Los pueblos más bonitos que tienes que visitar en Cantabria
Si estabas pensando en ir de vacaciones a Cantabria, estos son algunos de los pueblos con más encanto de la zona
Cantabria, una región en el norte de España conocida por su espectacular costa y su impresionante paisaje montañoso, alberga una variedad de pueblos pintorescos que cautivan con su encanto histórico y sus impresionantes vistas. Desde antiguas villas medievales hasta coloridos pueblos pesqueros junto al mar, Cantabria ofrece una experiencia única para los amantes de la historia, la cultura y la naturaleza. A continuación, te llevamos a un viaje por algunos de los pueblos más bonitos que no te puedes perder si visitas esta región.
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Laredo: encanto marino y playas infinitas
Comenzamos nuestro recorrido en Laredo, un hermoso pueblo costero situado en la costa oriental de Cantabria. Laredo es famoso por su larga playa de La Salvé, que se extiende por más de 4 kilómetros y ofrece arena dorada y aguas cristalinas ideales para los amantes del sol y el mar. El casco histórico de Laredo, llamado también ‘Puebla Vieja’, también es encantador, con calles empedradas, casas señoriales y una vibrante vida marítima que refleja su pasado como puerto pesquero. No te pierdas la Iglesia de Santa María de la Asunción, una impresionante construcción gótica que domina el skyline de Laredo.
Suances: entre el mar y la campiña cántabra
Continuamos nuestro viaje hacia Suances, otro pueblo costero que combina a la perfección la belleza del mar con el paisaje rural de Cantabria. Suances está dividido en dos zonas: Suances de Arriba, situado en lo alto de un acantilado con vistas panorámicas al mar, y Suances de Abajo, junto al puerto y la playa. Disfruta de paseos por el puerto, descubre las vistas al mar desde el Castillo de los Locos junto a la playa con su mismo nombre y saborea la gastronomía local en los restaurantes junto al mar.
Santillana del Mar: joya medieval y arte románico
Nuestro próximo destino es Santillana del Mar, un pueblo medieval perfectamente conservado que parece sacado de un cuento de hadas. Conocido como «la villa de las tres mentiras» (ni es santa, ni llana, ni tiene mar), Santillana del Mar es un museo al aire libre con calles adoquinadas, casas blasonadas y una impresionante colección de arte románico. Visita la Colegiata de Santa Juliana, una joya del románico cántabro, y maravíllate con la belleza de sus plazas y edificios históricos.
San Vicente de la Barquera: pueblo marinero y entorno natural
San Vicente de la Barquera es otro de los pueblos costeros más encantadores de Cantabria. Situado en la desembocadura del río Deva, este pueblo marinero ofrece un paisaje impresionante con su casco antiguo rodeado por el mar y la montaña. No te pierdas el Castillo del Rey, una fortaleza medieval con vistas panorámicas, ni las playas cercanas ideales para practicar surf y otras actividades acuáticas.
Bárcena Mayor: reminiscencias rurales y naturaleza intacta
Para experimentar la auténtica vida rural de Cantabria, dirígete a Bárcena Mayor, uno de los pueblos más antiguos y mejor conservados de la región. Rodeado de bosques y montañas, Bárcena Mayor es un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y la belleza natural. Explora sus callejuelas empedradas, visita la Iglesia de Santa María y prueba los productos locales en las tabernas tradicionales.
Comillas: modernismo y elegancia frente al mar
Comillas es una joya arquitectónica en la costa occidental de Cantabria. Conocido por sus edificios modernistas, como el Palacio de Sobrellano y el Capricho de Gaudí, Comillas combina historia, arte y paisaje marino de manera excepcional. Pasea por sus calles empedradas, admira las vistas desde el mirador del Palacio y relájate en la playa de Comillas, un entorno perfecto para disfrutar del sol y la brisa del mar.
Potes: tradición y naturaleza en los Picos de Europa
Nos adentramos ahora en a las puertas de los Picos de Europa, donde se encuentra Potes, un encantador pueblo rodeado de imponentes montañas y valles verdes. Potes es conocido por su arquitectura tradicional, con casas de piedra y calles empedradas que reflejan la historia de la región. Descubre el Puente de San Cayetano sobre el río Deva, explora la gastronomía local en sus bares y restaurantes, y aventúrate en las rutas de senderismo que parten desde el pueblo hacia los paisajes de montaña.
