Más allá de los pintxos: dónde tomar los mejores cócteles de San Sebastián

Decoración cuidada, buen ambiente y cócteles excelentes. Tomar una copa se convierte en un arte en estos templos de la coctelería en la capital guipuzcoana

La ruta de los cócteles en San Sebastián. Foto: Xiri Donosti.

Nadie duda que la coctelería vive una auténtica revolución. Nuevas técnicas y tendencias en mixología y sofisticados destilados se unen a ‘cartas líquidas’ que reciben cada vez más atención en los menús de los grandes restaurantes, bartenders que imparten conferencias y masterclass en ferias profesionales o que acuden a los bares como estrellas invitadas.

En el centro, sin embargo, pervive ese gusto por compartir, por la conversación en torno a buena copa, un brindis y unas risas mientras se apura un Negroni, un Dry Martini, un Whisky Sour o un Moscow Mule.

Para despejarse después de la jornada de trabajo, para refugiarse de un día gris o poner el broche de oro a una salida de pintxos que se ha alargado sin darnos cuenta, estas son algunas de las mejores coctelerías de San Sebastián que tienes que tener en tu radar.

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Museo del Whisky

Comenzamos por el clásico donostiarra por excelencia: el Museo del Whisky (Alameda del Bulevard, 5). Templo de la coctelería local (sería algo así como el Museo Chicote en Madrid o el Boadas en Barcelona), lleva más de tres décadas dando de beber en San Sebastián.

Foto: Museo del Whisky.

De lunes a sábado, abre desde las 15.30 a las 3.30 horas y en su local decorado con madera al más puro estilo escocés se puede encontrar la mayor cantidad de referencias de whisky de la ciudad, con alrededor de 200 marcas distintas (además de una colección propia de alrededor de 3.400 botellas diferentes, una de las mayores de Europa).

Aquí se pueden pedir whiskies tradicionales, pero también llegados de lugares tan variopintos como Tasmania, Kenia, Japón, Camboya, La India o Taiwán. Además, buenos gin-tonics, rones y otros cócteles.

Cada noche, un pianista pone la banda sonora a la velada en la planta de abajo.

Convento San Martín

A menos de 100 metros de la archifamosa playa de La Concha, el antiguo convento de las Siervas de María construido en 1887 se transformó en el Hotel Zenit Convento San Martín.

Tras su fachada clásica y además de un restaurante dirigido por Aitor Santamaría, se oculta, bajo maravillosas bóvedas pintadas de azul con estrellas, un cocktail bar donde disfrutar de una buena carta de cócteles de autor realizados por su experto bartender.

Foto: Hotel Zenit Convento San Martin.

En este original espacio, de nombre La Capilla, se sirven bebidas de toques vanguardistas y cosmopolitas tan intrigantes como Confesión, Novicia, Ascensión, Lujuria, Pecador, Agua Bendita o Aleluya (también propuestas sin alcohol) que se pueden acompañar de picoteos como sushi, quesos y embutidos.

Además, el establecimiento cuenta con una terraza, El Zielo de Donosti, que se habilita en verano (este año abre el 21 de junio) y donde se puede disfrutar de uno de sus cócteles entre baño y baño en la piscina y entre buenas panorámicas de la ciudad.

Gu San Sebastián

También con vistas a la bahía de la Concha, como un barco anclado en el Real Club Náutico, encontramos Gu San Sebastián.

Foto: Gu San Sebastián.

Arquitectura, gastronomía y música (son famosas sus fiestas con DJs que se alargan hasta el amanecer) se fusionan aquí con una coctelería de primer nivel, con recetas que mezclan sabores, olores y texturas completamente nuevos.

Aunque también figuran en su carta clásicos como el Manhattan, el Sidecar, el Diablo, el Pimm’s Cup o el tan de moda Aperol Spritz, te recomendamos probar alguna de sus creaciones de autor, como el Gu Mule (su versión del Moscow Mule con Vodka Ketel One, sirope de jengibre casero, té verde, zumo de lima y ginger beer).

Otras opciones son el Paradise Bubbles con champagne, Tanqueray Ten macerado en lychees, puré de naranja sanguina y sirope simple; el Sunset-Bastian sin alcohol con zumo de naranja, puré de mango, zumo de limón, sirope de jengibre casero; o el Porn Star Martini con vodka Cîroc, fruta de la pasión, lima y sirope de vainilla, shot de champagne.

Foto: GU San Sebastián.

¡Be! Club

Lo peor de salir de noche es… que se acabe la noche. Por eso en ¡Be! Club (Paseo de Salamanca, 3), la reinvención del emblemático Be Bop, abren todos los días a las 15.00 (hasta las 5.00 de domingo a jueves y hasta las 6.30 viernes y sábado).

