De tapas por Benimaclet y Ruzafa: dónde ir y qué pedir en dos barrios valencianos que debes tener en el radar

En Valencia capital hay muchos lugares para disfrutar de las tapas, pero es en los conocidos barrios de Benimaclet y Ruzafa donde se convierten en una apuesta segura

De tapas por Valencia no te pierdas las croquethais de El Aprendiz. Foto: El Aprendiz.

El pasado mes de diciembre la revista Forbes eligió a Valencia como una de las mejores 20 ciudades del mundo para vivir. Y es así por muchos motivos, pero especialmente por el tamaño ideal de una metrópoli que permite ir de un lugar a otro andando o en bicicleta, por su cada vez mayor cantidad de zonas verdes, por su clima, sus playas y por supuesto, por el gran número de monumentos y atractivos turísticos que atesora la capital de la Comunidad Valenciana.

Además, son muchos los viajeros que llegan hasta Valencia para conocer una gastronomía muy diversa, que viene comandada por la reconocida paella valenciana.

Pero la capital del Turia es mucho más que arroz, pues también cuenta con una propuesta de tapas muy sugestiva que conjuga lo tradicional y típicamente mediterráneo con algunas otras ofertas más creativas e innovadoras.

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Así que vamos a recomendarles algunos establecimientos que despuntan por sus buenas artes en la elaboración de tapas, en un sabroso e intenso itinerario por dos de los barrios más cautivadores y repletos de vida de la capital del Turia: Benimaclet y Ruzafa.

Benimaclet

Una antigua alquería de origen musulmán conquistada en el siglo XIII por el rey Jaime I es el inicio del actual barrio valenciano de Benimaclet. Situado justamente a la derecha de la carretera de la cercana localidad de Alboraya, y a unos escasos dos kilómetros del centro de la ciudad, es actualmente una zona vibrante y muy joven habitada en su mayoría por estudiantes universitarios.

Una ruta de tapas por esta zona de Valencia nos llevaría en primer lugar al Bar La Negri (Carrer d’Albocàsser, 27), el sueño hecho realidad de Luzvi, una madrileña mestiza de abuelos chinos y japoneses, padre camerunés y madre filipina que vivió una infancia rodeada de yucas, plátanos macho y alimentos de todo el mundo.

En su pequeño bar, Luzvi nos ofrece una cocina de tapas muy apetitosa, sencilla, sorprendente y repleta de guiños a diversas cocinas del planeta. Muy buenas las navajas al natural con vinagreta de ponzu, sus particulares gyozas de verduras, la croqueta morellana de pollo en adobo, o la ensaladilla verde. Pero ciertamente, quien posea un paladar curioso, en La Negri va a disfrutarlo todo. Precios ajustados y muy buen ambiente.

Las gyozas del Bar La Negri son un espectáculo. Foto: Bar La Negri.

Tapas really good!

También merece una visita (o varias) El Aprendiz de Tapas (Pl. Río Duero, 6). Aquí podremos probar interesantes tapas creativas de cocina fusión y también cócteles en un ambiente informal.

¿Sugerencias? Resulta del todo hipnotizante la berenjena a la llama templada con mozzarella de búfala, vinagreta de nueces y aceite de albahaca.

Hay que pedir, por supuesto, la croquethai (croqueta de mejillones thai, con su jugo de curry verde y tomate), el mollete de panceta a baja temperatura con kimchi casero, los dimsum y unas patatas bravas sencillamente espectaculares, confitadas y boleadas con alioli y una especial salsa brava que quitan el sentido.

Muchos acuden a El Aprendiz en busca de sus patatas bravas. Foto: El Aprendiz.

El Aprendiz de Tapas es un local muy interesante al que acude gente de todas las edades con muy buen pico.

Encandila, y mucho, Pata Negra Restoránt (Carrer del Baró de San Petrillo, 3). Es un restaurante en el que también hay una suculenta propuesta de tapas. Rica la sepia encebollada, la morcilla de Burgos con crema de piñones y setas, el bacalao ahumado y los trigueros con tapenade. La carta de vinos incluye muchas propuestas de las más significativas bodegas valencianas.

