¿Es una escalera, una escultura o una montaña rusa peatonal?

Como la monumental instalación de The Vessel en Manhattan, Corea del Sur también cuenta con una gigantesca obra de arte donde la gente puede caminar en ella, y que en su estética de montaña rusa de noche adquiere una estética fascinante.

Se trata de Space Walk (caminata espacial), una instalación realizada por los artistas de Hamburgo Heike Mutter y Ulrich Genth que se encuentra en la ciudad de Pohang, y es la obra de arte más grande de Cora del Sur.

Con 60 metros de largo y 57 de alto, esta es la obra de arte más grande de Corea del Sur

La estructura, inaugurada el pasado 18 de noviembre, fue un regalo de la compañía metalúrgica Posco, la principal industria de Pohang, a esta ciudad de 500.000 habitantes.

Una serpiente metálica de 333 metros

Space Walk se encuentra en las colinas boscosas del parque Hwanko, al norte de la cuiudad. Construida en acero galvanizado y acero inoxidable, es una cinta metálica de 333 metros que serpentea sobre pilares de hormigón a lo largo de 60 metros y hasta los 57 metros de altura.

La escultura está abierta al público, hasta 250 personas a la vez, que al principio pueden elegir dos caminos.

Elige tu camino por la escultura

Uno es más suave, que culmina en una amplia curva a 20 metros de la cima, donde se pueden tener magníficas vistas de la bahía de Yeongil y de la ciudad de Pohang.

El otro camino es más empinado, donde se atraviesa un sector de la estructura que a la distancia parece ser circular, pero que se puede transitar.

Gran parte de la estructura se puede caminar a través de dos caminos, donde se pueden tener hermosas panorámicas de la ciudad de Pohang y su bahía

Tanto uno como otro camino concluyen en una parte que se corona con un bucle central, que por supuesto, no hay forma de caminarlo.

Diseños de montaña rusa

El diseño de montaña rusa para estos artistas alemanes no es nuevo: la forma de Space Walk recuerda a la obra Tigre y Tortuga – La Montaña Mágica, una escultura que realizaron en 2011 que se eleva a 35 metros en Duisburgo, cerca de Düsseldorf.

Las luces LED que revisten los pasamanos y pasarelas le otorgan una atmósfera mágica, como si fuera una fotografía de larga exposición “por delante de nubes y cuerpos celestes”, dicen sus diseñadores.

Esta obra de arte, agregan estos escultores alemanes, “funciona idealmente como un observatorio, como el lugar perfecto desde el cual se puede observar el área circundante, el cielo nocturno, el amanecer y el atardecer”