5 mercados para comer muy bien en Barcelona

No solo son lugares para comprar alimentos o bebidas. Los bares y restaurantes de los mercados de Barcelona tienen una merecida fama gastronómica que vale la pena descubrir

Los mercados, como el de Santa Caterina, suelen organizar jornadas gastronómicas. Foto Mercats de Barcelona

Sí, suena a topicazo, pero difícil salir de la idea que los mercados sintetizan el alma de un barrio. A pesar de la irrupción de los hipermercados en los años ’80, del comercio online en las últimas décadas y de las tiendas 24 horas que se repiten como espejos; estos antiguos espacios comerciales sobreviven en base a un par de claves: calidad y experiencia.

Y también cabría agregar socialización, porque no son solo lugares para comprar, sino que son sitio donde se siente el pulso de la vida cotidiana, donde las opiniones vecinales conviven con sugerencias de platos, en que la preocupación por la salud del barrio va de la mano con nuevos caprichos para probar en casa.

Muchos mercados de Barcelona cuentan con espacios gastronómicos donde se pueden degustar los productos que se venden en las paradas, o que también sirven como un paréntesis en el ritmo de vida de la ciudad. Vamos a conocer algunos de ellos.

La Boquería

El mercado de La Boquería, sobre Las Ramblas, es tan famoso que el Ayuntamiento tuvo que dosificar las visitas de grupos turísticos que suelen atorarse en las primeras paradas -con el imán que es para Instagram las frutas de colores y los chocolates-.

En la entrada se encuentra uno de los bares más emblemáticos, ya no digamos del mercado sino de la ciudad, el Pinotxo; donde el eterno Juanito se ha jubilado y el local ha pasado a manos de un grupo gastronómico en medio de una polémica. Cuando se resuelva el entuerto, hay que volver a pedir tapas como la capipota, los caracoles o los garbanzos con morcilla

Bar Boquería. Foto Mercats de Barcelona.

Otro local imprescindible de este mercado es el Quim de la Boquería, autor de excelentes chipirones o los huevos fritos con setas.

El mercado de La Boquería, sobre Las Ramblas, es tan famoso que el Ayuntamiento tuvo que dosificar las visitas de grupos turísticos

También se pueden probar las croquetas y bocadillos del centenario Bar Mendízabal o los pescados del Kiosko Universal.

Santa Caterina

Recubierto por el colorido techo de trencadís, este mercado rediseñado por Benedetta Tagliabue tiene un espacio privilegiado para comer en el restaurant Cuines de Santa Caterina (Francesc Cambó 16), que se presenta como ‘un jardín en un mercado’.

Jornadas gastronómicas en el mercado de Santa Caterina. Foto Mercats de Barcelona

Además de una abundante carta de tapas y entrantes se pueden pedir lasañas, arroces de mar o montaña, pastas, pescados como rape, bacalao o dorada; costillares de cerdo o pallarda de ternera lechal, entre otros platos.

Otras paradas, más tradicionales e ideales para el tapeo, son el Bar Joan, el L’Univers; y La Torna con sus panificados y pasteles; recomendados para desayunar con contundencia.

Sant Antoni

Con su elegante estructura de hierro rehabilitada, el mercado de Sant Antoni es la puerta de entrada al polo gastronómico que se ha convertido este barrio, con varios locales que lo rodean gracias a la configuración de supermanzana de su entorno.

Puertas adentro del mercado se encuentra el bar y cafetería Masclans Orígens, presente en el lugar de 1882.

En las opciones de su pequeña barra están las tapas de calidad, con toque gourmet gracias a los quesos, embutidos y conservas que venden en el local.

Noche de tapas en Sant Antoni. Foto Mercats de Barcelona

Otro sitio recomendado es Casa Blanca, con inabarcables opciones de bocadillos de panes artesanales para desayunar (ojo al jamón de Salamanca), así como zumos y tés especializados.

Su carta de carnes, pescados, pastas y arroces es tan larga como la selección de vinos; como un puente de las paradas directo al plato.

La tercer propuesta es el Bar-Cafetería Mariana, con desayunos y tapas para arrancar o continuar el día con toda la fuerza.

Les Encants

Este no es un mercado de alimentos, sino el gran mercadillo de la ciudad. Instalado bajo la moderna caparazón de espejos diseñada por b720-Fermín Vázquez Arquitectos, en Les Encants (frente a la plaza de Glóries) hay ocho locales para comer, desayunar o tapear con interesantes vistas al hormiguero humano que compra y vende toda clase de objetos usados y nuevos.

Los restaurantes del Mercado de Les Encants, sobre todo los de la segunda planta, son un excelente balcón para ver el hormiguero humano que compra y vende toda clase de artículos

Mercado de Les Encants. Foto Mercats de Barcelona

Entre ellos se encuentran el Bar Encants con sus madrugadores desayunos, el mítico La Palmera con 40 años de historia, las croquetas de El Gall Encantat, los platos mediterráneos del restaurante El Mirall dels Encants, los pescaítos y calamares de El Peixet dels Encants, la comida rápida en clave halal de iFood Encants y de Snack Aladdin; y los productos de proximidad de Stop & Mos.

Mercado del Ninot

Este mercado del Eixample (Mallorca 133-157) concentra nada menos que 14 locales gastronómicos, con propuestas para cualquier momento del día, con productos basados en la calidad como los que ofrecen las paradas vecinas.

Peixeteries del Ninot del Eixample. Foto Mercats de Barcelona.

Entre ellos se encuentran el restaurante Tierra del Ninot, Bacallà Masana y su centenaria forma de preparar el bacalao -que dialoga con Bacallanería Bacalalo-, las carnes de De Cruz Morales y MB’s Degustació (con el toque vasco), la cocina tradicional de Escofet Oliver, las ostras y navajas de Peixateries del Ninot de l’Eixample y los platos creativos de El Pagés; entre otros.

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