En el 35 de la calle Reverendo Rafael Tramoyere, en la zona más típica de Benimaclet, El Carabasser es un buen lugar para degustar una comida informal gracias a la gran cantidad de pinchos, montaditos y tapas que despliega. Excelente el bizcocho de calabacín y parmesano con pimientillo relleno de atún. Muy buenas también las empanadillas y su especial tapa de ajoarriero.

Bizcocho de calabacin y parmesano con pimientillo relleno de atún. Foto: El Carabasser.

Otros locales para tapear dignos de mención en el siempre animado barrio de Benimaclet son el Restaurante Comboi (Calle Doctor Vicent Zaragozà, 28), cuya premisa es una cocina mediterránea con toques asiáticos y el bar La Murta Vins i Tapes (Carrer de la Murta, 14), que seduce por sus tapas clásicas y otras más innovadoras, y que se pueden acompañar de una cuidada selección de vinos.

Ruzafa

Si hubiera que elegir el barrio más de moda de Valencia, Ruzafa (Russafa en valenciano), sería la respuesta. Situado muy cerca del centro de la ciudad, es un punto de ebullición artística y social gracias a la diversidad de sus habitantes, algunos llegados de diversos lugares del mundo, que ayudan a conferir al barrio ese semblante tan cosmopolita y único.

Además, es una zona única para ir de tapas, sobre todo si nos dirigimos a las calles Sueca, Denia, Literat Azorin y Cádiz, así como por sus vías aledañas.

Tomate de la huerta, sus cebolletas rosas, alcaparrones, aceitunas y atún. Foto: La Chata Ultramarinos.

Comenzaremos visitando La Chata Ultramarinos (Carrer del Literat Azorín, 4), un rincón gastronómico en el que Sergio y Clarisa te lo harán pasar de rechupete con sus riquísimas tapas.

Aquí hay que pedir algunas de sus latas gourmet, pero que nadie imagine que todas son industriales, porque ellos también las cocinan. Para morir de placer la de anguila en teriyaki o la de pulpo seco de Denia, entre otras. Superior la ensaladilla rusa con mouse de piparras y la tapa de blanc y negre (morcilla y longaniza valenciana) con habitas. Prueben también algo tan sencillo y cautivador como el tomate de la huerta con cebolletas rosas, alcaparrones, aceitunas partidas y atún… ¡Magnífico!

El aspecto de La Chata recuerda a una parada del cercano mercado de Ruzafa porque sus dueños tuvieron allí un puesto. ¿Nuestras recomendaciones especiales aquí? Sin duda alguna, que prueben la anchoa de la casa con pan soplado y mousse de piquillo, el sorprendente y gustoso hummus de lentejas con costilla frita y la tortilla de patata trufada con jamón ibérico. Si te pinchan mientras comes estas suculentas tapas, igual ni sangras.

Mercado de Ruzafa. Foto: ©VisitValencia.

Por otra parte, aquí se sirve el pantagruélico esmorzaret típico valenciano, de 9 a 12 de la mañana, con esos bocatas que llevan de todo y que quitan no sólo el hambre, sino también el sentido.

Flamante apertura

Un gran espectáculo gastro en forma de tapas lo encontramos en Vermúdez, una de las grandes aperturas que ha traído el 2023 a Valencia. Ha pasado de su anterior ubicación en el Carrer Sueca para trasladarse a un punto con más visibilidad como la Gran Vía Germanías, concretamente a la ubicación que ocupaba el antiguo Mercado de San Valero. Está francamente bien decorado y tiene un aforo para más de 200 clientes en un espacio de casi 500 m2.

Las croquetas de Vermúdez, en Ruzafa, son lo más. Foto: Vermúdez.

