Osuna: duquesas, condes, aldeanas y la calle más bonita de España

De la calle de San Pedro, la que más casas-palacio concentra del mundo, a la Plaza de Toros donde se rodó ‘Juego de Tronos’ estos son los tesoros de la Villa Ducal de Osuna

Calle San Pedro en Osuna. Foto: Turismo de Sevilla.

Rodeando el edificio de la Colegiata de Osuna se despliega un mirador que deja ver, desde lo alto, el trazado de esta Villa Ducal enclavada entre la campiña sevillana y el límite de la Sierra Sur (Subbética). Es necesario, mucho, dejar vagar la vista por olivares y cultivos, tejados y torres bañados de sol para reponernos de lo que acabamos de ver.

Y es que nada hace presagiar que, tras los austeros muros de la Colegiata, con aspecto de fortaleza incluso, se oculta semejante cantidad de pinturas, esculturas y ornamentos, piezas firmadas por José de Ribera El Españoleto (hasta cuatro cuadros hay de él, que se han expuesto, como es el caso de El Calvario, en lugares como El Prado o el MoMa de Nueva York), Juan de Mesa, Martínez Montañés, FJuan de Zamora, Duque Cornejo o Pedro de Ribadeo.

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Si el edificio es una joya del Renacimiento, el interior de la Colegiata es Barroco en su máxima expresión, un derroche de capillas y retablos, columnas salomónicas y molduras retorcidas, púlpitos de mármol y alabastro, cornisas ondulantes, cúpulas y frescos, hojarasca y rocalla, pan de oro, trampantojos y claroscuros.

Colegiata de Osuna. Foto Manuel Zurita | Prodetur.

Mandado construir por Juan Téllez Girón, IV conde de Ureña, y catalogado como Bien de Interés Cultural, el conjunto incluye la propia Colegiata y el panteón de los duques de Osuna, casi un Escorial a pequeña escala, y es obra de dos grandes arquitectos: Diego de Riaño y Martín de Gaínza.

A su espalda se alza la antigua Universidad de Osuna, fundada en 1548 por el mismo conde de Ureña, un bellísimo ejemplo del Renacimiento español y donde no hay que perderse la portada, la capilla y el hermoso patio central porticado.

A su izquierda, el Convento de la Encarnación, que contiene más muestras barrocas, además de un museo de arte sacro y una curiosa colección de Niños Jesús de diferentes épocas y estilos.

Vista de la Colegiata, la Universidad y el Convento de la Encarnación. Foto: Prodetur

Nunca hubo osos en Osuna

No lejos, en otra colina desde la que se domina la ciudad, otra de las sorpresas que esconde Osuna, en este caso bautizada como la ‘Petra de Andalucía’. De acuerdo, la descripción roza la hipérbole, pero no por ello hay que dejar de acercarse al Coto Las Canteras, de donde se extraía piedra para construir mucho antes de la llegada de los romanos, y ver los curiosos relieves esculpidos.

Esta antigua mina es hoy el auditorio natural más grande de España, empleado para la celebración de todo tipo de eventos.

El Coto Las Canteras. Foto: Prodetur.

Fueron los turdetanos quienes le otorgaron el nombre a este asentamiento, se cree que habitado desde hace unos tres mil años. Después los romanos fundarían aquí una colonia (hoy sus restos se pueden rastrear en una antigua necrópolis y los restos de un pequeño teatro) y, por un error fonético, incluyeron dos osos en su escudo y transcribieron su nombre como Urso, en época musulmana Oxona y a partir del siglo XIII la Encomienda de Osuna.

Su mayor esplendor llegó con Juan Téllez Girón, un personaje a caballo entre el medievo y el Renacimiento que dotó a la ciudad del mayor conjunto monumental de Sevilla construyendo 13 iglesias y conventos, un hospital, además de las mencionadas Universidad, Colegiata y el Sepulcro Ducal. Los condes, luego también Duques de Osuna, siguieron siendo mecenas de la localidad durante siglos.

Aldeanas y bizcochos marroquíes

Bajamos desde nuestra atalaya hasta el centro de la localidad para situarnos en la Plaza Mayor. En la confluencia de las calles Sevilla, Tía Mariquita, Asistente Arjona, San Antón, Luis de Molina y Carrera está el corazón de Osuna, donde se alzan el Mercado Municipal de Abastos (antiguo convento de San Francisco), la iglesia del convento de la Concepción, otro bello ejemplo del Barroco, o el ayuntamiento de la ciudad.

Convento de la Encarnación. Foto: Prodetur.

También El Casino de Osuna, una institución con más de 170 años de vida (abrió sus puertas en 1848) considerada la sociedad más antigua de la provincia.

De aire colonial, tiene un patio central rodeado de columnas de hierro, salones de baile, escaleras de mármol y diferentes salas reservadas a los socios, así como una cafetería muy recomendable para desayunar o tapear alguna de las especialidades 100% andaluzas que salen de su cocina.

Y hablando de comer, otro secreto se esconde tras los muros del convento de la Concepción. De aquí salen los famosos bizcochos marroquíes, se dice que traídos por la última monja concepcionista franciscana de Écija y que ahora son típicos de Osuna.

