El Santo Grial, profecías y unicornios: las leyendas más increíbles de los monasterios catalanes
En la provincia de Barcelona hay monasterios donde la pasión religiosa se mezcla con mitos de toda clase. Vamos a conocer algunos de ellos

El monasterio de Monserrat cuenta con numerosas leyendas, entre ellas la del Santo Grial. Foto Visavis – Flickr
En la provincia de Barcelona hay monasterios donde la pasión religiosa se mezcla con mitos de toda clase. Vamos a conocer algunos de ellos
La solemnidad de sus iglesias, el silencio de sus claustros, la calma de los paisajes, las columnas y paredes de roca o ladrillo que llevan quien sabe cuántos siglos de pie; estos matices de la arquitectura de los monasterios no vienen solos.
Están cargados de historias pero también de leyendas, relatos donde lo religioso se mezcla con lo fantástico. Y en Cataluña, más exactamente en la provincia de Barcelona, hay numerosos casos así. Vamos a conocer cinco de ellos, varios sugeridos por la Diputación de Barcelona.
Nazis tras el Santo Grial en Monserrat
Este monasterio benedictino es seguramente el más famoso de Cataluña, tanto por su importancia religiosa y de peregrinación como por su valor turístico. En la comarca de Bages, al estar a 720 metros de altura presenta unos paisajes espectaculares y diversas rutas de senderismo.
También conocida como ‘la montaña mágica’, Monserrat cuenta con numerosos mitos y leyendas, como la aparición de la virgen la Moreneta, la del leñador que recibió un caballo del diablo y la del Fra Joan Garí relacionada con la fundación del monasterio.
Pero una de las leyendas más extrañas vincula el mito del Santo Grial con el nazismo.
Hitler estaba convencido que el nazismo tenía una misión divina, en una absurda combinación entre política, ocultismo y religión.
Su número dos Heinrich Himmler lideró la organización Ahnenerbe, donde arqueólogos e historiadores se dedicaron a rastrear objetos místicos como la lanza con la que hirieron a Cristo en la Cruz.
Uno de los artículos más ansiados era el Santo Grial, la copa de la última cena de Jesús que se decía que otorgaba la vida eterna.
Una retorcida interpretación de una ópera de Wagner dio a los nazis la pista de que el Santo Grial estaría en Montserrat. Y allí fue Himmler cuando visitó Barcelona en octubre de 1940.
El jerarca nazi, de malos modos, exigió que le enseñen toda la documentación relacionada con el grial. Se pasó horas encerrado en la biblioteca, se enfrentó con los religiosos sobre el origen de Jesús, y se fue como había llegado: con las manos vacías.
La profecía del bebé de Sant Pere Casserres
En Osona se encuentra el monasterio de Sant Pere Casserres. Es el único de la orden benedictina que hay en esta comarca del centro de Cataluña y cuenta con más de 1.000 años de historia. En su visita se puede conocer cómo era la vida monacal, ya sea recorriendo sus instalaciones en excelente estado de conservación como con audiovisuales.
La leyenda dice que el monasterio nació por un suceso tan extraño como trágico: los vizcondes de la región tuvieron un niño, pero todos se sorprendieron cuando el pequeño con días de vida habló con total claridad, y dijo que moriría antes de un mes. Además dio instrucciones de cómo debía ser enterrado.
Efectivamente el bebé murió, su cuerpo fue guardado en un arcón y transportado en una mula hasta que se detuvo en algún punto junto al río Ter. Ese fue el lugar donde, siguiendo los deseos del pequeño, se construyó el monasterio dedicado a San Pedro para que pueda ser enterrado.
Lo cierto es que el conjunto fue levantado tras la compra de unas tierras por parte de la vizcondeza Ermetruit en 1066, y en 1054 fue consagrado como abadía; hasta que pasó a manos de los jesuitas en el s.XVI y desde 1991 pertenece al Consejo Comarcal de Osona.
El crimen del abad de Sant Cugat
A pocos kilómetros de Barcelona, la agradable población de Sant Cugat rodea a un monasterio que es una maravilla de la arquitectura románica, con un claustro con 144 columnas y una iglesia con un rosetón que sintetiza el paso al estilo Gótico.
En 1350 el abad Arnau de Biure fue asesinado en plena misa de gallo, un suceso que parecía escrito por Umberto Eco.
Las pistas llevaron a Berenguer de Saltells, hijo de una familia noble de Sant Cugat que se había marchado para llevar una vida de derroche y diversión.
La historia del crimen del abad de Sant Cugat tiene todos los ingredientes de una novela como ‘El nombre de la rosa’
Al creer que había muerto en alguna campaña militar su padre Ramon de Saltells dejó su fortuna al monasterio; pero cuando el noble falleció el joven Berenguer regresó para reclamar su herencia.
La justicia real dictaminó que la orden religiosa no tenía que devolver la herencia pero sí dar una indemnización. Pero como el abad no encontraba comprador de las propiedades que puso a la venta el colérico noble se impacientó y terminó asesinando al religioso.
Al final Berenguer se quedó sin posesiones y excomulgado, en una historia que se puede revivir en los paseos de Noches de Leyenda que se ofrecen entre julio y septiembre.
El Cristo de Sant Jeroni de la Murtra
En la Sierra de la Marina, cerca de Badalona, se puede llegar al monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, complejo del siglo XV que es una excelente síntesis del gótico catalán.
Este monasterio alojó a reyes y emperadores. Fernando el Católico (quien se recuperaba de un atentado) e Isabel recibieron a Cristóbal Colón tras su primer viaje a América; y aquí Carlos V planificó la campaña para conquistar Túnez y eliminar la base de los piratas berberiscos.
Se dice que su hijo bastardo Juan de Austria, comandante de la flota cristiana en Lepanto, tomó una talla de Santo Cristo de la abadía para colocarla en su galera y tener éxito en la batalla contra los turcos.
Por lo visto la estrategia tuvo buen resultado, y es posible que esa sea la misma imagen que se puede ver en la catedral de Barcelona, aunque no está confirmado.
El unicornio de Pedralbes
Este monasterio, ubicado en la parte de Barcelona, durante 700 años acogió a mujeres de la alta nobleza y la burguesía catalana; como se puede ver en las visitas a sus claustros, celdas y a la sala de exposiciones permanentes.
El conjunto religioso fue fundado por Elisenda de Montcada. Su nieto, el rey de Aragón Juan I ‘el Cazador’ escribió una carta en 1327 reclamando al monasterio que le entreguen el cuerno de unicornio que protegía, que describía como “blanco como el marfil y enrollado como el azúcar retorcido y del grosor del asta de una lanza o más, larga y con la punta aguda”.
El rey de Aragón Juan I estaba convencido que el monasterio de Pedrables guardaba un cuerno de unicornio
La mitología medieval asignaba a estos supuestos cuernos propiedades curativas, de fertilidad y buena suerte; y su posesión era tan apreciada como las reliquias de un santo.
Por supuesto que no había tal unicornio, lo más probable es que el monasterio custodiara un colmillo de narval, cetáceo del Mar del Norte y el Báltico.