En la sala principal encontraremos su centro neurálgico gastronómico. Es el punto en el que se puede (y se debe) comer de tapas. Muy buenas las gildas de anchoas y boquerones, la selección de quesos, la croqueta de cabrales y manzana confitada, así como las de jamón ibérico.

Para caer rendidos las albóndigas al vermut, la tortilla de patata trufada a la brasa o la inquietante (por lo buena que está), gamba cristal con huevos fritos al ajillo ibérico. Carta de vinos excelente y servicio ejemplar. Le auguramos un gran éxito al nuevo Vermúdez.

Otro de los lugares que indefectiblemente hay que inspeccionar concienzudamente en Ruzafa es El Almacén (Carrer Sueca, 41). Es el reino de Raimon Moreno (cocina) y Vanina Vila (sala). Raimon es un cocinero que se ha formado con Quique Dacosta, el chef con tres estrellas Michelin que triunfa dentro y fuera de la Comunidad Valenciana. Además, fue jefe de cocina del restaurante Mercatbar propiedad de Dacosta.

Tapas muy cuidadas y sabrosas en El Almacén. Foto: El Almacén.

En El Almacén se ofrecen tapas de todo el mundo, reivindicando los sabores de siempre y aplicando en su elaboración la sabiduría y la modernidad de los tiempos actuales.

Raimon borda el preñao de morcilla (pan al vapor relleno de morcilla y habitas confitadas y coronado con huevo de codorniz), el pulpo a la brasa con romesco de achiote, el perrito japonés con boloñesa nipona y mayonesa de miso, las vieiras con mojo picón que vienen hechas a la brasa, o la deliciosa croqueta líquida de maíz, entre otras especialidades. Muy buena selección de cervezas y vermuts artesanos.

De toda la vida

Igualmente merece muchísimo la pena dejarse caer por el famoso y reputado Bar Biosca (Carrer de Dénia 46). Situado en el corazón de Ruzafa, lleva desde el año 1922 haciendo felices con sus tapas genuinamente valencianas a propios y a extraños. Además todo el mundo en Valencia lo conoce por su amplia terraza, porque cuando llega el buen tiempo es una gozada sentarse y disfrutar de la mejor comida.

Que nadie se pierda la ensaladilla rusa del Biosca. Foto: Bar Biosca.

Claudia y su equipo plantean una admirable variedad de tapas mediterráneas, entre las que resaltan el típico esgarraet valenciano (pimiento casero asado con bacalao), las deliciosas croquetas artesanas, la sepia con mayonesa, los champiñones al ajillo, las patatas bravas, la ensaladilla rusa, así como sus deleitosas variedades de tortillas de patata (normal, con cebolla o sin, con morcilla, con bacon y queso…).

Muy interesantes sus menús de tapas por 25 y 35 euros que permiten hacerse una clara idea de por dónde van los tiros. Recomendamos reservar con antelación, sobre todo durante los fines de semana.

Por otra parte, a los valencianos les gusta mucho ir a tapear en Ruzafa a La Tasqueta del Mercat (Carrer del Mestre Aguilar, 2). Cocina de mercado bien elaborada servida en un local muy agradable, que dispone de una buena selección de tapas de autor.

Foto: La Tasqueta del Mercat.

Recomendamos especialmente la foccacia artesanal, la croqueta de jamón, setas y trufa, la coca de cerveza con pesto, tomate fresco y anchoa del Cantábrico y las patatas bravas con barbacoa asiática y ajo-aceite. Se respira muy buen rollo y los fines de semana está a rebosar.

Otros locales de Ruzafa en los que se tapea debidamente son el Maui Russafa (Carrer dels Vivons, 27), un local con amplia terraza, en El Rodamón de Russafa (Carrer de Sueca, 47), con sus platos y tapas de variadas cocinas del mundo, incluida la valenciana, y finalmente, en Taberna La Malvaloca, también en el Carrer de Sueca. Espacio inmejorable para comer unas gustosas patatas bravas y exquisitas croquetas de boletus.

a.
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