Culto a l’esmorzaret, dónde tomar los mejores de Valencia

Sagrado en Valencia, esta es la ruta imprescindible para disfrutar de 'l'esmorzaret' en la capital del Turia

Un bocadillo típico de l'esmorzaret valenciano

L’esmorzaret, toda una religión valenciana. Foto: ©VisitValencia.

En toda la Comunidad Valenciana, pero especialmente en la ciudad de Valencia, sus habitantes ponen diariamente en práctica el llamado esmorzaret.

Ni desayuno ni aperitivo, es un almuerzo que tiene lugar entre las 9:00 y las 12:00, que viene marcado por un protocolo casi inquebrantable, y que sirve para conocer el carácter, las costumbres, la cultura y la forma de ver la vida de los valencianos.

Orígenes de una tradición gastronómica

El esmorzaret es una costumbre gastronómica valenciana que tiene sus orígenes, como muchas otras tradiciones levantinas en l’Horta (La huerta).

L’esmorzaret tiene su origen en L’Horta valenciana. Foto: ©VisitValencia.

Antiguamente los labradores de las pedanías cercanas a Valencia almorzaban a media mañana un reconstituyente almuerzo, esmorzaret en valenciano, que les servía para poder resistir su dura jornada laboral en el campo.

Ellos solían llevar un bocadillo (entrepà), y en los establecimientos cercanos pagaban por la bebida y el aperitivo que se les servía. Con el tiempo, esta costumbre se instauró también en la ciudad de Valencia, siempre con una liturgia inalterable.

¿Pero qué se come en l’esmorzaret?

Hoy por hoy, en algunos bares de la capital del Turia se sirve todas las mañanas el esmorzaret. Eso sí, con un menú, que aunque con ligeros cambios, es común a todos ellos.

El bocadillo es la base de l’esmorzaret. Foto: ©VisitValencia.

En primer lugar aparecerán en la mesa unos cacahuetes con cáscara denominados collaret, variedad autóctona llamada así porque las vainas van unidas como las perlas de un collar.

También hay otros entrantes como los encurtidos (cebolla, zanahoria o coliflor), aceitunas y altramuces. Igualmente ensalada con lechuga, tomate valenciano y cebolla fresca.

El esmorzaret es una costumbre gastronómica valenciana que tiene sus orígenes, como muchas otras tradiciones levantinas en l’Horta

Todo ello regado con cerveza de grifo muy fría o vi amb llimonà (vino con gaseosa).

Vaso de cremaet, el café típico de Valencia
L’esmorzaret debe acabar con un buen cremaet. Foto: ©VisitValencia.

El bocadillo XXXL

Ahora llega el momento esperado, el del bocadillo de tamaño muchas veces XXXL, con ingredientes que superarían la entelequia de cualquiera.

Podremos encontrarlos rellenos de variopintos embutidos, con carne de cerdo, de ternera, de caballo, con huevos fritos, con tortillas variadas, con todo tipo de vegetales… ¡La imaginación al poder!

Y como culminación, el cremaet, un mítico café con ron, canela, granos enteros de café y piel de limón, que al ser flambeado elimina gran parte del alcohol y aromatiza con gustosa armonía al conjunto.

l'esmorzaret valenciano. bocadillo, cacahuetes, encurtidos y cerveza.
La liturgia completa de l’esmorzaret. Foto: ©VisitValencia.

Muestra de humor valenciano

Por último, es necesario explicar que el termino esmorzaret significa en valenciano almuercito.

Sin duda, una broma de típico humor valenciano. De hecho, quienes no conocen l’esmorzaret y piden un bocadillo entero, se quedan con los ojos como platos, ya que en muchas ocasiones pueden ver aparecer una barra de pan de cuarto rellena de ingredientes, como si no hubiera un mañana, y hubiera que alimentar a toda una bandera de la Legión.

Los bocadillos enteros pueden llegar a ser una barra de pan de cuarto rellena como si no hubiera un mañana

Que nadie se sienta mal por pedir medio bocadillo, o como mucho, uno grande para compartir.