Cartes: tesoros históricos en el interior de Cantabria
En el corazón de Cantabria, encontramos Cartes, un pueblo con un rico patrimonio histórico y cultural. Destaca por sus calles empedradas de balcones floridos y casonas decoradas con escudos nobiliarios, así como sus famosos torreones situados en el centro de la población. Sumérgete en la historia de Cartes paseando por sus calles y plazas, y déjate sorprender por la belleza de este rincón escondido de Cantabria.
Castro Urdiales: elegancia y tradición junto al mar
Terminamos nuestro recorrido en Castro Urdiales, un animado pueblo costero que combina elegancia y tradición. Pasea por el puerto deportivo, visita la Iglesia de Santa María de la Asunción, una joya del gótico vasco, y relájate en la playa de Ostende, un lugar perfecto para disfrutar del sol y las vistas al mar. Castro Urdiales es también conocido por su animada vida cultural, con festivales y eventos que llenan sus calles durante todo el año.
Carmona: un viaje en el tiempo a la España más rural
En un maravilloso enclave natural entre los valles del Saja y del Nansa, al oeste de Cantabria, encontramos uno de los pueblos más bonitos de Cantabria: la bellísima Carmona. Esta pequeña villa es perfecto ejemplo de la aldea tradicional, donde las casonas el siglo XVII con arcadas y balcones y las calles empedradas se destacan del verde del paisaje. Pertenece al municipio de Cabuérniga y es Conjunto Histórico Artístico, además de estar incluido en el club de los Pueblos Más Bonitos de España.
Paseando por sus calles llaman la atención los recuerdos al estilo de vida y los oficios de otros tiempos, con esculturas como la de la vaca Tudanca, una raza bovina autóctona de Cantabria, o la dedicada al último albarquero (fabricante de albarcas, el calzado tradicional por antonomasia de la región) de la localidad
Mogrovejo: todo un tesoro medieval entre montañas
Precisamente desde la carretera de Potes a Fuentedé sale el desvío que lleva directamente a Mogrovejo, otro precioso pueblo que, además, alberga algunos de los mejores ejemplos conservados de casonas de sillería y mampostería, con balconadas de forja, de los siglos XVI a XVIII.
Declarado Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico, destaca su torre medieval de finales del siglo XIII rematada por almenas, que suele alzarse entre nieblas, así como su iglesia parroquial, cubierta por bóvedas de crucería y con un retablo barroco con los escudos de los Mogrovejo.
Liérganes: una localidad con mucha historia
Su conjunto urbano, declarado de Interés Histórico Artístico Nacional, concentra una valiosa arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII, fruto del auge económico que la fábrica de artillería propició en ese período en la comarca.
La parte vieja, asentada a los pies de dos pequeñas elevaciones: Marimón y Cotillamón -conocidas como las ‘tetas de Liérganes’– incluye un gran número de casonas populares, el Palacio de Rañada o Cuesta-Mercadillo, la iglesia de San Sebastián, la parroquial de San Pedro Ad Víncula, las casas de los Setién y los Cañones, las capillas del Humilladero y el Carmen y el puente nuevo.
La joya de la corona es, sin embargo, es el palacio de Elsedo, en Pámanes, en la actualidad convertido en un museo de arte contemporáneo, cuya colección incluye obras de Eduardo Chillida, Jorge de Oteiza, Pablo Serrano, Miguel Berrocal, Ramón Muriedas o José Clará. Como curiosidad, Liérganes está ligado a la leyenda del Hombre-Pez, la historia de Francisco de la Vega, nacido en la localidad en 1660, quien, tras arrojarse al río Miera, desapareció en el Cantábrico y fue encontrado años después, perdida la razón y el habla, en la bahía de Cádiz.
En resumen, Cantabria es un destino imprescindible para los amantes de los pueblos con encanto. Desde la costa hasta el interior montañoso, esta región ofrece una variedad de experiencias que combinan historia, cultura y naturaleza en un escenario de belleza incomparable. Si estás planeando tu próxima escapada, no te pierdas la oportunidad de descubrir los pueblos más bonitos de Cantabria.