Este es el único hotel que te permite dormir en las cumbres de Picos de Europa

Abrió hace 93 años como refugio de montaña y hoy es el único hotel en el Parque Nacional de Picos de Europa: así se duerme a 1823 metros de altura en el Hotel Áliva

El Hotel Áliva es único en España Foto: Turismo de Cantabria.

En el corazón del Macizo Central del Parque Nacional Picos de Europa, a 1.823 metros de altitud tras atravesar el mar de nubes a bordo del teleférico de Fuente Dé, se admiran una de las mejores vistas de toda Cantabria. Solo en verano es posible, además, quedarse a dormir en Áliva, el único hotel en las cumbres del parque nacional.

Antiguo refugio de montaña y con una historia de más de nueve décadas, este establecimiento que abre únicamente en la temporada de verano permite además vivir experiencias únicas como la lluvia de perseidas.

Su ubicación no puede ser mejor: en uno de los parques nacionales más bellos de España, el de los Picos de Europa -heredero por cierto del primer Parque Nacional español, que llevaba por nombre Montaña de Covadonga-, con 67.127 hectáreas en las que conviven montañas coronadas de nieves, vastas extensiones de prados de infinidad de tonalidades de verde, más de 1.750 especies y subespecies de flora y una variada fauna.

El Hotel Áliva se eleva a más de 1.600 metros. Foto: Turismo de Cantabria.

Hotel Áliva: una llegada fuera de lo común

A punto de abrir sus puertas (este año inicia temporada el 19 de mayo y la alarga hasta el mes de octubre) y gestionado por la sociedad regional cántabra de promoción de turismo Cantur, para llegar al Hotel Áliva hay que atravesar las nubes. Literalmente.

La llegada al establecimiento no puede ser más espectacular. A bordo del Teleférico de Fuente Dé se salva un desnivel de 753 metros en apenas 3 minutos y 40 segundos para adentrarse en el Parque Nacional.

Panorámica desde el mirador El Cable, Fuente Dé. Foto: Turismo de Cantabria.

El Cable, como se conoce también al teleférico, lleva más de 55 años transportando viajeros hasta una altura de 1.823 metros. Su origen no fue turístico, sino minero, ya que fue instalado a principios del siglo XX por las compañías dedicadas a explotar los yacimientos de blenda escondidos en las entrañas calizas de los puertos de Áliva desde finales de siglo XIX y durante prácticamente un siglo.

A bordo del Teleférico de Fuente Dé se salva un desnivel de 753 metros para acceder al Hotel Áliva

De aquel primer cable empleado para el transporte del mineral, sustituyendo así los peligrosos descensos de las caballerías cargadas con la mercancía, y ya en desuso como método para las mineras, en los años 60 se ideó un sistema análogo, pero ahora para subir y bajar personas.

El mismo paseo y el mismo grandioso paisaje entre puntiagudas cumbres y profundos valles se abrieron así a los turistas, muchos de los cuales ascienden solo por las panorámicas, mientras que otros lo emplean para iniciar rutas senderistas o de trail por Picos de Europa.

Hotel Áliva. Foto: Turismo de Cantabria.

De refugio de montaña a hotel singular

A 3,5 km de la estación superior del Teleférico de Fuente Dé encontraremos nuestro destino, el Hotel Áliva. Si logramos separarnos de las hipnóticas vistas de las nubes, debemos buscar un sendero que asciende durante un kilómetro hasta Horcadina de Covarrobles y tomar después la ruta de los Puertos de Áliva, a la derecha, por la que descendemos rodeados por las cumbres de Picos de Europa.

No obstante, si vamos con maletas o no queremos hacer este recorrido a nuestra llegada, siempre podemos utilizar el servicio de transfer 4×4 que ofrece el hotel (desde la estación superior del Teleférico de Fuente Dé o desde Espinama).

Sea como sea, pasaremos por el Chalet Real, a más de 1.600 metros de altitud, un chalet de tipo inglés (una construcción prefabricada traída directamente de Inglaterra que fue de las primeras de estas características en emplearse en España) levantado en el verano de 1912.

El hotel ofrece un servicio de transfer 4×4 desde la estación superior del Teleférico de Fuente Dé o desde Espinama

Propiedad de la Real Compañía Asturiana de Minas y situado en la riega de Resalao, al pie de Peña Vieja, tuvo también el honor de alojar al entonces rey de España, Alfonso XIII, en tres ocasiones. De hecho, fue el propio Alfonso XIII quien inauguró el refugio y volvió otras dos veces a cazar a Picos, en 1920, acompañado por la reina Victoria Eugenia, y en 1926.

Sin apenas contaminación lumínica, el Hotel Áliva es perfecto para ver las estrellas. Foto: Turismo de Cantabria.

El camino, entre caballos pastando en verdísimos prados e inmensas montañas en todo su esplendor, continúa hasta nuestro destino final, el Hotel Áliva.

De 70 habitaciones en habitaciones para dos, cuatro y seis personas, además de restaurante, cafetería y una terraza en la que casi parece que puedes tocar el cielo y las estrellas, el hotel fue inaugurado hace 93 años como refugio de montaña y desde entonces ha ido renovándose y adaptándose a su nueva función turística.

Qué hacer en el Hotel Áliva

Lo mejor del alojamiento, sin duda, es la posibilidad casi exclusiva de alojarse en pleno Parque Nacional de Picos de Europa.

Senderismo en Picos de Europa. Foto: Turismo de Cantabria.

Además, desde el hotel, cada día se pueden realizar espectaculares excursiones (como Sotres, ya en Asturias, el pueblo más elevado de los Picos de Europa, o la diminuto pero original refugio de Cabaña Verónica, dicen que construido a partir del fuselaje de un avión estrellado en los Picos).

También reponer fuerzas gracias a los cuidados platos elaborados con productos de la comarca de Liébana en su restaurante y cafetería.

Además, entre las actividades más increíbles que ofrece Áliva -y que debe también a su espectacular ubicación- se cuentan los Talleres de Astronomía, que organiza en agosto y que hace coincidir con las famosas lluvias de Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo.

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