No tanto, sin embargo, como las aldeanas, el dulce por excelencia ursaunense, un delicioso bizcocho relleno de crema de batata elaborado por la Confitería Santo Domingo de Osuna desde 1750. Actualmente las siguen despachando en su hermosa pastelería (Calle Carrera, 63).

Confitería Santo Domingo en Osuna. Foto: Mar Nuevo.

Muy cerca, en la localidad de Estepa, se elaboran los famosos mantecados con D.O., como los de la Fábrica El Gamo, donde también se puede realizar un taller para aprender a elaborar uno de los postres más típicos de la Navidad en España.

La calle más bonita de Europa

Siguiendo por esta calle y girando a la izquierda nos encontramos el que quizás sea el mayor de los tesoros de Osuna: la Calle San Pedro.

Arte en cada piedra, la calle en su totalidad es como un museo al aire libre, donde se concentra el mayor número de casas-palacio de Europa. Renacentistas y barrocas, de imponentes fachadas con escudos nobiliarios y ocupando manzanas enteras, se suceden formando un asombroso conjunto que le ha valido el título de la calle más bonita de España y segunda de Europa otorgado por la Unesco.

Palacio del Marqués de la Gomera. Foto: Prodetur.

Entre los que atrapan las miradas se cuentan el Palacio del Marqués de la Gomera, del siglo XVIII y obra de Juan Antonio Blanco. De elaboradísimo diseño barroco, destaca su fachada con una original cornisa cuajada de ondas y volutas, columnas salomónicas pareadas y una torre-mirador en cada esquina.

Actualmente convertido en hotel, si maravillosa es la fachada más aún lo es su interior, con un gran patio central con su fuente de mármol en el centro y una preciosa capilla con su propio y ornamentado retablo.

En todo el establecimiento se pueden encontrar fotografías de otros tiempos, como las que recuerdan el paso del director italiano de cine Franco Zeffirelli, que se alojó aquí mientras rodaba en la misma calle San Pedro escenas de su película Callas Forever sobre la vida de María Callas.

Patio del Palacio del Marques de la Gomera. Foto: Turismo de Andalucía.

El granero más bello del mundo

Tampoco pasa desapercibida la antigua Cilla del Cabildo Colegial, del año 1773 y otro de los edificios barrocos más representativos de la Villa Ducal.

Construido por el arquitecto Antonio Ruiz Florindo, parece más un palacio cortesano que un granero, que era su cometido original: el de almacenar los diezmos y primicias que antiguamente se pagaban a la Iglesia.

De hecho, tras su escultórica fachada de piedra en la que destaca una representación de la Giralda y las Santas Justa y Rufina, patronas de Sevilla, apenas hay dos naves diáfanas que servían de almacén.

Cilla del Cabildo de Sevilla. Foto: Mar Nuevo.

Aunque no está en esta calle, tampoco hay que perderse el Palacio de los Cepeda (Calle de la Huerta, 10), del siglo XVIII, con una de las mejores fachadas de Osuna, de un Barroco ‘tranquilo’ con un soberbio balcón sobre el que luce el escudo de la familia flanqueado por dos alabarderos de tamaño casi natural.

Destacan también el patio interior, así como una amplia escalera coronada por una majestuosa bóveda decorada con pinturas. Actualmente aloja los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Osuna (no se permiten las visitas).

Palacio de los Cepeda. Foto: Prodetur.

Osuna, territorio de ‘Juego de Tronos’

Si has pasado por el muy recomendable Casa Curro para probar alguna de las especialidades locales como las tagarninas, espárragos rellenos, berenjenas con salsa de moscatel, carrillada al Pedro Ximénez, presa o venado (tapas desde 2,50€), te habrá llamado la atención la cantidad de imágenes de recuerdan a Juego de Tronos.

No es casualidad; a este local en el número 5 de la Plaza Salitre eran asiduos muchos de los actores y técnicos de la megaproducción de HBO mientras grabaron en la localidad, convirtiendo la Plaza de Toros en set de rodaje de la quinta temporada de la serie por el que desfilaron Peter Dinklage (Tyrion Lannister), Emilia Clarke (Daenerys Targaryen), Natalie Emmanuelle (Missandei), Iain Glen (Jorah Mormont) y Michiel Huissman (Daario Naharys).

Para la ocasión, el coso diseñado por Aníbal González e inaugurado en 1904 fue transformado en la Fosa de Daznak de Meeren donde tiene lugar la lucha de gladiadores en la que Daenerys es víctima de una emboscada por parte de los Hijos de la Arpía (y de la que escapa volando, por primera vez, a lomos de uno de sus dragones).

La Plaza de Toros de Osuna se convirtió en set de rodaje de Juego de Tronos. Foto: Prodetur.

Una escena que se tardó 10 días en grabar por la complejidad de personajes y efectos especiales empleados y que colocó a Osuna en el mapa de los fans de la serie.

Además de la laca, carteles y fotos que recuerdan este hito, el Museo Etnológico de Osuna, ubicado en el Palacio de los Hermanos Arjona y Cubas (Sevilla, 37) creó su propio Museo de Juego de Tronos con vestuario, autógrafos, armas, figuras, fotos y hasta la réplica de un caminante blanco a tamaño real.

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