (se levantó entre los años 480 y 430 a.C. Es por eso que muchos en la zona conocen este museo como el ‘Partenón de los naufragios’.

Arte e historia sumergidos

A tan solo unos kilómetros al oeste de las islas Espóradas, ya en Grecia continental, se encuentra el pueblo de Amaliápolis, en cuyas aguas se produjeron durante la antigüedad al menos otros dos naufragios, los de un barco romano y otro bizantino.

El primero se hundió cerca del islote de Kikinthos y transportaba tinajas y ánforas con productos destinados al comercio local.

A una profundidad mucho menor que el naufragio de Peristera, no es necesario equipo especial para explorarlo, sino bastan una máscara y unas aletas.

Foto: Museo de Cultura Griego.

En cuanto al segundo, se trata de un barco bizantino que se hundió en la zona entre el siglo XI y XII y que conserva una impresionante cantidad de fragmentos de cerámica.

El tercer museo submarino en esta zona no es un naufragio propiamente dicho, sino una zona en la que muchos barcos antiguos solían anclar y donde a menudo abandonaban parte de su carga. Así, basta bucear por la zona para encontrar, sumergidas, antigüedades como anclas y objetos de diferentes periodos históricos.

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