Esta región francesa parece Suiza. Pero se trata de Normandía

Aunque no hay montañas sino pequeñas sierras, los paisajes normandos moldeados por el río Orne recuerdan a las tierras helvéticas, una región para conocer de la mano del turismo aventura

Vista panorámica de la Suiza Normanda. Foto JackieLou DL – Pixabay

Aquel periodista británico que en el siglo XIX bautizó a esta región del noroeste de Francia como La Suiza Normanda quizás exageraba un poco. Aquí no hay montañas como la de los Alpes, a lo sumo montes que arañan los 300 metros de altura. Pero este observador en realidad se fijaba en el verde de sus valles, sus cañones y los pueblos desperdigados en las laderas.

El río Orne ha moldeado con vocación de artista las rocas del macizo armoricano, para crear un hermoso paisaje ideal para descubrir bajo un amplio abanico de actividades al aire libre, desde senderismo y rutas de vía ferrata hasta kayak y bicicleta.

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El río Orne cerca de Clécy. Foto Charles Jacques – CC

Por ejemplo, entre Thury y el Pont d’Ouilly hay un tramo del Orne ideal para navegar en canoa o, gracias a la tranquilidad de sus aguas, en paddle surf.

A mitad de camino se puede parar en los merenderos a la altura de Clécy, la capital de la región.

Parte de esta villa se extiende por las orillas de este curso fluvial, en un encantador núcleo que los domingos por la mañana hierve de movimiento entre los residentes que acuden al mercado y los visitantes que se preparan para las excursiones.

La vía ferrata es una de las actividades para todas las edades. Foto Toby – CC

En las visitas a la localidad se sugiere pasar un par de horas por el curioso museo del ferrocarril en miniatura, que presenta una de las mayores maquetas ferroviarias de Europa.

Vía ferrata y escaladas

Cerca de la salida de Clécy hay una ruta de vía ferrata de 250 metros, con un desnivel de 70 metros, que tiene poca dificultad y que es recomendada para niños que midan más de 1,40 mts.

Una de las actividades más curiosas es pedalear en vehículos adaptados por antiguas vías de tren, en trayectos que pasan por túneles y viaductos

El paseo entre arneses y rocas se corona con un pase por una vertiginosa tirolina de 400 metros.

Si alguien quiere incrementar la adrenalina puede probar escalar en roca en Les Rochers des Parcs, donde las paredes verticales llegan hasta los 90 mts de altura; pero con sectores ideales para los que se quieran iniciar en este deporte. Allí hay 300 vías con diferentes longitudes y dificultades, o sea que hay para elegir.

Puente sobre el río Orne. Foto Guillaume Baviere – CC

En bici y por las vías del tren

El mismo trayecto que se sugería hacer en kayak por el Orne también se puede realizar en bicicleta entre Thury-Harcourt-Le Hom y el Pont-d’Ouilly.

Este tramo forma parte de la Vélo Francette, ruta que conecta el importante puerto de La Rochelle con Ouistreham, que atraviesan el interior del noroeste francés, y de los que 80 km corresponden a la Suiza Normanda.

Es un trayecto con algunos tramos que requieren un esfuerzo extra, pero la intensidad se compensa con el pase por pequeños pueblos y antiguas vías férreas.

Pero una de las actividades más curiosas es pedalear sobre raíles. Eso es posible en el antiguo trazado ferroviario que pasar por el río Noireau, unos 13 km que tienen su punto de partida en Pont-Érambourg; y que permite pasar por puentes y viaductos hasta dar con uno de los últimos pontones que el ejército de EEUU construyó en la Segunda Guerra.

Pueblos normandos

Hablando de pueblos, uno de los sugeridos por la guía es el citado Thury-Harcourt-Le Hom, formado por dos antiguos núcleos medievales y donde se encuentra restos de un castillo.

Viaje por las antiguas vías férreas. Foto ACF

Otra fortaleza de la región es Falaise, cuna de Guillermo el Conquistador (que fue duque de Normandía y luego rey de Inglaterra), que se encuentra en un espolón rocoso. En agosto aquí se homenajea a su pasado con una interesante fiesta medieval, donde hay artesanos, espectáculos ecuestres, juegos y comidas de siglos atrás.

En agosto el pueblo de Falaise homenajea a Guillermo el Conquistador y su pasado histórico con una divertida feria medieval

También están los pueblos de la zona de Calvados. Uno de ellos es Berjou, donde se encuentra un monumento a la liberación tras el desembarco de Normandía; otro es Athis-de-l’Orne que tiene un llamativo museo al aire libre creado por una pareja de artistas. Y a no dejar pasar La Carneille, donde su centro está lleno de casonas de piedra de los siglos XVIII y XIX.

Murallas de Falaise. Foto L.Recuvrot – Tursismo de Normandía

El mejor atalaya de la Suiza Normanda

El mirador más buscado de la región es el de la Roche d’Oëtre, ubicado a 10 km de La Carneille.

A esta roca se puede acceder desde varias rutas de senderismo, de dos a nueve kilómetros, y hay tramos donde se puede hacer rápel o escalada.

Vistas desde la Roche-d’Oëtre. Foto C.Lagu-Turismo de Normandía

Es un atalaya natural que se eleva a 200 metros, donde el Rouvre (un pequeño afluente del Orne) se abre paso entre los cañones con una zona boscosa; curso que cuenta con una población de salmones y nutrias que se ha recuperado en los últimos años.

Desde allí se contempla este paisaje de verde intenso y sierras pequeñas, que a alguien le pareció un calco de Suiza, y que ha quedado grabado como su sello de identidad.

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