Con vistas al río y al Kursaal, en este club especializado en soul, funk, afrobeat, nu jazz, acid, jazz, r&b, reggae o hip hop, con actuaciones musicales y Djs, se toman muy en serio los cócteles (porque somos lo que comemos, de acuerdo, pero también lo que bebemos, apostillan).

Foto: ¡Be! Club.

En su oferta, con una buena carta también de cervezas artesanas, cócteles como el Pink Collins, el mojito, el Moscow Mule, el Ginger 43 o el Jack Sparrow.

Xiri

No es estrictamente una coctelería, pero en el gastrobar (o bistró, o bar o restaurante) Xiri se sirven también excelentes destilados.

De hecho, en el concepto de Xiri la coctelería es una forma de gastronomía, cocina líquida “del más alto nivel” y apta, además, para todos los públicos (buen cuidado tienen de ofrecer combinados sin alcohol), de los paladares más exigentes a los apenas iniciados.

Tras la barra de Xiri (Idiakez, 10) se encuentra Mikel López, el indiscutible dueño de la barra, que prepara deliciosos cócteles de autor e internacionales, con mención especial para sus mojitos, gin-tonics y un Old Fashioned de diez, siempre con un puntito canalla.

Foto: Xiri Donosti.

Para un aperitivo que se va de madre o un afterwork que acaba en cena, lo bueno es que siempre puedes acompañar tu cóctel con alguno de sus pintxos o platos de su carta.

Cortázar

Puede que hayas ido por su tortilla trufada o por huevos fritos al buñuelo con bogavante y cromoterapia de naranja, te hayas enamorado de su interiorismo que firma el prestigioso Lázaro Rosa-Violán y lo hayas gozado con sus tardeos amenizados con música y DJs.

En cualquier caso, no olvides rematar tu visita a Cortázar (Hondarribia, 20) con un buen cóctel.

Versión deconstruida del destornillador. Foto: Cortázar.

Del Grupo Garrancho, el feudo del chef Víctor San Martín, formado en cocinas como el Celler de Can Roca, cuenta con una carta de cócteles no demasiado extensa pero en la que no faltan sus interpretaciones del mojito (con ron Havana 7, lima, hierbabuena, maracuyá, vainilla y ginger ale), del Old Fashioned o del Taihtian Rum Punch.

Si te atreves, pide el Especial Cortázar, como han bautizado a su vuelta de tuerca al ‘destornillador’ de toda la vida que preparan con vodka, puré de maracuyá, zumo de naranja natural y sirope de fresa.

Lab-e

Otro sitio que sí o sí hay que visitar en esta ruta de cócteles es Lab-e, el restaurante que corona el proyecto de Tabakalera (Plaza de las Cigarreras, 1).

En el quinto piso del edificio, el restaurante ofrece una carta de gastronomía actual basada en protagonismo vegetal, además de una buena carta de cócteles. ¿Lo mejor? Disfrutarlos en su terraza.

Polka

Nos despedimos en otro gastrobar, concretamente Polka (Sarriegi Plaza, 7). Ya el nombre es una declaración de intenciones: parte del repertorio de la Tamborrada de San Sebastián, Polka es una pieza musical de Raimundo Sarriegi, el compositor que da nombre a la plaza en la que se ubica el establecimiento.

Homenaje al músico y también al emblemático lugar donde se ubica, punto de encuentro de donostiarras y testigo de tantas historias y festejos, Polka ofrece una propuesta divertida y ágil tanto de gastronomía como de coctelería.

El Chingón, uno de los cocteles de Polka San Sebastián.

Aquí se desayuna, se toma el aperitivo, se comparte una ensalada y se toma un perrito caliente lo mismo que unos txipirones en su tinta o un taco de bacalao confitado.

En el apartado líquido, destacan cuidadas elaboraciones como el Mule 18/70 con vodka, sirope de jengibre, lima y top de cerveza 18/70, la Galerna en la Concha con Fernet-Branca, bourbon, lima y ginger beer, el Maitia con Ron Bacardi 8, Cointreau, sirope de almendra, lima y Pedro Ximénez o el Funicular con Gin Bombay Saphire, licor de casis, zumo de limón y tónica pink.

También apetecibles el Chingón con tequila, mango, fruta de la pasión, lima y tabasco, el Pisco Sour de resa, fruta de la pasión o vainilla, el Vermujito hecho con vermú Martini Rosso, naranja, menta, azúcar moreno y ginger ale o el Mojitox de fresa o mango con Ron Bacardi, menta, azúcar, lima y txakoli.

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