L’esmorzaret es una buena forma de conocer como son los valencianos. Foto: ©VisitValencia.

¿Dónde tomarlo?

En Valencia una variedad de bares y restaurantes únicos para disfrutar del mejor esmorzaret.

La mejor forma de no equivocarse a la hora de elegir, es dejarse llevar o bien, por el boca a boca, o bien por las excelentes recomendaciones sugeridas en los premios anuales Cacau D’or, que desde 2015 premian cada año la cultura del esmorzaret que predican, y ponen en práctica, muchos negocios de restauración de la ciudad.

Comenzamos una opípara y descomunal orgía gastronómica, que hubieran disfrutado muchísimo los protagonistas de la mítica película francesa La Grande Bouffe, dirigida en 1973 por el director italiano Marco Ferreri, por el famoso barrio marítimo del Cabanyal.

En Bodega La Pascuala hambre precisamente no se pasa.

Una primera parada nos lleva hasta Bodega La Pascuala (Carrer del Dr. Lluch, 299), un bar de toda la vida con casi 100 años de historia, situado muy cerca de la playa, que se ha convertido por merecimiento propio en uno de los templos valencianos de l’esmorzaret. Aquí se hace realidad una barra de pan completa en un bocadillo.

Son míticos el Mari (tortilla de morcilla, bacón y queso), entre otras delicias, y el Súper, con carne de caballo, bacon, cebolla y tomate.

Pero para los que viven el hambre con un ansia descontrolada y desmedida, tienen en su carta el bocadillo Super Burger (cuatro hamburguesas de caballo de 70 gr., cebolla crujiente, queso, tomate y bacón). Para no volver a comer nada, al menos, hasta pasadas por lo menos 24 horas.

También en el Cabanyal brilla la propuesta de Bodega La Aldeana 1927 (Carrer del Progrés, 283), otro de los esmorzaret que dejan huella.

Bocadillo Chimo Bayo en Bodega La Aldeana 1927, Valencia.
El esmorzaret de Bodega La Aldeana 1927 es de los que dejan huella. Foto: Bodega La Aldeana.

Sirven su esmorzaret de 9:45 a 12:15, de lunes a sábado. Tiene mucho predicamento el bocadillo Ximo Bayo, en homenaje a uno de los iconos musicales valencianos de la ruta del Bakalao (xistorra, huevos fritos y patatas pochadas), el de tortilla de patata (con all i oli, pimientos verdes y longanizas) o el maravilloso Huevos Benditos (panceta ibérica a baja temperatura, huevos escalfados, salsa holandesa de espinacas y gambitas).

De todo y muy bueno

Una de las barras mejor guarnecidas de Valencia la encontramos en el familiar Bar Rausell (Carrer d’Àngel Guimerà, 61). Fundado en 1943 como casa de comidas, es lugar de culto y encuentro en Valencia para disfrutar del esmorzaret.

Su oferta de bocadillos, acompañados convenientemente con las mejores aceitunas y cacaos, y por supuesto, con una buena cervecita recién tirada, va desde los bocadillos de tortilla de patata, cebolla, patata con morcilla o chorizo, ajos tiernos, alcachofas, calamares o sepia, hasta los de lomo, panceta fresca curada, papada ibérica o jamón.

Muchos clientes piden para acompañarlo sus patatas bravas, pues son de las mejores de la ciudad.

Los bocadillos del esmorzaret del Bar Restaurante Rausell son de lo mejorcito de Valencia.

Su cremaet para finalizar es de órdago, ya que lo preparan con la lentitud requerida y con entendimiento. L’esmorzaret de Rausell cuesta desde siete euros, hasta lo que uno, según su pecunio, desee gastarse.

En Ciutat Vella y también homenaje a la tradición, Casa Baldo 1915 (Ribera, 5), uno de los últimos en recibir el reconocimiento de los Cacau d’Or. El grupo gastronómico Gastro Trinquet (responsables también de Pelayo Gastro Trinquet) pilota ahora este establecimiento con la vista puesta en recuperar la memoria hostelera y de producto valenciano.

En su oferta de bocadillos (todos los días de 9.00 a 12.00, sin reserva), el especial de carrillera de ternera, cebolla crujiente, confitura de bacon, picada de cacau del collaret y salsa de queso de cabra de Castellón, pero también de carne de caballo con jamón ibérico y cebolla frita, de calamares a la andaluza con mayonesa, de embutido valenciano con habitas o el mítico Almussafes de sobrasada ibérica, queso de Mahón y cebolla pochada. Todos los bocadillos incluyen en el precio (desde 7,50€) la primera bebida y el café.

Entrepà de tortilla de butifarra y mahonesa de piparra en casa Baldo 1915.
Entrepà de tortilla de butifarra y mahonesa de piparra. Foto: Casa Baldo 1915.

L’esmorzaret Michelin

Ahora nos dirigimos al Mercado Central de Valencia, uno de los mercados modernistas más grandes y mejor surtidos de Europa, para gozar a lo grande en Central Bar by Ricard Camarena con su esmorzaret.

Este bullicioso local está dirigido por Ricard Camarena, propietario de varios negocios de restauración repartidos por Valencia, y galardonado con dos estrellas Michelin y la estrella verde en su restaurante con el mismo nombre.

Como era de esperar, aquí todo es pura excelencia y de kilómetro cero, pues lo que cocinan se compra en el mismo mercado.

La ensaladilla rusa es para hacerle la ola, y las croquetas de pollo rustido, así como los buñuelos de bacalao son para aullar de placer.

El bocadillo Canalla de Central Bar by Ricard Camarena

Nos quedamos para disfrutar de su esmorzaret con tres bocadillos estupendos: Canalla (morcilla picante, huevo revuelto y pimiento encurtido), Mary (sepia a la plancha con all i oli), y Ricard Camarena (lomo, cebolla, mostaza y queso).

En Central Bar by Ricard Camarena la ensaladilla rusa es para hacerle la ola, y las croquetas de pollo rustido, así como los buñuelos de bacalao son para aullar de placer

Son un portento porque están elaborados con pataqueta, un tipo de pan ligado a la gastronomía valenciana. Tiene forma de media luna, y es conocido desde el siglo XVII, cuando los agricultores de la Huerta de Valencia lo cocían en los hornos morunos del interior de sus barracas. Lo elabora todos los días el maestro panadero Jesús Machi en su Horno San Bartolomé, en Valencia.

Por último, que nadie se vaya de Central Bar sin probar el cremaet pues lo preparan de forma tradicional y con mucho fundamento, que diría Karlos Arguiñano.

L’esmorzaret en Ruzafa

El verdadero esmorzaret pero hecho por argentinos es lo que ofrecen Carito Lourenço y Germán Carrizo en Doña Petrona (Padre Perera, 5), una casa de comidas tradicional que se nutre de platos caseros de acá y de allá.

Bocadillos y tostadas XXL. Foto: Doña Petrona.

Sus bocadillos y tostadas XXL se sirven los findes de semana de 10.00 a 12.00 horas acompañados de los populares cacaos del collaret y encurtidos. De tortilla de patatas melosa, de sepia con salsa verde, de revuelto de morcilla con ajos o el último en aterrizar en la carta, de ternera, salsa criolla y huevo frito, cualquiera de sus bocadillos es un placer (desde 5,50€).

También muy recomendable en la zona de Ruzafa, La Chata Ultramarinos (Carrer del Literat Azorín, 4), un rincón gastronómico en el que Sergio y Clarisa sirven sirve el pantagruélico esmorzaret valenciano de 9.00 a 12.00 de la mañana, con esos bocatas que llevan de todo y que quitan no sólo el hambre, sino también el sentido.

Otros bares y restaurantes de la capital del Turia que también despuntan por sus diferentes propuestas de esmorzaret son: Kiosko La Pérgola, El Trocito del Medio, Bar Mistela o Casa Guillermo. Pero hay más, estos sólo son unos pocos.

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